The Brian Jonestown Massacre es un pedazo vivo de la historia. Si bien el único miembro estable es su líder Anton Newcombe, el proyecto tiene más de 30 años ininterrumpidos tocando y publicando discos de primer nivel. Es considerada una banda de culto y su compositor es una fiel demostración de cómo birlar a la industria musical con elegancia de cadera shoegaze y actitud de rockero psicodélico. Este martes 18 de abril en el C Complejo Art Media, los liderados por Newcombe presentarán su nuevo álbum, The Future is Your Past, publicado este año.
La primera y última vez que los californianos pisaron un escenario argentino fue en 2016. En aquella oportunidad, el grupo de San Francisco se presentó por duplicado al tocar en el marco del festival Music Wins y un sideshow en Niceto Club que duró cuatro horas y se convirtió en leyenda. Hay que reconocer que de esas cuatro, casi media hora fue por demoras debidas a cortes de luz en el barrio de Palermo, pero igualmente el show rankea entre los mejores de la historia reciente porteña.
“¿Qué espero que suceda en el regreso a la Argentina? No lo sé, solo espero que no se corte la luz nuevamente -bromea Newcombe en conversación con Indie Hoy mientras enciende un cigarrillo frente a la cámara del teléfono-. Fuera de broma, estamos ansiosos por volver y por encontrarnos con el público, somos mucho mejor banda ahora. Tocamos las mismas personas hace mucho tiempo y con más constancia. Eso lleva a que las nuevas canciones suenen muy bien en vivo. Son únicas, inéditas y a la vez familiares, lo cual es siempre una buena combinación”.
Sobre ese recital de 2016, el multiinstrumentista tiene buenos recuerdos. Se podría afirmar que la falta de electricidad y el calor aberrante de un martes cualquiera de noviembre activaron aún más al público que terminó coreando hasta las melodías que Anton y los suyos nunca antes habían tocado. “Lo que más disfruté en ese concierto fue que la gente no solo cantaba las letras, sino que gritaban encima de la melodía de algo que quizás improvisamos en el momento -rememora-. Los recuerdo cantando todo el tiempo, fue loco, algo con buenas vibras y buenos sentimientos, muy positivo”.
Siete años después, y otra vez un martes cualquiera, los Brian Jonestown Massacre estarán haciendo lo que más les gusta hacer: tocar en vivo. “En el escenario la música encuentra su vida -sentencia Newcombe-. Entiendo que hay muy buenos discos grabados, que te hacen sentir algo cuando estás en el auto, en una fiesta, en un bar, pero la música en vivo es donde existe el concepto. Prefiero tocar en conciertos largos antes que en festivales, porque allí hay poco tiempo y estás siempre apurado. A mí me gusta estar ahí más de dos horas, tocar hasta sentirse bien”.
Cuando uno piensa en la personalidad de Anton Newcombe, quizás lo primero que aparece en mente es algún rasgo extravagante y belicoso. Lo cierto es que en la conversación el líder de la banda se para de igual a igual, demostrando una humildad y una sensatez auténticas y para nada conflictivas. “Las cosas de rockstars como las fiestas de cocaína, andar en yate y en clubs VIPs, no me interesan -admite-. Lo que realmente me importa es cómo la música une personas y culturas. Mantener a la gente unida a través de la música es algo folklórico, es algo que amo y es una suerte de esperanza. Si me preguntás qué quiero siempre que pase cuando toco en vivo, es que la gente se encuentre”.
En el primer golpe de vista, cuando Newcombe prende su cámara en la reunión de Zoom, lo primero que se nota es su vestimenta de recién bajado del escenario: sombrero de cowboy y gafas amarillas al estilo Pánico y locura en Las Vegas. Sin embargo, el californiano está en su casa de Berlín donde vive con su familia y la charla transcurre justamente como si fuera eso, una conversación profunda sobre la vida y la música, como con cualquier amigo. Tal es así, que lo primero que el estadounidense recuerda cuando piensa en su estadía en Argentina es “el gran pedazo de bistec que me comí antes de uno de los conciertos. Cada vez que puedo, voy a comer a restaurantes argentinos acá en Berlín”.
¿Por qué vivís allá?
En Alemania nadie me molesta, es muy pacífico y puedo ir a la verdulería sin que nadie me reconozca. Ningún lugar es perfecto, pero es importante no matarse entre pares por las cosas que justamente no son perfectas. Parece simple, pero si comparas con Estados Unidos, en donde la mitad de la gente quiere una cosa y la otra mitad quiere otra, se vuelve súper loco y tóxico. En cambio, acá en Berlín la gente es súper amable. Mirá, nosotros somos de San Francisco. Allí trabajé mucho con gente que no me gusta, por ejemplo gente que desarrolla inteligencia artificial. Estos son muñecos de Silicon Valley, ¿entendés? Y ellos son todos unos pelotudos. Básicamente Sillicon Valley apesta, por eso estoy del otro lado del planeta.
Fundaste tu propio sello, nunca transaste con nadie, siempre te produjiste a vos mismo y elegiste a los músicos con los que tocar. ¿Cómo hacés para mantenerte independiente durante 30 años?
Hacemos lo que queremos, vamos a los países que queremos, tocamos en teatros pequeños o medianos y eso es un honor. Hacer música paga mis impuestos y me da tranquilidad con mi hijo. Estoy muy agradecido y no es algo que haga por plata. No es por nada, pero no muchas bandas pueden durar 30 años ininterrumpidos hoy en día. Además, nos va a ver todo tipo de gente, hippies viejos, marginados, jóvenes de 30, 35 años con sus familias, es algo hermoso. No me importan tampoco la fama ni el reconocimiento, todo lo que viví ha sido fantástico y a nadie le debe importar quién es qué cosa. A mí no me importa quién sos vos, no me importa quién es tal rapero o DJ, a nadie le importa un carajo en realidad. Va todo demasiado rápido. Entonces lo que importa es el ahora, y me siento muy afortunado.
The Future is Your Past es tu álbum número 20 y el segundo que sacás en dos años, después de anunciar que estabas bloqueado creativamente. La banda mantiene una esencia que parece nunca haberse ido y a la vez suena muy fresca con cada disco. ¿Qué te gustaría que pase en el cuerpo y en la cabeza de la gente que aún no lo escuchó?
Es difícil porque lo que sentía cuando lo compuse durante el aislamiento por la pandemia no lo siento ahora. En esa época, luego del desbloqueo, escribía una canción por día. No escribí canciones propiamente sobre el COVID pero el sentimiento era de seguir adelante, de animarse a resistir. El mensaje de hacer lo mejor que puedas igualmente persiste, ahora hay problemas económicos en todo el mundo. El mundo está loco y no sabemos adónde vamos, cada vez se trabaja menos en equipo, la democracia es cada vez más “una persona gana y el resto pierde” y hay que aprender siempre cómo ser un perdedor. Yo me mantengo feliz por la música que hacemos, nada más y nada menos.
The Brian Jonestown Massacre se presenta el martes 18 de abril a las 20:30 h en C Complejo Art Media (Av. Corrientes 6271, CABA) junto a Winona Riders, entradas disponibles a través de Venti. Escuchá The Future is Your Past en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).