Sonido Konex vuelve una vez más este fin de semana para mantener prendida la llama de la escena independiente nacional. En esta edición, el ciclo contará con la participación de Shaman y El Fuego, el proyecto del cantautor patagónico conocido por su poderosa voz y letras introspectivas, que se unirá a la fuerza sonora de Atrás Hay Truenos, la banda neuquina responsable de una bola de distorsión y emociones.
El canto grave de Shaman es como un río que serpentea por paisajes agrestes. Su profunda y resonante tonalidad nos conecta con la tierra y la naturaleza, elementos recurrentes en su música. Con la intensidad de su interpretación, el cantautor nos transporta a vastas extensiones de la Patagonia, donde la introspección y la conexión con el entorno son fundamentales en un estado de trance en el que el tiempo parece detenerse.
Criados en los suburbios de Neuquén, Roberto Aleandri, Diego Martínez, Héctor Zúñiga e Ignacio Mases de Atrás Hay Truenos forjaron un sonido tan gélido como incandescente. Su sonido, una alquimia de rock, noise y experimentación, es una invitación a sumergirse en el caos ordenado, a perderse y volver a encontrarse en cada una de las canciones. Un reflejo de la naturaleza indómita de su tierra natal, una fuerza salvaje que sacude hasta los huesos.
¿Qué libros leen, qué películas ven y qué discos escuchan las bandas que pronto encenderán el escenario de Sonido Konex? Antes de su presentación el domingo 22 de septiembre, Indie Hoy indagó en los gustos personales de los músicos invitados, revelando un panorama cultural tan diverso como su música.
Policiales, historias de juventud y relatos patagónicos
Las recomendaciones literarias van desde lo personal y lo histórico hasta lo ecologista y lo criminal. Desde novelas que capturan la esencia de épocas pasadas y la experiencia juvenil, hasta correspondencias íntimas entre padre e hijo sobre arte, Shaman y los Truenos se notaron como ávidos y curiosos lectores.
Roberto Aleandri de Atrás Hay Truenos: Yo seleccioné dos libros de lo último que estuve leyendo. Uno de un autor patagónico, Piro Jaramillo, que se llama Nuevas veredas. Es una novela situada en la década del 90 en la ciudad de Neuquén sobre unos adolescentes queriendo comprar porro y los persigue la Policía Federal de civil. Es hermosísima. Me hizo acordar a El cartero de Bukowski, ese tipo de novela pop.
Diego Martínez de Atrás Hay Truenos: Está bueno porque retrata toda una época de mi adolescencia. Y hay algo en el lenguaje de la época, en cómo habla también el protagonista. Está bueno que exista porque representa algo, que yo no había leído de la época, de la manera que se vivía, con un adolescente criminalizado por fumar un porro de mierda.
Roberto Aleandri: Y después el otro libro que leí es de John Berger, que es un pintor y crítico de arte, y se llama Tu turno. Son correspondencia con su hijo, que también se dedica a la pintura y a la crítica de arte, mientras estaba haciendo una residencia en otra ciudad, entonces se iban intercambiando mails. Es todo un diálogo muy hermoso entre un padre y un hijo hablando de arte y de pintura, y de cosas que les pasan también a ellos. Me hizo caer una lágrima.
Shaman Herrera: Yo estoy viviendo en el sur. Vivo en Epuyén, que es un pueblito muy chiquitito y ahí conocí muchos personajes muy especiales. Entre esos personajes, hay un señor que se llama Lucas Chiappe, que es un fotógrafo ecologista que vive allá desde hace 50 años, un hippie que viajó por todo el mundo en los 60 y terminó ahí en Epuyén. Lucas escribió mucho sobre eso, pero ahora están haciendo una película que se llama El dique, porque en un momento le iban a hacer un dique e iban a inundar todo el valle, e iba a desaparecer. Lucas y muchos de los hippies que estaban ahí en esa época, en los principios de los 80, hicieron un sabotaje organizado para que no se haga el dique. En un momento llegaron al lugar los ingenieros de la provincia, construyeron un puente para llegar al lugar donde tenían que hacer el dique, y ellos se organizaron una noche, fueron, desarmaron el puente y se afanaron todo, y con ese puente hicieron sus propios puentes. Porque Epuyén tiene una característica: el río separa lo que es la montaña, el Pirque, del resto del valle. Y estos vivían del otro lado del río, así que se hicieron sus puentes. Hay una cultura ahí bastante combativa para preservar la ecología, preservar el lugar. Relatos de Epuyén son entrevistas que él hizo a los pobladores de los 80, gente que vivía ahí antes de que hubiera pueblos. Y hay muchas historias muy hermosas. En un momento se había construido un monasterio en el bosque, donde unos monjes que se fueron a vivir ahí y todo era medio loco. Terminaron sucediendo historias muy turbias, oscuras, de terror. En un momento había una familia que vivía cerca del monasterio, la asesinaron y nunca se resolvió el crimen. Nunca nadie supo quién los mató.
