A principio de este año Las luces primeras sacó a la luz su segundo disco llamado Forestal Tape. Un disco que sigue apostando a la psicodelia que había arrancado su antecesor, Sensualista (2015), pero con una vuelta de tuerca en la que se apuesta mucho más en la experimentación visual y la manera de hacer analogar eso con las canciones. Así Las luces primeras es todo un universo para conocer, tanto escuchando como viendo.
Hablamos con Mariano Peccinetti, su creador, quien nos cuenta lo que es llevar a cabo un proyecto solista pero que está hecho para ser una banda. Mariano también se dedica al diseño visual; sus collages dicen mucho sin palabras. En seguida te hacen hacer sinapsis con su música y permiten ver cómo las diferentes ramas del artista pertenecen al mismo árbol.
Las luces primeras acaban de anunciar su primer presentación en Buenos Aires como banda principal. Ya habiéndose presentado varias veces, pero siempre invitada a formar parte de algún ciclo o festival, la fecha esta vez será en La Tangente el próximo jueves 13 de septiembre. También es una de las bandas elegidas para participar de la próxima edición del Personal Fest en noviembre.
¿Cómo fue la producción de Forestal Tape?
Eso es bastante tranquilo de explicar porque tanto en la composición como en la producción laburo yo solo. A finales del 2016 ya estaba finalizando todo lo que tenía que ver con Sensualista, entonces en el verano del 2017 empecé a componer cosas nuevas. Las fui trabajando en mi casa, haciendo maquetas con la computadora, y para marzo ya estaba encarada la grabación del EP Actriz.
¿Cómo es tu trabajo con la productora Indie Folks?
Cuando salió Sensualista en septiembre del 2015, al poco tiempo me llegaron unas propuestas, primero de Casa del Puente para editar el disco en su formato físico. Después me llamó José de Indie Folks para abrir un par de shows y también para el apoyo físico del disco. Primero tocamos en Niceto con Unknown Mortal Orchestra y después con Wild Nothing, luego vino el Music Wins y el año pasado nos ofrecieron lo de Homeshake, que estuvo increíble. Ellos me dan una mano en cuanto a lo físico: ahora vamos a sacar el vinilo de Forestal Tape y me ayudan con la mitad del dinero. No en la producción artística ni cuándo voy a grabar, sino en las ediciones físicas y también en el cierre de fechas.
¿De qué se trata el sello Magical Book Records?
Ese es un sello de la banda. Pretende sacar cosas en el futuro, pero primero vamos a sacar esta edición que justamente va a estar para julio. Las estamos haciendo en España porque tengo a mi primo que está en Barcelona, entonces nos convenía el precio y todo eso. Todo está autogestionado por mí. En los discos siempre trato de invitar amigos, en este caso Juan Attori que grabó las baterías, pero todos los demás instrumentos los grabé yo acá en mi casa. De a poco me voy armando el home studio para laburar mejor desde acá. En Sensualista laburé con un ingeniero, pero en Forestal me animé a hacerlo yo y a mezclar. Me tiré a hacerlo y de paso a aprender algunos tips. Ya cuando te metés a mezclar es como un viaje de ida del que no volvés más. Está bueno porque son nuevas experiencias.
¿Cómo es el trabajo con los materiales analógicos?
Trato de grabar los instrumentos más analógicos que tengo, me consigo teclados de 1980, los sintetizadores son del ’78. En realidad lo que hago es pasar ciertas cosas por la cinta o sino el track entero cuando ya lo tengo mezclado. No es que voy grabando todo en la cinta, hago un par de procesos que van desde la cinta a la computadora y de la computadora a la cinta, hago una mezcolanza de todo y se va logrando ese sonido. Las baterías fueron grabadas totalmente en un estudio con muchos micrófonos y en una computadora, en Pro Tools, pero después la pasé un poco por cinta también. Hacía un poco eso, en algunos temas sí y en otros no, porque se te deforma un poco todo. Pero eso es lo bueno de la cinta, que es como un aparato que está vivo, a comparación del otro que es digital, recto.
