“Soy Zuleima González, yo actúo en cuanto mi cuerpo, mi mente y mi corazón me lo piden”. Quizás, el nombre puede pasar desapercibido, pero no sucede lo mismo con su alias artístico: Ptazeta. Desde Canarias para el mundo, la rapera y cantante española ha sabido cautivar al público con una destreza reluciente, seductora y, al igual que la serpiente tatuada en su rostro, un poco venenosa. A los 24 años, hace eco de las veleidades propias de su eclecticismo fusionando elementos del trap, reggaetón y dembow, aferrada al termómetro isleño y al temperamento del hip hop. Así mismo, desdobla su potencial lírico haciendo fluir en forma de barras una caligrafía queer con experiencias estimulantes sobre un flow irresistible y revelador.
Si bien por este lado del mapa su reputación empezó a resonar al instante que Bizarrap publicó la “Bzrp Music Sessions #45”, Ptazeta irrumpió en la cresta urbana en 2019 con “Mami”, la primer canción de un fenómeno que sacudió el tablero de la música latina y cultura global. Ese debut astuto también selló la afinidad con el productor coterráneo Juancko que se expande hasta nuestros días. Tras despuntar el auge a nivel nacional, la canaria prosiguió elevando su fama en colaboraciones fascinantes junto a estrellas argentinas de la talla de Nicki Nicole, Emilia Mernes y L-Gante.
A pesar de que el meteórico ascenso fue interrumpido por la pandemia, la actual explosión en su carrera descubrió el vigor del activismo que la convirtió en una abanderada del movimiento LGTBIQ+. “Si alguien siente que yo la estoy representando sigue siendo un honor. A mí me encanta. Yo también soy del colectivo”, cuenta Ptazeta en conversación con Indie Hoy, alzando el goce de la empatía ante cualquier intento de afición ornamental. Con un puñado de canciones que reflejan un instinto salvaje, la rapera mantiene la vitalidad de un espíritu tornadizo para matizar la franja emocional que atraviesa del gruñido al orgasmo musical en una relación simbiótica entre el placer y la bronca.
Hace un tiempo dijiste que “A quién le importa” de Alaska y Dinarama es un hit que te empoderaba, y por eso estabas contenta de poder reversionarlo. ¿Qué sentís cuando te dicen algo semejante sobre una de tus canciones?
La verdad que eso es flipante. Sobre todo, más allá de eso, tú como persona estás creando una sensación tan fuerte de valentía en otras personas. A veces la inseguridad que reina en el mundo nos detiene, porque para mí y para todos es duro de lidiar. En ese sentido, que alguien me diga que superó tal conflicto gracias a mi música es increíble. Yo también he cogido temas musicales que me han hecho a lo mejor remediar algunas situaciones por lo que me da la vibra de ese tema. Es muy sorprendente y reconfortante. No siempre que actúe va a estar contento todo el mundo. Por eso, si a ti te apetece sentirte representada por mí, me enorgullece. Pero no busco eso.
¿Y qué buscás?
Yo busco dar mi mensaje. En mis conciertos me doy tiempo a dar una pequeña charlita, algunas pautas, siempre digo que hay que levantar una mano por la terapia porque es muy importante cuidarse la mente. Las redes sociales son buenas hasta cierto punto, hay que respetar. Molaría que elimináramos los malos comentarios, porque al final, eso es miedo. Es miedo a lo nuevo, a lo desconocido. Nosotros no tenemos un problema, el problema lo tiene la gente. A mí me engrandece, porque digo “No, huevón, yo no me estoy equivocando, te estás equivocando tú, y quien va a vivir infeliz solo eres tú”.
En “Ponte pal XXX”, uno de tus últimos singles, ratificaste tu versatilidad al abordar elementos del reggae con el estilo urbano que tanto moldeás. ¿Qué nos podés contar acerca de esta canción?
Yo con Joacko siempre intento tocar todos los géneros y, aunque no sean nuevos, que los fusionemos con otra cosa que sea añadida. Este en especial me gusta mucho porque es la primera vez que tocamos el reggae. Y todo lo que vaya tocando nuevo, a mí me apetece ver qué pasa. Creo que ahora estoy en esa época de experimentar. Experimentar en el sentido de que si soy compositora da igual en el estilo que me meta, voy a intentarlo.
Evitar estancarse libera una energía revitalizadora para afrontar nuevos desafíos. ¿A qué clase de sensaciones está ligada la experimentación en tu obra?
Me demuestro a mí misma que puedo hacer lo que me de la gana. Desde hacer un pop, que nunca me imaginé, porque de donde venía yo, que era el rap pumba, tú hace tres años me decías que me pusiera a cantar y yo me reía. Pero al final, he descubierto que me encanta hacerlo, y hoy en día hago cosas que ni eran pensables que las hiciera, porque sigo trabajando. Pienso que en el arte siempre es así porque, en definitiva, es tu arte. Y tú te superas a ti mismo, no hay nadie más. A lo que voy es, ¿qué está bien y qué está mal? Depende de qué persona te esté mirando. Pero quien te superas eres tú con cada tema nuevo, con cada cuadro, lo que sea.
