Luego de varios años de transitar la escena del indie y el folk porteño, Niño Etc. (seudónimo de Nano Napoli) y Facundo Galli decidieron unir sus caminos y presentarse en conjunto. Su primer show juntos en 2017 se tituló “Pan y queso”, y desde entonces continuaron gestando este proyecto como dúo.
En enero de este año, viajaron a un estudio casero montado en una cabaña en el bosque de Bariloche a grabar su primer disco juntos. El fruto de ese proceso es La mirada prestada, un álbum íntegramente de guitarra y voces que desnuda las influencias en comunes de ambos artistas, y se nutre de la intimidad y la paz del sur argentino. Los cantautores acompañaron la salida del disco con un documental de 10 minutos que captura los hermosos lugares en donde estuvieron e incluye entrevistas con reflexiones sobre cada una de las canciones.
El 22 de agosto, Niño Etc. y Facundo Galli presentaran La mirada prestada en un show por streaming a través de la plataforma PassLine. Hablamos con ellos acerca de los desafíos de un recital de estas características y los procesos detrás de su disco.
Venían trabajando algunos shows juntos, ¿cómo surgió la necesidad de hacer el disco?
Facundo Galli: A partir del concierto “Pan y Queso” fue que nació la idea de hacer algo juntos a nivel grabación. No sabíamos bien si íbamos a grabar un concierto, si íbamos a hacer un disco o qué. El incentivo vino de Diego Ortíz Mugica, que es el fotógrafo amigo nuestro dueño de la casa en la que estuvimos en el sur. Él desde esa noche que nos vio en Circe nos agitó para que hiciéramos algo juntos, nos dijo que le había encantado cómo combinaban nuestras voces y nuestras energías. Desde ahí, cada vez que venía a algún concierto nos decía que teníamos que hacer algo y que vayamos a su casa a grabarlo. En un momento lo hablamos con él, hicimos algunas reuniones y decidimos que íbamos a grabar un disco, nos lo tomamos muy en serio y fuimos con la idea concreta de grabar en una semana en su galería de fotos de al lado de su casa, la cual adaptó para que dispongamos de ese lugar.
¿Cómo terminó influenciando esta cuestión de ir a una cabaña en el medio del bosque? En las imágenes del documental se ve un lugar increíble.
Niño Etc.: Claramente el disco es lo que es porque lo hicimos ahí, fue completamente diferente a hacerlo acá en un estudio tradicional. Medio que armamos desde cero el espacio, llegamos, vaciamos la galería, armamos una mesa y Diego nos trajo pies de guitarra que armó con maderas y soportes de los monitores de estudio para poner los parlantes a la altura. Armamos el estudio de cero, acustizamos todo y armamos un diseño sonoro con la arquitectura del lugar que es increíble.
FG: A mí personalmente me cautivó desde la primera canción, la primera toma de guitarra y de voz, que hacia la derecha de donde estábamos grabando hay un ventanal que ocupa todo el largo que se ve la bajadita del bosque de la casa de Diego. Hay imágenes que estamos grabando y yo estoy mirando por la ventana.
NE: Nos tocaron días de sol hermosos y fue una grabación de muchísima concentración, mucha más que en otros discos que grabé porque nos apremiaba el tiempo, pero al mismo tiempo muy relajada y con un nivel de paz increíble. Hubo un criterio que nos excedió a nosotros, se potenció por la inmensidad del lugar, por el verde y por la calidez de la familia que nos recibió. Estaba todo muy dado para que hiciéramos las cosas bien.
Este es el disco más despojado de instrumentos en las carreras de ambos. ¿Ven en esto una influencia del lugar?
FG: Ahí confluyen un montón de cosas. Nos encuentra en un momento de nuestra carrera artística que hemos madurado ciertas cuestiones de manera muy parecida. Eso es muy loco, ambos tenemos tres discos de estudio, empezamos al mismo tiempo a salir a tocar en vivo y de hecho nos conocimos en la Bienal de 2015. Nos han caído fichas que hicieron que tomemos decisiones más allá del contexto que creíamos que eran necesarias para que lo que hacemos se potencie. El hecho de despojar las canciones de instrumentación o de pensar una producción austera o al desnudo era una idea que nos venía rondando a los dos y se dio que el lugar y la impronta del proyecto nos daba la bienvenida a eso. De repente, cuando quitás los elementos empiezan a destacarse las respiraciones, los quiebres de la voz, llega directo.
NE: El disco no tiene prácticamente ediciones, está muy al natural. Hubiese sido muy difícil por cómo lo grabamos retocarlo demasiado, el contexto nos obligó a eso. Además queríamos reflejar un poco de lo que pasa cuando nos juntamos a tocar.
