La espera fue larga, pero The Hives están finalmente de vuelta. Después de más de una década de silencio, la banda sueca logró romper con el maleficio que los mantuvo en la parálisis creativa y crear The Death of Randy Fitzsimmons, su sexto disco de estudio que estarán presentando los días 29 y 30 de noviembre en el Teatro Vorterix. En este nuevo material, el grupo irrumpe con una fórmula conocida, esperable, pero altamente efectiva: la irreverencia y la intensidad del rock and roll más puro e incorruptible que, aunque pasen los años, se tiñe de una juventud inmutable.
“Creo que todos en la banda tuvimos el impulso de alejarnos un poco“, admite el guitarrista Niklas Almqvist, mejor conocido como Nicholaus Arson, en conversación con Indie Hoy sobre el hiato que mantuvo a la banda lejos del estudio. Sin embargo, cuando decidieron que era hora de volver al ruedo, se encontraron con dificultades de índole inspirativo para lo que Almqvist tiene una explicación particular. “Estábamos teniendo dificultades para ponernos en contacto con Randy Fitzsimmons y la realidad es que no podemos hacer nada sin él”, dice con cierta risa burlona.
Para aquellos que estén fuera de tema, Randy Fitzsimmons -a quien hace alusión el título del disco- es el promotor, representante y compositor de todas las canciones de The Hives. A decir verdad, nadie sabe a ciencia cierta quién es esta persona, si es humano, un ente, o si verdaderamente existe. Pese a que a lo largo de los años la prensa afirmó que Randy es simplemente un seudónimo utilizado por el propio Arson para no poner su nombre en los créditos, tanto el guitarrista como el resto de la banda lo negaron rotundamente e insistieron en la existencia de este “sexto miembro” desconocido como el único compositor de la banda.
Ahora, Randy parece haber muerto, y las canciones de este último álbum son las anotaciones e indicaciones que dejó antes de partir. Sin embargo, en ningún momento este material se siente como una despedida. En él no existe la nostalgia, ni la mínima sugerencia de que algo esté por terminar. Todo lo contrario: se planta como el retorno triunfal de The Hives, quienes están más vigentes que nunca. Aunque hayan pasado más de veinte años desde su fundación, el grupo exhibe una energía inoxidable que resiste el paso del tiempo y los define más allá de su música.
Tanto el concepto como el arte del nuevo álbum hablan sobre la muerte de “su sexto miembro”, Randy Fitzsimmons. ¿Qué significa que haya muerto?
Bueno, en realidad es algo de lo que no estamos seguros. Si en verdad está muerto, eso significa que ya no habrán más canciones. The Death of Randy Fitzsimmons es la primera señal de vida de The Hives en 11 años. El título provino de las cintas, cuadernos y cosas que él nos dejó, cosas que terminaron conformando este disco. Así que no sabemos cuál es realmente su significado. Por nuestra parte, estamos en un muy buen momento y con muchas ganas de hacer cosas. Si en el futuro cercano podemos hacer otro disco, eso sería increíble. Pero como te dije, no sabemos si este tipo está muerto o está vivo, si esto es solamente una broma de mal gusto o si es algo más. El tiempo lo dirá.
En este disco hay muchas similitudes a sus primeros trabajos, sobre todo en la crudeza del sonido. ¿Cómo lo trabajaron? ¿Hubo algo de “volver a las raíces”?
Es bastante loco que digas que este disco se siente como volver a las bases porque hay mucha gente que nos dice eso, pero para nosotros se sintió como algo bastante nuevo y renovado. La realidad es que es un disco con un sonido muy energético y eso hace que se sienta como que estamos volviendo a nuestras raíces. Si bien en el pasado también hicimos este tipo de música más punky y súper rápida, hay otras canciones en el disco que quizás no habrían estado en álbumes como Barely Legal, Veni Vidi Vicious o incluso en Tyrannosaurus Hives. Cuando el rock and roll está en su mejor momento, se siente fresco. Si el rock and roll es malo, parece muerto. Así que, en última instancia, se trata de la calidad del producto. Tal vez por eso The Death of Randy Fitzsimmons se siente como si volviéramos a las raíces: porque es bueno. No fuimos intencionalmente a buscar sonar como antes, suena a The Hives y nada más. Cuando estamos motivados sonamos como si tuviéramos 21 años de nuevo. Esa mierda, el buen rock and roll es la fuente de la juventud.
Habiendo estado alejados tanto tiempo del estudio, ¿qué visión tienen sobre la vigencia del género en los últimos años?
El rock siempre se las ingenia para resurgir todo el tiempo y en diferentes lugares geográficos. Para nosotros, el rock and roll siempre fue popular. Es una música genial, así que siempre debería serlo. Por nuestra parte, hemos tenido la suerte de tener grandes audiencias en los shows. Es así: a veces tenés más, a veces tenés menos, pero el rock nunca va a dejar de ser popular. Y tampoco es algo que debería importar mucho. No voy a negarte que es genial cuando se vuelve masivo, pero para hacer un buen espectáculo de rock o de punk no necesitás tanta gente en una sala. Veinte o treinta personas pueden hacer la diferencia si lo dan todo.