Solés decir que lo que te impulsa del hip hop es su carácter poético. ¿Dónde encontrás inspiración para escribir?
Yo voy tomando inspiración un poco del día a día. Sí es verdad que cuando me voy a poner a escribir es raro que no me ponga a escuchar rap, porque es lo que me impulsa y me motiva. Pero a veces puede ser una simple historia que tú me cuentes. He tenido amigos que la han pasado mal en el amor, o con sus parejas que han sido maltratadas. Si mando un guiño a eso, trato que sea algo saludable, desde un amor sano. Yo siempre le digo a mi gente “quiéranse mucho, quiéranse bien, y sobre todo, a quien les dé la puta gana”. No hay que mirar atrás, y si el mundo te comparte, perfecto. Si no, da igual. No es que tú le tengas que agradar a todos. No se acaba la vida si el mundo no te comparte. Habrá gente igual que tú. Si la familia no está en tu casa, las vas a tener fuera.
The party en la casa, tu disco debut que publicaste en 2022, marcó un antes y un después en tu carrera. ¿Cómo fue el proceso de llegar a lo más alto single tras single a dar el gran paso de publicar un álbum?
Me hace muy feliz que luego pudimos firmar con Interscope Records. Yo estaba con mi sello y con mi manager, pero haciendo todo entre familia. Y ahora, a cargo de una multinacional, pensamos que deberíamos cerrar un período. Teníamos temas para sacarlos como singles, pero decidimos agruparlos y darle un sentido. A The party en la casa lo pensamos mucho sobre todo de cara a los festivales con la gente de pie. Digo esto porque yo empecé a presentarme con el público sentado, con las mascarillas puestas. Así que pensamos algo directo para la fiesta y el baile. Intentamos nunca perder eso de mezclar géneros, porque creo que es un disco de media hora bastante ameno, fresquito y que se te pasa muy rápido.
Entre la cantidad de shows que brindaste a lo largo de tu gira del año pasado, hoy parece tan lejano pensar en las restricciones de la pandemia. Sin embargo, imagino que es algo imborrable en tu memoria ya que fueron las primeras veces que cantaste frente al público. ¿Cuál es tu reflexión acerca de esa particular etapa inicial?
Si yo con la gente sentada y con las mascarillas puestas me la pasaba flipante, y para mí era increíble que estuvieran cantando mis canciones, imagínate ahora que la gente salta y veo verdaderamente que la tiro y me la devuelven. No lo puedo comparar, ahora es muchísimo mejor que antes. Es que a los festivales que no hemos ido es porque no podíamos, no cuadraba, coincidía con otro. Estábamos todos de acuerdo que era lo que había que hacer este año para que la gente siga teniendo ganas de vernos y seguir esa línea.
El año pasado trabajaste junto a Nicki Nicole y Snow Tha Product en “Tengo to”. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Nicki es muy agradable, muy simpática. Nos empezamos a seguir de repente, y un día me habló para decirme que estaba trabajando en un álbum y quería que estuviera en él. Obvio que acepté. Para mí es un placer que artistas grandes como ella también valoren el esfuerzo y talento, a pesar de que no tengamos los mismos números. Es muy reconfortante y motivador.
¿Imaginabas que tu sesión con Bizarrap iba a causar tanto revuelo?
Yo sabía que desde que esa sesión saliera algo iba a cambiar. Porque es un foco tan grande de gente que yo no tengo, y a cualquiera que se lo de, en su vida va a cambiar algo. Es una oportunidad muy grande, luego está de que sea para bien o para mal. Terminé aumentando mis seguidores a medio millón, imagínate. La gente me conocía por la calle, y en Argentina Biza es una persona muy reconocida. Me ha abierto campos para que me pueda desenvolver en sitios que antes no tenía.
Gracias a artistas como vos y Quevedo, la escena de Canarias alcanzó gran relevancia musical en el último tiempo. ¿Qué significa para ustedes levantar su bandera ante el mundo entero?
Es increíble. Quevedo, Juseph, La Pantera, Joacko y yo junto a otros artistas estamos demostrando que hemos tenido talento siempre, aunque se esté viendo ahora. España siempre nos desprestigió. Antes se marcaba mucho la diferencia, ahora todo el mundo está mirando hacia Canarias. Es raro que tú le preguntes a un canario de dónde es y te diga español, te va a decir canario, porque sentimos nuestra tierra. Es diferente España que Canarias, aunque parezcan lo mismo. Yo pienso que habremos gustado, porque sino no tendría sentido todo esto.
Escuchá The party en la casa de Ptazeta en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).