En el renacer de Mecánico, Nico Parra y Nacho Ramírez, las fuerzas creativas detrás del proyecto, emprenden una travesía para redefinir la esencia del grupo. En este viaje de autodescubrimiento e influencias que van desde el pop psicodélico hasta la música disco, dieron con las canciones de Dos cordilleras, su más reciente disco.
El influjo de la escena indie de Montreal, donde Nico estudió producción, se convirtió en un catalizador en el proceso de revitalizar el proyecto. Nacho, en ese momento involucrado en otro proyecto musical, decidió unirse en esta nueva fase y la versión 2.0 de la banda fluyó sin problemas, explorando un mundo distinto al de sus inicios, enfocado esta vez en las infinitas posibilidades de la producción musical.
La decisión de continuar con Mecánico surgió de un deseo compartido de volver a expresarse en un proyecto propio sin limitarse a la visión artística de otros. La transición a cantar en español marcó un nuevo comienzo, lo que Nico define como la “segunda reencarnación”. Durante este proceso, las influencias musicales de Argentina, especialmente de la escena independiente y lo alternativo, se volvieron indispensables.
La decisión del dúo se solidificó cuando Nico se mudó por una temporada a Buenos Aires. La idea inicial de buscar colaboraciones en Argentina evolucionó hacia un ambicioso proyecto de álbum colaborativo. Presentando sus canciones a artistas locales, la propuesta fue recibida positivamente, resultando en un álbum que trasciende fronteras y celebra la diversidad musical de América Latina.
El puntapié de esta nueva etapa se materializó con la colaboración con Francisco Frione de la banda Surfistas del Sistema en el single “Instintos“, asociación que surgió de manera natural y consolidó la visión del grupo sobre la interconexión entre artistas de diferentes territorios.
“Ese fue un punto inicial de todo este concepto que se fue generando canción tras canción. -cuenta Nacho en conversación con Indie Hoy-. Actualmente la música latinoamericana es fundamental en el estilo de música que nosotros hacemos, y no estamos hablando del mainstream. Se trata de dar valor a los nichos en distintos territorios, y eso es un poco a lo que estamos ya abocados con Nico, pero desde nuestro estudio, desde la producción musical con otros artistas“.
Para Mecánico, “Instintos” fue mucho más que la búsqueda de un featuring: se convirtió en un proceso de integración de identidades musicales diferentes tras una misma meta. En el proceso de Dos cordilleras, fue la canción marcó el inicio de aprender a soltar y empezar a compartir el proceso creativo con otros artistas para desdibujar las fronteras creativas. “‘Instintos’ habla sobre ir un poco más desde los instintos y menos desde la cabeza, y tiene sentido con toda esta nueva etapa, de hecho”, agrega Nico.
En cuanto a su conexión con Goyo Degano de Bandalos Chinos, la relación entre ambos proyectos se desarrolló de manera orgánica a lo largo de casi un año. La oportunidad finalmente se presentó cuando Bandalos Chinos visitó Chile y Goyo tuvo un día libre. Su disposición y buena onda durante la visita al estudio dejaron una impresión duradera en el dúo chileno. Según cuenta Nacho, la experiencia fue tan impactante que marcó un punto de quiebre en la dirección del álbum. Inspirados por esta colaboración, decidieron realizar todo el disco en conjunto con artistas argentinos. “A mí, hasta el día de hoy, me da escalofríos esa parte que canta”, admite sobre el single “Último adiós”.
Dentro de la lista de colaboraciones, la canción “Nuevo amanecer” con Isla Mujeres se convierte en la inesperada sorpresa que esconde el álbum. La banda platense aporta una energía punk que faltaba en el disco, según Nico Parra, quien había presenciado el enérgico show de Isla Mujeres en lugares como el Konex y el C Art Media. “Además, su presencia femenina era algo que también sentíamos que podíamos agregar al disco”, asegura el cantante.
La otra de las colaboraciones femeninas es la participación de Delfina Campos en el single “Sol (tras una larga noche)”. El proceso creativo de esta canción refleja el encuentro y la admiración mutua entre los artistas. “En ese caso sí nos conocimos antes -cuenta Nico-. Buscando artistas y buscando todo lo nuevo que estaba pasando ahí, me topé con lo de Delfina y nos juntamos a tomar un café para conocernos. Incluso salimos a ver música juntos. En la primera versión, habían solo ideas instrumentales y ella propuso sumar voz y letra. El coro salió ya del lado nuestro”.
Guitarra, sintetizadores y un profundo sonido de bajo establece el ritmo, mientras la batería marca la pauta de esta melódica travesía. La narrativa invita a transportarse a una mañana junto al mar, con los primeros rayos de sol acariciando sus rostros, evocando la sensación de querer revivir la fiesta de la noche anterior.
En cuanto a la colaboración de la banda cordobesa Rayos Láser, titulada “Pantallas y desiertos”, se trata de una fusión cautivadora de sonidos pop y electrónicos que reflexiona sobre la saturación de información en la era digital. Los samples y beats hipnóticos capturan la atención, mientras Nico canta sobre los efectos del mundo virtual en la sociedad actual.
“Lo que hemos aprendido con este proceso es a probar cuáles son las propuestas que le puede entregar el otro músico y el otro artista a algo que tal vez nosotros no podríamos llegar -piensa Nacho-. Celebramos que la colaboración sea lo más real posible”. A raíz de esto, destaca un momento peculiar durante la creación de “Un espejismo“, donde notaron que una sección de sintetizadores estaba influenciada de manera notable por la canción “Tus amigos de la CIA” de Telescopios. Así que no dudaron en invitar a la agrupación cordobesa a aportar su pincelada de psicodelia.
Por último, la participación de 1915 fue ideal para abrir el álbum. “Brillas en la pista” se convirtió en una especie de “isla de la torta en disco” para Mecánico, ya que logra un equilibrio entre su mundo más íntimo y lo-fi y otro estilo “más prendido” que buscaban alcanzar.
La conexión con el sello francés No Stress Records terminó de cumplir un papel crucial en la búsqueda de Mecánico para su álbum. Al tratarse de una plataforma independiente que reúne artistas de todo el mundo y se dedica a explorar diversos géneros, la banda se vio inspirada por la amplia paleta musical presente en las playlists del sello.
En la búsqueda de su nueva identidad musical, Mecánico también se aventuró a buscar referencias de la música de los 70 y 80, y traerlos al presente con baterías más secas y una orientación menos electrónica que en trabajos anteriores. La experimentación se centró en fusionar influencias de manera orgánica, buscando un sonido que, aunque evocara lo antiguo, mantuviera una calidad contemporánea.
El concepto detrás del título Dos cordilleras se originó a partir de la idea de preguntarse cómo se percibe la cordillera desde dos ángulos diferentes, representando la unión de dos lados que pueden sentirse opuestos. Este dualidad no solo ofrece una perspectiva poética de la geografía compartida, sino que también se convierte en una metáfora musical que conecta las escenas independientes de Chile y Argentina de una forma nunca antes vista.
Escuchá Dos cordilleras de Mecánico en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).