Héctor Zúñiga de Atrás Hay Truenos: Yo quiero recomendar una editada por Rara Avis que relata cómo atraparon a uno de los personajes más siniestros que hubo en la Argentina, según los registros, que se llamaba Banana Espiasse. Era un chorro de bancos que lo agarraron en Comodoro viviendo en un lugarcito chiquito y lo encontraron después de años de buscarlo. El libro se llama El trueno en la sangre de Federico Fahsbender.
Documentales, ciencia ficción y pochocleras
En cuanto a películas, las recomendaciones de los artistas reflejan una variedad de enfoques, desde exploraciones sobre la vida en entornos aislados, hasta producciones de ciencia ficción y cine popular. Cada obra parece resonar de manera personal, ya sea por su conexión con la realidad social, su capacidad para evocar nostalgia o por su estética única. El cine se presenta aquí como una ventana a distintas realidades y sensibilidades, entre lo íntimo y lo masivo.
Shaman Herrera: Hay un grupo de cineastas que se armó allá en el sur y sacaron una película que se llama El Turbio. Es un documental sobre este lugar que se llama El Turbio, que está cruzando el Lago Puelo. Cruzás el Lago Puelo y caminás cuatro horas por un río, y llegás a un lugar donde hay diez familias, en un momento eran 50, pero está todo dentro del Parque Nacional Lago Puelo. Son pobladores que no tienen los títulos de sus tierras de propiedad, porque están dentro del Parque Nacional. Obviamente están súper aislados y la película cuenta la evolución de ese lugar, de cómo llegaron y cómo también la gente se empezó a ir porque no podían sostenerlo, porque no tenían los títulos de propiedad y no podían hacer nada sin eso. Entonces muchas de las familias se fueron yendo, otras quedaron. Es muy emotivo, porque te muestra la crudeza de la vida en el medio del bosque. Son los mismos que están haciendo El dique.
Héctor Zúñiga: Hay una película que me encantó, que es bastante particular de ciencia ficción, que se llama The Man from Earth. Es una historia de principio de los 80 sobre un tipo que un día llamó a sus amigos, les dice que se va a tomar el palo y les cuenta que él es Jesucristo, “soy eterno acá en la vida” y entran en un mambo todos juntos. Es muy particular y muy bella, también porque está filmada como si fuese Twin Peaks, como una serie televisiva de finales de los 80 y principios de los 90, la gran película que para mí llega a esta modernidad.
Roberto Aleandri de Atrás Hay Truenos: Yo la última que vi fue Las Tortugas Ninja: Caos mutante. Tremenda. La música está loquísima y la historia es sobre su origen. Me encantaron las ilustraciones en modo historieta animada.
Diego Martínez: Yo volví a ver el Drácula de Bram Stoker por Francis Ford Coppola, increíble. Gary Oldman la rompe.
Ignacio Mases de Atrás Hay Truenos: Yo vi Barbie y me gustó. No esperaba que sea como la muñeca, pero todo el trasfondo es bastante interesante.
Diego Martínez: A mí me gustó también. No es una locura, pero está bueno. Tiene como una cosa medio feminista.
Shaman Herrera: Recomendaría también la película que produjo David Bowie, 30 Century Man, sobre Scott Walker. Es espectacular, ahí ves al chabón y entendés lo que es un buen documental. Es sobre este loco que empieza en el pop de los 60, en plena Beatlemanía, con su banda que está en ese viaje. Pero después el tipo empieza a decir: “No, yo no quiero hacer esto, yo quiero hacer mis cosas”. No le interesaba la fama ni la conquista, solo quería hacer lo suyo. Es un retrato excelente de su transformación.
