Lo primero que se escucha al darle play al álbum debut de Tai Verdes es el sonido de un televisor saltando de un canal a otro. Tiene sentido: el disco se llama TV, abreviatura que además coincide con sus iniciales. La portada en clave retro termina de redondear el concepto. Pero para el joven californiano, que cumplió los 26 hace poco y pasó por todo tipo de experiencias laborales antes de dedicarse de lleno a la música, el título del disco es algo más que un guiño lingüístico. Lo comprueba su participación en la sexta temporada de Are You the One?, un reality de citas de MTV del cual resultó ganador, y gracias a ese sustancioso premio pudo mudarse a Los Ángeles para dar rienda suelta a su vocación artística.
Más atrás en el tiempo, la televisión también fue su aliada durante un período depresivo que le tocó atravesar. “Me quedaba en la cama y miraba The Office todos los días, me levantaba solo para comer y me volvía a acostar -recuerda en conversación con Indie Hoy sobre aquellos días-. Me resultaba un espacio seguro, un oasis en medio de ese momento complicado”. Cuesta imaginarlo en esa escena, porque ahora su optimismo es contagioso. Tanto, que anula cualquier posible gesto de cansancio durante la extensa jornada de prensa en el marco de su show en el Lollapalooza Argentina. Pero la historia de Tyler James Colon se parece bastante a la de todos: no está exenta de altibajos. Exactamente eso fue lo que plasmó, con rigurosa frescura, en los trece tracks que componen su primer larga duración, una suerte de diario personal narrado bajo el pulso del R&B y el pop.
Se nota que disfruta hablar de su proyecto. No podría decir que nunca imaginó estar en esa situación, porque siempre supo que iba a llegar. Lo sabía incluso cuando trabajaba vendiendo celulares en un local de la compañía Verizon, dormía en el sofá de un amigo, y su canción “Stuck in the Middle” todavía no se había viralizado en TikTok. Por eso no le preocupó demasiado que lo rebotaran siete veces en The Voice y American Idol, o que sus primeras canciones, esas que subía a YouTube bajo el seudónimo de Tylersemicolon, no tuvieran el impacto esperado. En vez de frustrarse, se encerró a practicar canto todos los días en el garaje de su edificio.
“Mi papá es un empresario, así que crecí rodeado de alguien que tomaba decisiones de negocios, decisiones difíciles. Se ve que absorbí mucho de eso sin darme cuenta“, reflexiona, tratando de buscarle explicación a la infinidad de escuchas que cosechan sus canciones en plataformas de streaming. Así y todo, tiene muy claro que estar sentado en ese sillón dando entrevistas, a horas de su debut en Buenos Aires y a miles de kilómetros de su casa, no fue algo que sucedió de la noche a la mañana. Es el resultado de una lógica de trabajo basada en la persistencia, y un talento que finalmente encontró el ambiente propicio para desarrollarse.
Aunque es consciente de las oportunidades que tuvo, no deja de resaltar aquel que considera su aporte más valioso para todo artista joven que esté dando sus primeros pasos: “Es importante entender que tu familia y tus amigos no necesariamente van a aprobar lo que hacés, tenés que salir y encontrar a esa gente que sí lo va a hacer”. Ese lema, sumado a un uso inteligente de las redes sociales, saber mantenerse auténtico y nunca sentirse menos que nadie -ni siquiera que Miley Cyrus o Kanye West-, constituye su fórmula ganadora. Y esto es recién el comienzo, porque otra cosa que se encarga de dejar bien clara, es que hay Tai Verdes para rato.
Aprovechaste la cuarentena para lanzarte como artista en TikTok. ¿Cómo fue que decidiste apostar por la música?