Las luces primeras brinda un montón de imágenes visuales con las canciones, a través de las letras te presenta cierto surrealismo. ¿De dónde viene todo eso?
Hace rato que investigo el surrealismo, siempre me gustó la poesía surrealista y el flash psicodélico de los viajes astrales. Todo eso siempre me llamó la atención desde la secundaria, cuando escuchaba Pescado Rabioso me empecé a comprar los libros de Artaud. Para Forestal lo que se me ocurrió es una persona que tiene un sueño y empieza a viajar por ese sueño que en realidad son otras dimensiones, que pueden estar paralelas a esta. Sí, tira como muchas imágenes y paisajes de un sueño. En Sensualista se trataba de cosas más habituales, de diálogos de parejas y tenía un poco de surrealismo también, pero este fue más de lleno a lo imaginativo.
¿Qué línea podés trazar entre el collage de tus trabajos de diseño gráfico con la música?
Ya lo tengo en el inconsciente de tanto hacerlo. Me agarró una manía de hacer collages en el 2013 e hice como unos doscientos collages y los empecé a subir a las redes, hacía dos por día. Me encerré a hacer trabajos de diseño visual y al mismo tiempo iba siguiendo la música. Me queda todo eso guardado en la cabeza y voy hablando de esos mundos. Me gusta más que sea un flash, si tiene dos palabras el tema y después todo instrumental y vuelvo a cantar al final, no me importa, dejo que todo sea libre. Ahora estoy componiendo el nuevo y estoy esperando porque mandé a hacer un service de todos los aparatos. Ya perdí eso de querer hacer una canción para la radio, no lo hago más, ahora me libero totalmente en cuanto a la música. Al poder vivir de lo que hago artísticamente desde lo visual, no me interesa si le gusta a una masa de gente si puedo sacarle provecho a la música. Lo pienso más así como un viaje musical místico, no me importa si es rara o no.
Forestal Tape continúa lo que se dio en Sensualista, pero es hasta una especie de western psicodélico, no solo en la melodía galopante sino también en los paisajes que va atravesando. ¿Cuánto hay de cinematográfico en Las luces primeras?
“Caballo con alas” está muy inspirado en Serge Gainsbourg, el padre de Charlotte. Tiene un disco que se llama Cannabis y un tema que se llama “La horse” que me re inspiró en el sonido. En “Paisajes en mi mente” hay un sampler subliminal extraído de una charla de Krishnamurti hablando del concepto de la belleza, la lírica esta basada en uno de los únicos poemas que escribió. También Godard usa mucho ese estilo de baterías que se usaban en esa época, en sus películas de los sesentas.
Week-end es increíble…
En esa película se escucha una batería todo el tiempo haciendo unos rulos con una reverb increíble bien larga. Siempre he trabajado con eso, en Trasvorder también usaba samples de películas que me gustaban y lo metía medio subliminal. Ahora lo que hice fue usar, al principio de “Mozart Jr.“, una frase que la saqué de la película La Chinoise, también de Godard, cuando están recitando unos manifiestos comunistas, que en la canción no tiene nada que ver con el comunismo. Yo no soy comunista, no soy de ningún partido, pero la usé porque me encanta la estética de la película. Me encanta esa poesía que tienen las películas de Godard cuando las veo, no es tan explícito como Wes Anderson que es todo perfecto, sino que es más trash. En “Mozart Jr.” también use voces de la serie Cosmos, la de Carl Sagan en los ’80, sampleé las voces de la chica y está mezclado con lo de La Chinoise. Esa mezcla vuelve todo más cinematográfico.
¿Y quién es esa actriz chamana que presentaron en el EP?