Héctor Zúñiga: Haciendo un paralelismo con el Piru Jaramillo, había pensado en Rapado, la película de Martín Rejtman. Pensando en el retrato de los 90, de los que viven acá, para mí tiene mucho de ese lenguaje medio crudo y muy bello, porque todos nos sentimos cercanos de alguna manera a eso.
Música que toma riesgos
La elección discográfica también fue variada: Shaman y Los Truenos disfrutan de la música nostálgica y cinematográfica, pero también exploran discos recientes que rompen con lo convencional. Hay quienes encuentran en las grabaciones caseras y compilaciones un universo único y especial, evidenciando cómo la música puede seguir siendo un terreno de constante descubrimiento y reimaginación.
Shaman Herrera: Soy padre de dos niñas, entonces escucho el disco de la música de Totoro a pleno. Eso es lo que estoy escuchando muchísimo, la música de las películas de [Hayao] Miyazaki. Pero bueno, también escuché mucho últimamente a Scott Walker, todos sus discos solistas. Soy muy fan del disco Nite Flights de los Walker Brothers. Para mí es de ahí que Bowie tomó para hacer su carrera de los 80, está toda basada en ese disco del 78 de los Walker Brothers. Increíble, con bajo fretless, pero con un sonido que decís “Pedro Aznar, no existís”. No porque toque mucho, sino porque lo usa de una manera increíble.
Héctor Zúñiga: El último de Los Reyes del Falsete, Operación abrazo y beso, me pareció muy bello y muy gigante, es un disco muy arreglado. También es muy actual, salió hace muy poco. Ellos pasaron mucho tiempo sin sacar disco, pero esto me parece que es una obra consumada. Rompieron con todo.
Shaman Herrera: Aparte, Los Reyes tienen una personalidad musical muy fuerte, por lo menos en sus discos, y acá como que transgreden mucho, salen un poco de su molde. Lo escuchás y no te pensás que son los Reyes hasta que los escuchás cantar. Está muy bueno. Me parece como que se montaron en un viaje. Apostaron y eso para mí es lo más importante. Siempre disco a disco es apostar algo, jugártela con algo nuevo, y ellos lo hicieron, le quedó espectacular, muy fino.
Diego Martínez: Pasa justamente eso, querés hacer un disco nuevo y querés ir por un lugar que no fuiste nunca. Que es medio como una incertidumbre hasta que se materializa. A nosotros nos está pasando ahora que estamos con el disco nuevo.
Shaman Herrera: A mí eso me pasó con ustedes con Bronce. Cuando lo escuché, pensé: ¿estos chabones de dónde sacaron eso? Creo que es una generación que trata de buscar el desafío, de no ir por la moda, sino ir por lo que le gusta y profundizar.
Ignacio Mases: El otro día fui a ver por primera vez a DIIV y me quedó en la cabeza un tema del disco nuevo [Frog in Boiling Water], lo escuché completo y me gustó mucho. No soy fan, pero la verdad que fui a ver y estuvo muy bueno.
Roberto Aleandri: Yo sigo fascinado con un artista que conocí en la época en que estábamos trabajando en Bronce, y es Arthur Russell. Me pasa algo muy loco con él: no me canso. Cada vez que vuelvo a escuchar un disco o una canción es como entrar en un universo tan particular y único, que no puedo dejar de recomendarlo. Siempre le digo a todo el mundo: “Tomá, escuchá alguno”. Si pongo cualquiera de sus discos, le doy play y es como si fuera la primera vez. Es muy especial para mí, tiene una cosa única y preciosa. Él solo tiene un disco de estudio, que fue un quiebre en su vida, se quebró después de esa experiencia con la discográfica y el estudio. El resto de su obra son grabaciones caseras que hacía en su portaestudio y, cuando falleció, su pareja empezó a rescatar esos cassettes y publicarlos en compilados. Es una belleza, muchas veces son versiones distintas de la misma canción. Uno de esos discos se llama Calling Out of Context.
Shaman y El Fuego y Atrás Hay Truenos se presentan el domingo 22 de septiembre a las 19 h en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131, CABA). Entradas están disponibles a través del sitio de Konex, con 25% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy.