Normal People llegó a Latinoamérica en julio de 2020 a través de Starzplay y tuvo la aclamación inmediata de la crítica. A un año de su estreno, esta miniserie producida por la BBC y Hulu va en camino a convertirse en una serie de culto en todo el mundo.
Inspirada en la novela homónima de la autora irlandesa Sally Rooney, Normal People cuenta la historia de amor y amistad de Connell y Marianne mientras transitan la adolescencia en Sligo –un pueblito en Irlanda- y la vida de jóvenes adultos en la universidad de Trinity en Dublín. Curiosamente, la autora estaba todavía estudiando en esta misma universidad cuando escribió la novela. Así describe la historia de una relación sin estereotipos que explora de manera fresca e interesante los vínculos y la sexualidad, atravesando momentos de intensa conexión y malentendidos que pueden cambiarlo todo en un segundo.
La miniserie está compuesta por 12 episodios de 30 minutos cada uno, escritos y producidos por Alice Birch y la misma Rooney, y está protagonizada por los irlandeses Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal en la piel de Marianne y Connell respectivamente. Indie Hoy habló con Mescal sobre cómo pasó de ser un actor virtualmente desconocido a tener que escapar de stalkers por la calle y cómo transitó el éxito de Normal People en medio de una pandemia.
El éxito llegó para este actor de 25 años en un contexto un tanto extraño, ya que Normal People se estrenó cuando todo el planeta se encontraba en cuarentena estricta. Por eso cree que la razón detrás de su éxito no es él sino el gran equipo detrás de la serie y bromea que “la gente no tenía mucho que hacer durante la cuarentena así que miró mucha TV. Por suerte para nosotros eligieron ver nuestro show”.
Paul es un actor por decisión, estudio y amor pero que no es una de esas personas que puede decir que siempre quiso ser un actor. “Me convertí en actor por decisión, no fue un accidente, pero sí creo que comencé un poco tarde. Es extraño, cuando era chico lo veía a mi papá ahí –en el escenario- y no me daban ganas de subir y actuar, hasta que a los 18 años decidí comenzar a estudiar. Me gustaba la disciplina y el trabajo en equipo que implicaba dedicarse a la actuación”.
A la hora de hablar sobre Normal People, recuerda todo el proceso con mucho cariño. “Creo que todo mi grupo de amigos en Dublín audicionó. Sabíamos que iba a ser un proyecto exitoso, jamás pensamos que tanto, pero la novela había sido un éxito en Irlanda y suponíamos que la serie al ser de BBC también iba a serlo. Bromeábamos sobre quién iba a quedar en el rol de Connell, fue un casting muy ameno porque eran todas caras conocidas. Cuando me llamaron para decirme que volviera y después para decirme que el papel era mío no podía creerlo. Todavía no lo puedo creer”.
Sin embargo, su casting fue muy diferente al de Daisy. “Ella audicionó casi de manera opuesta a mí, ella hizo lo convencional: leer las páginas, presentarse, audicionar. Yo recibí el guion pero cometí el error de leer el libro antes que el guion así que ya sabía qué iba a pasar entre ellos. El libro es increíble, lo devoré en un día o dos. Una vez comenzado el proceso de casting volví a leer el libro pero desde la perspectiva de Connell y fue súper diferente y útil para mí”.
Cuando pondera sobre las razones que explican por qué la serie se convirtió en un fenómeno, Paul cree que el público se siente muy identificada en el retrato de “gente común”. “Todo lo que le pasa a los personajes son situaciones, emociones, momentos que todos hemos transitado de una forma u otra en nuestra vida -dice-. No es solo gente común, son momentos comunes, son emociones comunes. Con comunes me refiero a universales: todos nos desencontramos con alguien, todos tuvimos miedo de salir de nuestra zona de confort, a todos nos rompieron el corazón, etc. Creo que cualquiera que vea el show va a poder sentirse reflejado con al menos un momento de las vidas de Marianne y Connell. La serie está hecha sobre un nivel básico humano, sobre el sentir”.
Paul admite que hace poco vio la serie completa por primera vez junto a Daisy. “La miramos jugando un drinking game donde teníamos que tomar cada vez que Connell no terminaba una oración, o cada vez que Marianne decía algo que los ponía incómodos. De más está decir que terminamos la botella -cuenta entre risas-. Fue muy lindo porque trajo muchos recuerdos de la filmación, de los ensayos, de las pruebas de vestuario. Creo que ambos estamos de acuerdo que este fue el proyecto que cambió nuestras vidas para siempre. Lo que compartimos es único y siempre va a serlo”.
No fue fácil para Paul que literalmente el día siguiente del estreno hubiera gente con cámaras en la puerta de su casa. Sumado a esto, dice que en medio de la pandemia esa repentina exposición sin su familia fue un tanto abrumador y se sintió un poco asustado. “Todos me dicen que es algo que viene con el trabajo pero todavía no me acostumbro a las cámaras, a que me pidan una foto, a que salir de mi casa ya no sea igual a como lo era hace tan solo dos años. Todavía estoy aprendiendo y me parece que este es un contexto muy interesante para aprender a ser una figura pública. ¿Ya estoy listo para decir que soy famoso? Para nada, me falta mucho, muchísimo”.
Rememorando la gran historia de Marianne y Connell, Paul sigue formando su propia idea de lo que llamamos amor. “A primera vista y sin dudas, Marianne y Connell están locamente enamorados, pero eso no significa que sean lo mejor para el otro. Por momentos estoy celoso de Connell, me encantaría vivir una historia de amor así, pero por momentos me da pena y no lo envidio para nada, no me gustaría tener que cargar con todo lo que le pasa. Son personajes simples pero profundos, tienen una conexión instantánea y visceral, pero les cuesta mucho comunicarse. Es fácil para Daisy y para mí hablar sobre ellos porque nosotros hablamos mucho, nos encanta hablar sin parar. Marianne y Connell son lo contrario, creo que se hubieran ahorrado un montón de problemas si hubieran sabido hablar el uno con el otro”.
Entonces, ¿esa es la clave en el amor y las relaciones? ¿La comunicación? “Todavía no sé cómo definir el amor y no sé si alguna vez voy a poder hacerlo por completo -reflexiona Paul-. Creo que es diferente para cada uno. Sin dudas creo que la comunicación es fundamental para cualquier relación con otro ser humano. Pero ahí está el problema ¿no? No siempre podemos: no sabemos cómo decirlo, cuándo decirlo, a veces ni siquiera sabemos qué decir porque no estamos seguros, y todas esas dudas que nos atraviesan también estaban en los personajes de Normal People. Creo que por esa cercanía que podemos sentir con los personajes es que la serie sigue y seguirá siendo un lugar en el que todos podemos encontrarnos”.
Normal People está disponible en Starzplay.