Steve Shelley vino a Buenos Aires en seis ocasiones: pasó por los escenarios más grandes junto a Sonic Youth y tocó en teatros o clubs con Lee Ranaldo, Hallogallo, Christina Rosenvinge y Sun Kil Moon. Al mismo tiempo, presenciamos una deconstrucción de Sonic Youth porque estos shows nos permitieron conocer más sobre la personalidad y las posibilidades que ofrece cada integrante por separado, con proyectos disímiles y en espacios inusuales.
A fines de diciembre nos encontramos con el baterista de una de las bandas de rock alternativo más influyentes del mundo, despreocupado y sonriente mientras escuchaba el show de bandas locales como Riel y Pyramides entre el público de Villa Crespo, Zárate, Tandil y Morón. En estos lugares se presentó con Riviera Gaz sobre escenarios pequeños, ruidosos y sofocantes, con la misma energía y buen humor que observamos en sus conciertos multitudinarios.
Después de la prueba de sonido en “Detroit”, Steve Shelley nos concedió una entrevista y habló de sus proyectos y bandas preferidas a tono con el espíritu under de la gira: en una mesa plegable del bar, sobre la vereda de Av. Rivadavia 17.500. Más extraño que la ficción.
Las circunstancias de esta visita son muy distintas a las anteriores, ¿cómo te sentiste durante el recorrido por lugares atípicos de la provincia?
Esta vez fue mucho mejor, por supuesto. Siempre es más agradable cuando tenemos la posibilidad de pasar una buena cantidad de tiempo en los países que visitamos, ¡incluso tomamos el colectivo hasta Tandil! Fue lindo disfrutar del paisaje y los pueblos en el camino, y cuando llegamos nos condujeron a una especie de bar que estaba ahí solo para trabajadores del campo. Es genial ver ese tipo de cosas porque amo la ciudad de Buenos Aires para caminar o ir a un buen restaurante, pero eso era casi todo lo que conocía de Argentina. Si es la quinta o sexta vez que vengo, es bueno recorrer un poco más, así que definitivamente fue una visita estupenda. Claro que no todos los shows fueron perfectos, pero eso es parte del trato: si querés desviarte del camino para tocar en lugares distintos, tenés que ser flexible con las eventualidades de cada noche. Esta vez vamos a tocar en el club más típicamente rockero de toda la gira y es curioso que se llame “Detroit” porque yo soy de Michigan, así que me siento como en casa.
¡Cierto! Y le pusieron este nombre por la canción de Kiss.
¿”Detroit Rock City“? ¡Sí! Yo solía tocar esa canción cuando era chico. Cuando estaba aprendiendo a tocar hacíamos esos temas porque eran muy fáciles.
Hablando de clubes, el lugar donde tocaron el martes pasado en Capital se parecía un poco al video de “Dirty Boots”, ¿no?
Creo que el club donde filmamos ese video era mucho más lindo, pero fue bueno ver que tanto los chicos como las chicas vienen a los shows en Argentina porque en algunos países solo los hombres van a conciertos. Es genial ver que hombres y mujeres estén interesados en descubrir música nueva y diferente.
También tenemos muchas bandas locales con integrantes femeninas.
Claro, fue lindo ver a una banda como Riel que está formada por un chico y una chica, las cosas son diferentes. Es algo cansador cuando son solo chicos todo el tiempo.
Sabemos que te gusta escuchar y compartir música sudamericana, ¿tratás de conocer bandas nuevas durante tus viajes?
En realidad no me dedico a buscar, simplemente sucede. El otro día alguien me preguntó si me gustaba explorar música de otras épocas, pero en realidad no tengo que ponerme a buscar porque la gente me pregunta “¿conocés a este gran cantante argentino?” y yo digo “¡no, decime!”. Si te juntás y pasás un tiempo con personas de cada país, es fácil aprender sobre bandas nuevas y viejas. Por lo general me interesan las bandas viejas, pero todo lo que descubrimos es parte de la diversión que tenemos al viajar.
¿Cómo surgió Riviera Gaz?
Conocí a los chicos hace un tiempo y todo fue gracias a un amigo mío, un fotógrafo argentino que se llama Matías Corral. Él vive en Europa y supo que yo iba a estar en San Pablo, así que me dijo “tenés que conocer a alguien que vive allá” y me presentó a Paulo, nuestro bajista. Fui a visitarlo y él me presentó a Gustavo, y eventualmente decidimos hacer algunas canciones juntos. En fin, es por Argentina que tengo compañeros de banda brasileros.
¿Qué planes tenés en 2017? ¿Nuevos lanzamientos?