Todos quisieran escuchar a los grandes artistas decir “yo supe que quería hacer esto desde que era un bebé, salí de la panza de mi mamá cantando con un micrófono”, pero en mi caso, probé de todo. Hubo un montón de sueños que se me destrozaron. Cuando jugué al basket, por ejemplo, pensaba que iba a ir a la NBA. Cuando hice standup pensé que iba a tener un especial en Netflix, cuando empecé a actuar pensé que iba a estar en una película famosa. Pero en realidad no me gustaba el proceso que hay que transitar para llegar a ese nivel. Cuando estaba empezando con el standup me molestaba que no se rieran de mis chistes, cuando modelaba me aburría estar ahí parado haciendo miradas a cámara, no me gustaba tener que ir al gimnasio antes de una sesión… en cambio con la música no me pasa eso. Amo el proceso de hacer canciones. Si algo no me sale bien, lo intento una y otra vez hasta que funcione.
En vez de acumular singles, te animaste a trabajar un concepto y plasmarlo en un disco de trece canciones.
Sí, además, TV es la primera parte de una obra conceptual que involucra cuatro álbumes más. El próximo va a tener veinte canciones, así que prepárense.
Por suerte, no sos de los que piensan que escuchar álbumes enteros ya pasó de moda…
Creo que los artistas usan eso como excusa, en cierta forma. ¿Por qué todos escuchan un álbum entero de Harry Styles o de Kanye West, por ejemplo? La gente sí que escucha álbumes, no escuchan tu álbum, que es distinto. Drake construyó un concepto, por eso escuchan sus discos. Pero no es solo eso, tenés que hacer álbumes, antes que nada. Algunos artistas van al estudio pensando en hacer un tema que suene en la radio y eso igual está bien, no hay reglas en esto. Pero en mi caso, tengo claro que quiero sacar un disco por año. Ese es mi plan.
El disco tiene un mensaje optimista. Esta idea de que, pase lo que pase en tu vida, las cosas se van a terminar acomodando. ¿Te afectó en algún momento la pandemia o el encierro, a nivel emocional?
No suelo mirar el lado negativo de las situaciones. Cuando empezó la cuarentena, lo primero que hice fue empezar a llamar gente por teléfono, a ver quién estaba yendo todavía al estudio. No soy de quedarme en el obstáculo porque después no tenés manera de salir de ahí. Prefiero tratar de mirar el otro lado de ese obstáculo y eso fue lo que hice. Encontré un ingeniero de sonido y nos pusimos a hacer canciones.
En los comentarios de tu canal de YouTube, muchos confiesan que tu canción “A-O-K” los ayudó a salir adelante en momentos difíciles. Hay quienes dicen que les salvó la vida. ¿Cómo te impactó eso?
Es curioso, y hasta puede sonar un poco egoísta, pero realmente no hice la canción pensando en eso. Sin embargo, todo lo que generó después me hizo reflexionar. Hice algo que logró que otra gente se sintiera mejor y creo que no muchos pueden decir eso. Darle a alguien un poco de dopamina o un subidón de serotonina cuando las cosas no van bien, que con solo presionar “play” puedan sentirse un poco más acompañados en los momentos duros… lo mismo buscaba yo cuando era más chico y escuchaba a Kid Cudi o Childish Gambino. “Up Up & Away” de Kid Cudi me marcó muchísimo, la escuchaba todo el tiempo, y me encanta tener una canción que signifique eso para alguien más.
¿A qué se debió ese período depresivo por el que pasaste?
En gran parte porque no sabía qué quería hacer de mi vida, como le pasa a todo el mundo cuando es joven. No me gustaba el sistema y ahora tampoco me gusta. Esta cosa de que la gente va a la escuela, crece, va a la universidad, y actúa como si esa fuera la única manera posible de hacer las cosas o de conseguir algo, cuando tenemos a disposición internet, que es una herramienta increíble. Yo veía a gente como Justin Bieber en YouTube, Shawn Mendes en Vine o DJ Khaled en Snapchat, y pensaba “si ellos se las ingeniaron para construir su carrera en esos contextos, entonces yo también puedo hacerlo”. Estuve un largo tiempo observando las maneras en que la gente hacía dinero. Podés amar lo que hacés y a la vez transformarlo en algo rentable.