¿Por qué decidieron sumarle el documental? ¿Es para que el público vea todo el proceso pero también un regalo para ustedes mismos?
NE: Es exactamente lo que dijiste. Fue idea de Facu, porque cuando empezamos a cranear todo y nos empezamos a dar cuenta de cómo venía la mano dijimos “esto hay que documentarlo”, entonces se le ocurrió llamar a Guido Romano. Y tiene tres funciones. Primero, transmitir lo máximo posible esa experiencia porque es muy difícil de contar. Después, que sea como un álbum de fotos para nosotros. Y también fue una oportunidad para poder filosofar sobre la canción y hacernos eco de todo una camada y una generación de cancionistas como nosotros, colegas y amigos que bancan la parada de la canción. La canción casi nunca está de moda y es muy difícil en estos tiempos. Eso te da una pauta de que obviamente el mercado quiere otra cosa y se hablan otras cosas, es una propuesta que tiene las de perder. El documental era la oportunidad de hablar sobre qué significa la belleza del arte para nosotros. Facu en el docu dice que cualquiera puede tener una epifanía artística y eso me parece que es un poco la posta: bajar a los artistas del pedestal, poner la obra artística por sobre todo y poner al campo colectivo como ley absoluta.
Estamos en un momento donde los éxitos, como decían ustedes, se completan con efectos en la voz y beats como instrumentación. ¿Un disco así es una respuesta a lo actual?
FG: Es una representación de lo que mejor sé hacer o lo que mejor resuena de mí en los demás, y lo que pude aprender a raíz de experiencias anteriores. Es una respuesta a mí mismo, qué es lo que puedo hacer bien y lo mejor que puedo dar. No lo siento como un acto de rebeldía ni de contrapropuesta.
NE: Incluso hay un gen del trap y del rock en el disco, justamente el flash de hacer cualquiera, grabar un disco que te lleva a dúos de los 70 en Bariloche armando un estudio de grabación en una cabaña que era una galería de fotos y fabricando un disco físico, que el formato CD está totalmente muerto. Hay una autenticidad que para mí representa mucho de la urgencia y de la adrenalina de Ca7riel y de Paco Amoroso, y de algún modo nuestro gen rebelde fue ese.
Van a presentar el show por streaming. ¿Cómo funciona para ustedes este recital?
NE: Una de las cosas que nos interrumpió el coronavirus fue el concierto de presentación, teníamos ganas de hacer una propuesta muy ambiciosa y habíamos estado hablando con productores. La propuesta fue trasladar eso al mundo digital, sacamos los dos adelantos por las redes y funcionaron muy bien, y con el disco pasó lo mismo, somos re agradecidos de eso y es un premio a todo el laburo que hicimos. Y entonces, cuando nos planteamos hacer un show por streaming, que lo vamos a hacer desde el estudio de mi hermano con un protocolo súper estricto, lo que nos planteamos fue que este concierto y lo que hagamos con este concierto esté a la altura del disco y de todo el proceso. Lo que queremos hacer es que la gente que compre la entrada y vea el show pueda comprender lo que conlleva armar un concierto, tocar en vivo y hacer una producción de arte. Con esto hacemos un retruco a los lives y queremos entregar un producto de calidad para que disfruten como si fuera un concierto en su casa, y también nos ponemos a prueba de cómo nos adaptamos a esas situaciones. Es un re desafío a nivel artístico. Por suerte tenemos un buen augurio, que es que son canciones que nacieron como las vamos a tocar.
En el documental hablan de que quieren conmover, ¿cómo se puede conmover a través de un show de este estilo?
FG: Es un desafío hermoso ese, porque estamos pensando que vamos a tener que estar conectados con la canción, con nosotros mismos y en la canción con nosotros dos. El objetivo es hacer fuerza para que a través de la pantalla llegue esa energía. Estamos muy cebados con cantar los temas, pensá que estamos escuchando el disco hace meses y queremos tocarlos, aparte son temas que empiezan a sonar al toque porque son pocos elementos. Confiamos en que la energía que venimos acumulando en el transcurso del proceso va a desembocar en ese streaming y lo tomamos como una celebración. Obviamente, el hecho de que fuera en buena calidad de video y sonido era necesario por cosas técnicas, la puesta en escena también está ligada a esa intimidad. La idea del disco y del streaming es la compañía, esa cualidad es súper importante. No pretendemos reemplazar los shows en vivo, sabemos que es otra cosa, pero que siendo otra cosa puede ser algo muy lindo que a nosotros nos permita celebrar que lo hicimos y que la gente que ya escuchó los temas o los está escuchando por primera vez ese día les llegue esa vibra.
Niño Etc. y Facundo Galli presentan La mirada prestada por streaming el sábado 22 de agosto a las 20 h a través de PassLine.