Desde 2001, el mundo musical de Juan Pablo Mazzola pasó por infinitos formatos y latitudes. Llevó su proyecto Baby Scream como una bandera personal por toda Europa y Argentina, tocando en formato solista con guitarra y también con una banda. También tuvo tiempo de integrar otros grupos como Sucia Sangre y Multiverzal, y de comenzar su propia disquera, Baby Scream Records. En 2020 le llegó la hora de ordenarse y decidió el ¿fin? de su proyecto principal para comenzar a sacar material en español y bajo su propio nombre. Ya se pueden escuchar algunos frutos de este trabajo, como los singles “Garrón”, “Un mundo mejor”, “Un gnomo y un Rivotril” y “La balada del Gato Sessa”.
Hablamos con el músico argentino desde su hogar en Valencia, España acerca de las decisiones que tomó y cómo va a seguir su carrera. También nos contó sobre algunas de sus experiencias en estos 19 años de música y dónde va a vivir de ahora en más.
Venís sacando singles en español bajo tu propio nombre. ¿De qué se trata este proyecto? ¿De qué estás queriendo hablar ahora que decidiste cambiar el inglés por el español?
Yo siempre quise hacer canciones en español. Es una cosa que tenía frustrada, me costaba encontrar el personaje desde donde cantar. Mis letras en inglés fueron siempre bastante ácidas y me costaba encontrar cómo explayarme en castellano. Encontré eso, la manera de expresarme con la misma temática. Estoy hablando de lo que hablo siempre: experiencias personales, relaciones rotas. También de la tecnología y esta cuesta digital siglo XXI que no soporto más.
¿Vas a seguir sacando singles o planeás compilarlos en un disco?
La idea es siempre ir sacando singles de a dos o tres cada dos o tres meses. No estoy siguiendo ninguna línea porque no me puse una meta. Sí quiero llegar a 15 canciones y cuando estén las 15 sacar el disco, como lo que hice con Multiverzal.
¿Hacia que lugar apuntás con este nuevo proyecto? ¿Pensás en volver a afincarte en Argentina?
Apunto puntalmente a Argentina. Es irónico porque estoy en Europa viviendo finalmente establecido después de haber ido y venido durante toda mi vida, pero mi base era Argentina donde componía desde un inglés bastante americano, lo cual era bastante utópico. Ahora desde Europa me sale hacer canciones en argentino, porque no es español de España. Y no, no tengo pensado volver a afincarme en Argentina, no creo que lo haga más que nada por cansancio y no por ganas, porque me gusta estar más allá que en cualquier otro lado. Salvo que este quilombo del coronavirus sea inmanejable y ahí sí tenga que volverme.
Sobre Baby Scream, ¿qué pasó? ¿El proyecto está terminado o en un parate? ¿Pensás hacerle algún cierre?
Hace 15 años que mi carrera tiene coronavirus, ¿viste? Baby Scream es algo que nunca tendría que haber seguido como siguió. No que no tendría que haber existido, sino que no tendría que haber seguido como siguió. Baby Scream fueron los dos EP que compuse con Seba Rubin. Yo estuve en varios sellos, uno inglés, uno alemán y uno norteamericano, y ninguno me dejó cambiar el nombre. Lo loco es que no me conoce nadie, pero como tenía discos en mi haber me decían de seguir sacando con ese nombre porque había algo atrás y se fue acumulando. Después hubo dos discos, Baby Scream y Secret Place, que fueron hechos con otros integrantes y Baby Scream volvió a ser banda, pero estaban basadas en cosas mías. No es que está terminado, quizás hago algún compilado y siempre actualizo la página, pero no saco más discos como Baby Scream y ahora que no estoy más en ningún sello nadie me obliga a sacar con ese nombre.
¿Qué es y cómo va a seguir Baby Scream Records a raíz de esta decisión?
Tuve problemas con todos estos sellos por los fonogramas. Cuando los recuperé y me auto distribuí, le empecé a dar identidad y distribuirlo. Posterior a eso, surgieron amigos que me preguntaban si los distribuía o me pedían discos que no estaban en Spotify, entonces se me ocurrió hacerlo sello y manejarlo yo mismo. Ahora me falta todo: me falta tener página de sellos, estar registrado en un listado de España y otras cosas, pero estoy en eso. Quiero armarme un sello para sacar pequeñas cantidades de cosas. Baby Scream Records va a ser una cosa exclusivamente para bandas de amigos y bandas que he tocado. Hasta mi cuñada sacó un disco que es de folclore, nada que ver, pero está buenísimo. Es para amigos que tienen algún problema para publicarlo o para hacer prensa, la idea es hacer comunión de gente y juntar una especie de kermesse digital.