En “Momma Told Me Imma Be” describís el vínculo con tu mamá de un modo muy transparente. ¿Cómo influyó eso en la manera de encarar tus proyectos?
Ella siempre supo que era importante transmitir confianza a su hijo, porque cuando sos chico, ¿quién lo va a hacer sino? A mi familia no le convencía del todo la idea de que hiciera música, pero igual me dieron la oportunidad de probarlo. Gracias a eso, soy lo que soy hoy. Pero es paradójico, porque al mismo tiempo, eso fue lo que me llevó a este estado de depresión por el que pasé. A veces los padres te dicen que vas a ser el mejor, que sos alguien especial, pero yo después iba a la escuela y me sacaba malas calificaciones, terminé abandonando la universidad porque sentía que no encajaba… entonces pensaba “bueno, se ve que al final no era tan especial”.
¿Y cómo lograste destrabar eso?
En el fondo, siempre supe que el sistema no me estaba tratando de la manera correcta. Y creo que a muchos chicos les pasa lo mismo. Por ahí tienen una pasión, no sé, los videojuegos, el arte en general, o quizás son buenos organizando fiestas, y podrían hacer dinero con eso pero no tienen la infraestructura para hacerlo, y tampoco piensan que es posible. Hoy, todo es posible gracias a la tecnología. Con un smartphone, literalmente podés hacer cualquier cosa.
¿Te interesaría producir a otros artistas?
Sí, ya estoy empezando a producir a algunos artistas. Aunque me estoy enfocando más en mí, porque ¿quién quiere trabajar con un pibe que sacó solamente un disco? Pero hoy veo adonde llegué y me gustaría en un futuro ayudar a otra gente a que tenga la oportunidad de desarrollarse, aún cuando no posean los medios. Porque no todo el mundo tiene los medios, la gente tiene que comer, sostener familias… tampoco es que voy por ahí diciendo muy livianamente “seguí tus sueños”, cuando por ahí tenés seis hijos que mantener.
Una cosa es captar la atención de la gente en redes sociales, y otra muy distinta es que eso se traslade a la realidad. En tu caso, pasaste de ser furor en TikTok a tocar en el Lollapalooza de Chicago frente a 40.000 personas. Y con un solo disco publicado. ¿Por qué pensás que tu propuesta logró dar ese salto?
No sé si puedo opinar mucho ahora, sería sacar una conclusión medio apresurada. Pero en principio, creo que se nota que tengo un plan y que me tomo muy en serio lo que hago. Cuando salga mi próximo álbum, ahí sí van a decir “ah, este pibe está tratando de contar algo”. Así es más fácil conectar con el artista. Al menos eso me pasó a mí cuando escuché a Kanye West, por ejemplo, con The College Dropout, Late Registration, Graduation… ahí te das cuenta de que hay un concepto detrás. Lo mismo Kid Cudi con Man on the Moon, Man on the Moon II, Man on the Moon III… Ese era el tipo de artistas con el que realmente lograba conectar. Y yo quiero ser mi propio artista favorito, así que tengo que ir por ese camino.
Vas por ese camino. TV funciona como una especie de diario personal, cada canción es una parte de tu historia. ¿Cómo será su sucesor?
Se va a llamar HDTV y será otro capítulo de mi vida, una mirada en alta definición a mis relaciones. En la última mitad del álbum hablo sobre encontrar el amor, un nuevo amor sólido, hecho para durar, que no está contaminado por especulaciones. Estoy tratando de mostrarme lo más vulnerable posible, porque eso es lo más importante, que la gente entienda que estoy yo detrás de las canciones y pueda conectar conmigo. Así que sí, voy a hablar de mis experiencias otra vez, porque no escribo canciones sobre cosas que no haya experimentado. Mi música me representa de manera infinita.
Escuchá a Tai Verdes en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).