Sí, grabé algunas canciones para el álbum de Lee, hicimos un disco con Thurston y otro con Sun Kil Moon, pero creo que el año que viene voy a viajar con Thurston. En abril vamos a hacer con él un tributo a Can en Londres, junto a miembros originales de la banda. Estoy muy emocionado porque fui fan de ellos por casi treinta años y tienen un baterista muy especial, Jaki Liebezeit, un músico maravilloso; voy a poder conocerlo y espero tener la chance de tocar con él.
¿Seguís trabajando con Sonic Youth Recordings y en tu sello Vampire Blues?
Sí, hay muchos trabajos en curso. Ahora estoy tratando de terminar un DVD de Sonic Youth que llevó mucho tiempo y con suerte vamos a lanzarlo en 2017. En Vampire Blues vamos a editar algunos discos de amigos con los que estuve tocando como Spectre Folk y también otro disco de esta banda que se llama Fuck. Es un grupo que se formó hace unos veinte años en la zona de San Francisco y, a pesar de su nombre, son una muy buena banda de pop y componen canciones realmente hermosas, tranquilas y a veces lentas. Hace muchos años edité uno de sus discos a través de Smells Like Records y después estuvieron en Matador por un tiempo. Es una de mis bandas favoritas y solo sacan estos discos extraños con un CD adentro de una caja llena de objetos, golosinas y juguetes, así que decidimos hacer un vinilo para ellos y este es el primero que editamos —dice Steve mientras nos muestra una copia de Pretty… Slow, uno de los discos que llevó consigo durante la gira—, así que estoy trabajando con ellos y reeditando su música que nunca había salido en vinilo. Es una banda excelente y, aunque su nombre puede resultar difícil de promocionar, es una de mis preferidas de todos los tiempos.
Después de treinta años de carrera musical, ¿cómo ves la escena underground actual en Michigan y en Nueva York?
Ya no paso tanto tiempo en Michigan, voy una o dos veces por año a visitar a mi familia, pero noto que en Detroit están pasando muchas cosas interesantes desde que Jack White trajo a Third Man Records. Eso es en la zona donde yo solía ir a conciertos de punk mucho antes de que existieran los White Stripes, por supuesto. También hay una película nueva sobre los Stooges que retrata la escena de Detroit en aquellos años. Amo los años ’80 y ’90 en esas ciudades, pero siempre están surgiendo cosas interesantes que no todos conocen y por eso el underground es tan genial, así que estoy seguro de que ahora hay música de la que no sé nada y creo que eso está bien. Quisiera conocer más sobre los nuevos escenarios en Detroit y Nueva York, como esos lugares en Brooklyn donde tenés que ir todas las noches para ver lo que está pasando, pero me pierdo gran parte de esas cosas porque estoy más viejo y mi vida cambió o porque estoy tocando con otras bandas al mismo tiempo.
Llegamos al final de un año político complicado y hace pocos meses Lee Ranaldo nos presentó su “canción para la revolución”, antes de que todo sucediera. Doug McCombs de Tortoise también se refirió al rol de “embajadores culturales” para demostrarle al mundo que Estados Unidos no está totalmente jodido, así que en ambos casos vemos un mensaje esperanzador. ¿Cuál es tu opinión sobre este tema?
Admiro a los músicos desde que era chico, así que me parece genial cuando alguien toma la palabra y te muestra ideas o puntos de vista diferentes. Para mí es lo mejor del mundo cuando vas a ver a alguien que admirás y esa persona tiene un mensaje positivo, de liberación o rebelión. La situación actual es muy extraña; estuve en la casa de unos amigos en Brasil cuando sucedió el golpe y vi la expresión en sus caras, y meses después tuve el mismo gesto cuando pasaron las elecciones en mi país. Creo que muchos de nosotros nunca nos imaginamos una victoria de Trump y ahora tenemos que vivir con esto. Van a ser cuatro años muy particulares, pero pienso que tendrá que haber mucho activismo y la gente tendrá que seguir expresando aquello en lo que cree. Es una situación muy compleja y confusa, sin embargo, creo que ningún país está totalmente jodido porque me parece que la gente es la misma en todas partes. Cuando era chico me enseñaron a tenerle miedo a Rusia, pero cuando fuimos allá con Sonic Youth en 1989 yo estaba muy feliz y vimos que ellos son iguales a nosotros, todos quieren las mismas cosas, todos quieren amor, todos quieren mantenerse a salvo y nadie quiere estar en guerra, al menos la mayoría. Entonces pienso que Estados Unidos no está completamente perdido porque aún tenemos gente maravillosa y grandes ideas, pero sí es cierto que el gobierno parece estar bastante jodido en este momento. De todas formas, incluso en el gobierno hay algunas personas geniales como la senadora Elizabeth Warren, una mujer inteligente y fuerte, así que necesitamos la ayuda de gente como ella.