En 19 años de carrera con Baby Scream pisaste muchos escenarios por todo el mundo. ¿Qué experiencias recordás que te hayan marcado? ¿Llegaste a tocar con alguna de tus influencias?
Llegué a tocar con algunas de mis influencias, como en Londres con Mark Olson de los Jayhawks, que es uno de mis compositores preferidos y yo fui la apertura oficial de ese show en Inglaterra. Fue impresionante. Hice discos con Muddy Stardust que es otro ídolo mío. Hice de todo, tengo un montón de recuerdos, desde haber tocado en un estadio en Noruega en un partido de fútbol para 6 mil personas solo con la acústica, a estar tocando en un bar en Buenos Aires absolutamente solo para un amigo, o estar tocando con una banda en Brasil para un montón de gente en la playa… Tengo un montón de recuerdos, es rarísimo el mundo del cantautor.
Trabajaste mucho con Seba Rubín y hasta creaste una playlist de esos laburos. ¿Cómo fue ese trabajo?
Estaba medio enamorado de los discos de Grand Prix y había salido el primer solista de él. Lo contacté a Seba porque quería que mis discos sonaran como los de él. Y es lo que ocurrió, que son los dos discos que para mí son los verdaderos de Baby Scream que son Monsters y Ups and Downs. Él llegó a mi vida en un momento en el cual yo estaba con una turbulencia en la cabeza, una tormenta de nubarrones con rayos que me caían para todos lados, y él vino a poner un poco de paz en eso, a producir mis canciones y fue impresionante. Incluso cambié mucho la manera de componer después de trabajar con Sebastián. En un momento me tuve que desrubinizar, creo. Fue muy lindo y es un material alucinante.
Viviste en muchos lugares de Europa. ¿Tenés bandas armadas en alguno de esos países? ¿Cómo te insertaste en el circuito?
En España estoy tocando en dos bandas y en una hacemos temas de Baby Scream, pero no va a estar basado en eso sino en todas canciones en castellano que estoy haciendo para ese grupo puntual. Lo que tengo es una armada en Brasil que, sacando el último año, estuve 4 años seguidos yendo a girar por el litoral paulista. Es una banda impresionante con Enrico Bagnato en la batería, Ricardo Alarcón en guitarra y el bajista iba cambiando. Eso es lo que más extraño de Sudamérica, tener esa banda conmigo. Acá todavía no tengo nada como Baby Scream. Tuve en Alemania en 2007, en Brasil también estos últimos años, y acá todavía no porque no sé qué voy a hacer con eso.
¿Qué podrías contar sobre Sucia Sangre?
Hace muchos años yo toqué el bajo en una banda que se llamaba Burning Fingers, que era punk, killer rock, garage, y ahí cantaba un loco que se llama Fabián Aires y siempre nos habíamos quedado con ganas de hacer más cosas juntos. Hace unos años nos encontramos a raíz de dolores individuales de cada uno e hicimos una especie de terapia por WhatsApp por un montón de tiempo sosteniéndonos. No me quería ir de Argentina sin que quede registro de eso y en 24 horas grabamos un disco donde tocó la batería Leandro Camiña que tocó en Sadistikal en los 90, una banda de thrash tremenda. A mí me gusta un poco más la música pesada, también. Fue medio un demo el disco, hicimos un clip y la idea quedó con ganas de seguir la cosa. De hecho, tengo escritas un montón de cosas para ese proyecto, pero tengo que estar en Argentina para eso. Es una de las cosas que quiero hacer apenas llegue. Cuando esté por allá, lo único que haga en vivo seguramente va a ser Sucia Sangre.
¿Y sobre Multiverzal?
Hace unos años atrás yo organizaba un ciclo de música que se llamaba Made In Argentina. Un día organicé un ciclo en el Cultural Inglesa, que tiene un anfiteatro, y tocaron un montón de bandas como The Kavanaghs y Manchester, y apareció un personaje que se llama Mariano Azcurra, que es amigo de Tiago Galíndez de Kavanaghs y nos pusimos a hablar. Me pasó un par de cosas que hacía y me gustaron. Me mandó una versión en castellano de una canción mía que se llama Mars y me pareció bellísima, entonces le propuse hacer un EP. Eso derivó en un montón de singles que grabamos con varios personajes de la música argentina como Joaquín Levinton, dos Intoxicados y el mismo Tiago Galíndez. Es como un proyecto digital de versiones. Estuvimos tocando con Mariano en España. Ahora tanto Mariano como yo tenemos preparados temas por separado, pero la modalidad de trabajo va a implicar que yo vuelva a Argentina porque a distancia no me gusta trabajar.
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