El universo sonoro de Juan Goldberger es muy amplio. Incluye profundos conocimientos sobre hip hop que le permiten hacer de juez en competiciones como en la FMS Argentina. Pero también un oído particular que le permite experimentar con el pop alternativo, como en su último disco titulado Quiero decir todo (2019). Juancín es una figura que hay que valorar en la escena musical nacional, enlazando un conjunto de saberes que forman una personalidad nacida para la producción musical. Hablamos con el músico argentino sobre su sonido, sus influencias y saberes.
Grabaste, produjiste y mezclaste todos tus discos. ¿Cómo conviven tu faceta de productor, de técnico de sonido y de músico?
Conviven como pueden. Creo que la ventaja de producirte y grabarte vos mismo es que componés pensando en eso. Compongo libremente lo que a mí me gusta e imaginando cosas que voy a hacer después en la etapa de producción, grabación y mezcla. Está bueno porque obviamente el laburo entre productor y músico es una relación compleja, necesitás concordar. Me ha pasado muchas veces estar del lado del productor, y es necesario ponerte de acuerdo con las cosas que creés que le harían bien al tema, pero que no traicionen la identidad musical original del artista y la canción. Entonces, por un lado se hace más rápido y más fácil el proceso, porque no hace falta ese consenso entre productor y músico, y por el otro te carga más a vos, por lo que a veces está bueno tener un oído más.
En comparación a tus trabajos anteriores, Quiero decir todo tiene un sonido más accesible. ¿Buscaste una estética más cercana al pop o fue algo inesperado?
Fue buscado, y que bueno que lo notes. Mi idea fue ser más concreto, más real, poner los pies sobre la tierra. Siento que son más minimalistas las producciones, menos cargadas, hay menos cosas experimentales. Son temas hasta más breves, las voces están más al frente y las letras también son más concretas. En un promedio lírico y artístico sigo siendo más abstracto, o mis letras se inclinan más hacia una imagen que hacia una historia bien concreta, pero sí creo que es más accesible, con un mensaje más directo, tanto en estética como en la prosa.
¿Cómo influye el hip hop en tu música? ¿Incorporas técnicas de batalla o de hip hop tradicional en tus producciones?
Meterme en el mundo del hip hop y el freestyle me influyó y enseñó muchísimo. En cuanto a las técnicas de batallas, a veces me cuesta no rimar todas las sílabas, que es un recurso muy de freestyle, así que sin dudas aprender y entender sobre las técnicas cambió mi forma de escribir letras. Las técnicas de producción más clásicas del hip hop o las que se usan ahora con el trap no tanto. No es mi forma de laburo hacer un beat y después escribir la letra sobre esa base, porque en general yo compongo con la guitarra. Pero los temas que estoy haciendo ahora están más ligados a esa metodología. Construir una base musical y a partir de ahí crear la melodía y la letra. El disco fue más compuesto con la guitarra, así que va a contramano con lo que suele ser la producción clásica del hip hop.
¿Cuándo considerás que un productor hizo un buen trabajo?
Para hacer un buen trabajo es elemental que no defraudes al músico y a su idea artística. Que el tema mute y el músico se encuentre con que el resultado fue otro del que esperaba, pero que lo entienda como propio y se vaya satisfecho, y que sea algo que te represente a vos como productor. Es difícil porque depende del género: si estás buscando algo comercial y pegadizo, vas a tener que respetar ciertas normas, pero si estás haciendo algo más experimental o de otro tipo, no necesariamente. Creo que no hay un buen trabajo puntual, porque sigue siendo música y la música es bastante subjetiva.
¿Qué opinás del uso del type beat para MCs que recién comienzan? ¿Es adecuado buscar una referencia sonora conocida, o da mejores resultados buscar una producción original?
Siempre está bueno que tu producción sea original. Es interesante que puedas laburar palmo a palmo con el productor o el beatmaker y que puedas tener un beat lo más personalizado posible. Pero no estoy en contra del type beat, porque si vos encontraste un sonido para desarrollarte y te es cómodo, creo que hoy por hoy podés hacerte unos temazos. Por eso siento que para MCs que recién comienzan está muy bien. Para un músico o un MC que está pensando hacer un disco, un contenido más original y desarrollado, está bueno que puedas meterte en la producción del beat para que sea más personalizado, es tan importante como el rapeo.
¿A qué artista nacional te gustaría producir o con qué productor te gustaría trabajar?
Me gustaría producir a Acru, para sacarlo de su zona de confort. Si bien ha experimentado un montón y se ha movido por un montón de lugares, me gustaría sacarlo del lado más rapero y llevarlo a sonidos más de mi impronta, de mi estilo, y ver qué sucede. Y ahora es como que queda que estás trabajando con el número uno, pero hace tiempo que quiero producir a Wos. Hoy en día obviamente está construyendo su carrera desde otro lado, pero en su momento, cuando todavía no había explotado, varias veces le dije que se venga a grabar al estudio y por distintas cuestiones no sucedió. Creo que tiene un estilo alternativo que podría combinar muy bien con lo que hago yo. También me gustaría producir a alguien más trapper, como Ysy A, es una locura lo que hace y considero que es el mejor de Argentina. De otros géneros se me hace difícil, siento que los talentos más interesantes, jóvenes y diamante en bruto están en el hip hop. Me gusta mucho lo que hace Louta, pero no necesito entrar a producirlo ni necesita que lo produzca porque ya está laburando súper bien. Con sus producciones me pasa al revés: me sorprenden, llega a lugares que me nutren y me hacen aprender un montón. Con los demás, que también tienen materiales increíbles, siento que podría aportar algo más. En cuanto a los productores, Evlay Beats está haciendo cosas increíbles, haciendo un gran laburo con los chicos. Me parece que Bizarrap está laburando muy bien también, ellos son con los que más me gustaría intercambiar laburo y conocimiento.
¿Creés que hay una estética sonora que defina la época actual?
A nivel producción se apostó mucho por el minimalismo: los sonidos contundentes pero limitados, y creo que estuvo buenísimo eso. Por supuesto, el autotune es una herramienta muy usada y adoptó protagonismo tanto en el hip hop como en el pop y el indie. Donde antes había mayor presencia de sintetizadores, de guitarras y capas de sonido, ahora podemos ver temas súper mainstream con un bombo, un redoblante, una línea de bajo, y una voz muy bien producida. En general se le dio mucho protagonismo a la voz, un lugar muy detallado, de escuchar muy bien cada toma, afinar cada sílaba, hacerla sonar espectacular. Creo que eso define a la producción mainstream al menos de esta época. Un tema referente de este minimalismo que fue súper hit es “Hollaback Girl” de Gwen Stefani. Una batería y unas voces, nada más. Esa canción fue pionera cuando en los 2000 la muralla de sonido estaba predominando un poco más, y dio un puntapié inicial a lo que fue esta producción más moderna.
¿Quiénes productores dirías que definieron el sonido de los últimos años en Argentina?
Desde el boom del hip hop y el trap nacional, creo que un principio fue Omar Varela quien definió el boom del trapero, hace unos 4 años ya. Ahora pienso que Evlay Beats y Bizarrap empezaron a marcar un sonido también. Por otro lado, la gente de NEUEN y Orodembow, en especial las cosas que hizo con Ysy A que están tremendas. Renovaron mucho el audio nacional.
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