En un comunicado de prensa dijeron: “Dejamos el trono durante una década solo para demostrar que podíamos”. ¿Creen que durante este tiempo otras bandas compitieron por esa posición?
No creo que nadie más haya intentado sentarse en el trono de The Hives. Supongo que se debe a que tenemos un sonido original y para mantener esa autenticidad a veces es necesario tomar decisiones comerciales que quizás no sean las más rentables. Tampoco creo que hayan bandas que quieran sonar como nosotros, pero sí que quiseran nuestro éxito. La realidad es que todo el tiempo surgen bandas buenísimas, pero este trono en particular, donde The Hives son líderes mundiales, siempre estuvo reservado para nosotros. Solamente tuvimos que volver y sentarnos en él.
Teniendo en cuenta el tiempo que pasó desde su disco anterior a este. ¿Qué pueden contar sobre el proceso creativo detrás de la composición y la producción? ¿Cómo evolucionó?
Creo que, por lo que se puede escuchar en el disco, fue un proceso con mucha emoción y sentimiento detrás. El COVID retrasó tres años la producción y creación del álbum, siendo un período realmente aburrido del que logramos salir. Si después de pasar algo así no tenés ni un poco de entusiasmo, hay algo mal en tu cabeza. Es por eso que cuando llegamos al estudio estábamos en llamas, listos para tirar la casa por la ventana. Así que la grabación y la evolución del disco fue bastante rápida. Pelle Gunnerfeldt, quien grabó y produjo algunos de nuestros primeros discos y mezcló este último, buscó un sonido comprimido y potente. De alguna forma, logró darle más energía a lo que ya habíamos hecho y lo hizo más dinámico e incluso más crudo. Tal vez quedó un poco más comprimido de lo que esperábamos, pero aun así suena increíble. Es el disco que querés hacer después de haber estado ausente durante 11 años.
“Boggus Operandi” fue el primer single que publicaron de este nuevo LP y fue presentado junto a un videoclip de terror que parece inspirado en la saga de películas de Evil Dead. ¿Qué los inspiró a seguir ese concepto?
Bueno, todo este tema del horror proviene del director del clip, Aube Perrie. Él es un tipo divertidísimo y tiene una mente y una visión geniales. Básicamente, le contamos la historia de cómo surgió este disco e imaginó toda esa dramatización. Para él, así es cómo nació este disco: buscamos un álbum en el bosque, la entidad maligna de la pala nos vino a buscar y terminamos siendo zombis. Se puede decir que es una versión divertida y terrorífica de nuestra vuelta.
Después de más de 20 años de carrera siguen presentando shows que se distinguen por su explosividad y la misma vitalidad que cuando eran jóvenes. ¿Cómo lo hacen? ¿Tienen miedo de que la edad afecte alguna vez ese pulso?
Por supuesto que la edad afectará esa energía porque en algún momento moriremos y, cuando eso pase, no podremos hacer los shows tan bien como lo hacemos ahora. Así que, obviamente, en algún momento nos afectará pero hasta entonces simplemente trataremos de luchar contra eso. Hay otras bandas que van a establecer el ejemplo de cuánto tiempo se puede hacer rock and roll. The Rolling Stones y AC/DC van a seguir tocando prácticamente hasta que caigan muertos, ¿o no? Si Angus Young y Mick Jagger pueden hacerlo a su edad, ¿quiénes somos nosotros para no intentarlo?
Todas las veces anteriores que se presentaron en Argentina lo hicieron en el marco de un festival. Sus próximos dos shows en el Teatro Vorterix van a ser los primeros por su cuenta en el país. ¿Qué pueden compartir sobre sus experiencias tocando acá? ¿Cuáles son sus expectativas esta vez?
Cada vez que tocamos en Argentina, tuvimos fans muy pero muy devotos. Me acuerdo que el público venía con remeras de la banda o con camisetas de equipos de fútbol argentinos o banderas, cosas que en otros lados no se ven y hacían un revuelo tremendo. La gente siempre dio todo en cada espectáculo. La verdad, todos nuestros shows en Argentina fueron increíbles, así que no espero nada menos que lo mejor de los argentinos.
¿Ya están pensando el próximo paso sin Randy?
Bueno, ahora estamos de gira. Al momento llevamos cinco días de una gira que durará hasta Navidad. Después tenemos algunas fechas reservadas para el próximo año. Pero en cuanto a tu pregunta, obviamente queremos empezar a buscar señales de vida o al menos más cintas de Randy. Tenemos que desenterrarlas, incluso si eso significa excavar toda Suecia, vamos a encontrar ese nuevo disco.
The Hives se presenta el miércoles 29 y jueves 30 de noviembre en Teatro Vorterix (Av. Federico Lacroze 3455, CABA), entradas disponibles a través de Allaccess. Escuchá The Death of Randy Fitzsimmons en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).