De alguna manera es una actriz que se mete en algún papel y ya está metiéndose en otra dimensión también, como que yo flasheo eso. En este caso se mete en ese sueño y al tener ese poder mágico de abrir un portal y aparecer en otro lado ya es como chamánico total. Me cabe todo ese mambo incaico, cósmico, le metí con eso para que no sea una actriz común y corriente o algo de la realidad. Luego lo empecé a ver en todo el disco, que terminó siendo una especie de dimensión saturniana. Le di un planeta que se llama Saturnia. Hay un lugar en Italia que se llama así y es súper surrealista. Son como unas termas donde se ve el cielo, tiene como unas terrazas de agua y la gente se baña ahí. Es una actriz chamana que puede escapar de los problemas de la sociedad, del capitalismo que está todo el tiempo ahí… están buenos esos viajes espirituales para poder entenderse más desde el interior.
La banda está siempre a cielo abierto. Todo este surrealismo que hablábamos y el western, ¿cómo se conjuga con lo geográfico de Mendoza?
Hay un montón, desde el volcán Tupungato hasta los bosques que hay por ahí en la montaña, el bosque del Parque San Martin. Toda la naturaleza me inspira muchísimo y trato de tener contacto todo el tiempo con ella. Cada dos por tres me alquilo una cabaña en la montaña y me voy unos días para inspirarme un poco o nomás para relajar. Viví en Buenos Aires cinco años y después, cuando me vine para acá, empecé a disfrutar la montaña mucho más. Llega un momento en el que estoy sofocado con tantos autos que van y vienen, llega un momento que sólo querés ver la montaña, un caballo que está en la lomita, comiendo y se va tranquilo a otro lado y no hay tanta saturación visual. Lo necesito todo el tiempo. Igual la inspiración se puede conseguir en todos lados, no sólo en la naturaleza, pero creo que me ayuda un montón. Cuando estaba viviendo en San Telmo iba a la Reserva Ecológica tres veces por semana, iba con un anotador y escribía las ideas que se me ocurrían ahí. Tenía 21 años e igual me encantaba la ciudad, la calle Corrientes y su movimiento, era mucho de salir todo el tiempo. Pero después me di cuenta que yo lo que tenía que hacer era producir arte, entonces tuve que parar la moto con todo eso del consumismo.
¿Entonces ya estás planeando otro EP?
Sí, por ahora está asi como un EP, pero si me banco hasta el año que viene puede ser un disco. Ahora cambié un poco de pedales y me compré un aparato que es buenísimo, es un delay a cinta como para hacer reggae-dap y ya estoy imaginándome qué voy a hacer con eso. La onda es ir grabando e ir haciendo lo que va saliendo y plasmarlo directamente.
Se vienen dos fechas muy buenas como la de La Tangente y la del Personal Fest. ¿Qué nos podés decir sobre esto?
Con Laura, la manager, estábamos a full metiendo fichas para ver si podíamos entrar en el Personal y nos dijeron que sí, así que estamos re contentos preparando el show para noviembre. Pero ahora estamos re de cabeza con lo de La Tangente que es en septiembre, porque queremos romper el hielo y ver qué pasa. Siempre que fuimos a Buenos Aires le abrimos a alguien o tocamos con tres bandas más, o en un festival grande, por eso no podemos saber cuántas personas logramos acumular en un show solos. Íbamos a ir ahora en invierno pero yo empecé a entrar con esta composición nueva y no quiero dejar de que pase esto, entonces aprovecho para usar junio, julio y agosto para grabar y en septiembre tocar ahí y en octubre ver qué pasa en otro lado. En septiembre queremos aprovechar a ir a La Plata y a Mar del Plata. Nos vamos manejando así, lo que pasa es que al ser un proyecto casi solista, porque si bien es una banda pero en realidad como compongo, produzco y hago todo es como que los chicos son una especie de sesionistas al final. Salen fechas todo el tiempo en realidad pero como yo llevo la batuta en ese sentido, me gusta pagarle siempre algo a los chicos, entonces se complica un poco más por como está el país en general. Pero de a poco van saliendo fechas y productores que quieren que vayamos a tocar y nos pagan lo que la banda necesita. No estamos tocando en cualquier lado, pero nos dan ganas, lo que pasa es que no me gusta no pagar o darle menos de lo acordado. Entonces no salen tantas fechas como nos gustaría y le tenemos que dar de baja a varias. Yo he estado en una banda donde todos componen, donde todos producen y todos invierten en la banda y ahí sí es más fácil salir a tocar por todos lados, pero en este sentido como soy una especie de líder, tampoco quiero arriesgar a los chicos en subirlos al bondi sin saber qué va a pasar.
¿Cómo estuvo el show en Córdoba?
Estuvo buenísimo, nunca pensamos lo que iba a ser esa noche porque hacía bastante que no tocábamos Córdoba. Esta fue la cuarta vez y estaba explotado de gente que cantaba los temas, fue increíble. La primera vez que fuimos, fue en dúo con Bocci; después fuimos ya con Juani pero de trío. La primera fue con Telescopios, la segunda con Diosque y después con una banda de Chile que se llama Nueva Costa. Pero esta última fue increíble, también nos arriesgamos a que sea un recital de la banda y no como invitados. Siempre estuvimos como muy de invitados, porque Sensualista es tan soft que siempre te invitan a abrir o cosas así. Siempre nos ponían al principio porque sonábamos más suaves. Pero Forestal en vivo es re rockero, con un pedal que te quema todo, derrite todo, le da mucha fuerza. Los temas son diferentes también y es otra la propuesta.
¿Luca Bocci antes tocaba en la banda? ¿Qué pasó después?
La banda empezó siendo Trasvorder, mi proyecto solista, que decidió cambiar el nombre. En ese momento estaba tocando con Gonza Nehuén en la batería y Leandro Isaguirre en el bajo. Trasvorder fue un proyecto que duró diez años y al cambiar el nombre tenía ganas de arrancar otra cosa, otro estilo, y así pintó grabar Sensualista con ellos dos. Luego pasa un tiempo y los chicos ya no podían seguir tocando porque ambos tenían otros proyectos, entonces me quedo ahí pensando qué hacer. Ahí le hablo a Luca, que tenía Alicia, y me gustaba mucho cómo interpretaba. Le mando un mensaje -igual nunca pensando que iba a tocar-, preguntándole por un bajista -él toca la guitarra-. Le pregunté si sabía de alguien de los chicos nuevos que tocara el bajo y al toque me dice que él. Entonces empezamos a hacer un show a dúo con las pistas, bajo y guitarra. Después entra Juan y empieza a quedar más sólida la banda, con Paul en el bajo, con Rolando y los teclados.
Hay una gran colectividad en Mendoza. ¿Cómo funciona todo esto entre ustedes?
Todos nos conocemos, todos transitamos las mismas salas de ensayo, hay una en la quinta que se llama Indie Recorder que es de la banda Costa Canal. El que toca ahora el bajo en Las Luces tiene otra banda y a su vez ayuda con otra, todos nos ayudamos entre todos. Para mí que se haya hecho tan conocida la escena de Mendoza es por eso: hay que perderle el miedo a las grabaciones y perderle el miedo a mostrar una canción. Ahora con la tecnología es todo más fácil. Podés grabar con el celular una canción con la guitarra criolla y la subís y si le gusta a la gente ya está. No es que tenés que someter a la gente con publicidad, creo que la música va yendo de boca en boca también, alguien lo escucha en YouTube y se va a una juntada y les muestra la banda y así va creciendo. Estaría bueno que pase en todas las provincias, no sólo en Mendoza, sino que en todos lados los artistas se animen a subir las canciones así como estén. Hacer canciones y subirlas: para formar la escena se necesita eso.
Las Luces Primeras se presentará el jueves 13 de septiembre en La Tangente (Honduras 5317, CABA). Más información.