Tobogán Andaluz acaba de sacar su nuevo disco, Fuego en las Naves, un puñado de canciones donde abandonan cierta estética lo-fi y suenan mucho más prolijas que en sus discos anteriores. Pero por lo demás, es hablar de un viaje directo a lo más profundo de su universo, donde ciertas ideas sobre la banda quedan ya definidas. Como la poesía que atraviesa la distorsión, o toda la luz que se expande donde se esconde algo de oscuridad. El próximo 12 de mayo lo estarán presentando en La Tangente con dos funciones seguidas y por eso hablamos con Facu y Manu, que nos cuentan algunas de las experiencias que giran alrededor de este nuevo material.
¿Qué tal la gira por Latinoamérica?
Facu: Ir a México fue una idea que veníamos planeando hace mucho. De hecho hace varios años, y se nos venía haciendo imposible económicamente. Después se dio que empezamos a trabajar con Diego, que nos ayudó invirtiendo un poco y al mismo tiempo decidimos hacer una gira larga como un experimento medio social entre nosotros. Fueron veinte días y dieciocho fechas, estuvo bastante intenso porque te saca un poco del plano real que es tener una banda acá en Buenos Aires y tocar, y te pone en una medio maratónica de trabajo y de mensaje también.
Manu: Salimos para el lado de Córdoba, San Juan, Mendoza, después Santiago de Chile, Concepción, Lima y varias fechas en México.
Facu: Fue Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México y Pachuca.
En este nuevo disco decidieron dejar afuera “Claridad“, que fue la primera que pudimos escuchar de sus canciones nuevas después de Luz Satelital. ¿Hubo algún motivo especial?
F: “Claridad” fue la primer canción que grabamos con Diego, quien además después fue el productor del disco. Nos sirvió para saber cómo trabajábamos juntos y hacer una especie de demo. Después de golpe se empezó a laburar más en el disco y se fue tirando para otro lado, entonces decidimos no incluirla, pero no es que no nos gusta ni nada. No entraba conceptualmente con lo que queríamos hacer.
¿Cuál es la idea que tienen sobre la imagen de las naves? No es la primera vez que hacen alusión a ellas.
F: De chiquito siempre me gustó mucho la ciencia ficción e incluso ahora también. Pero en este disco en particular se trata más de un juego de palabras, en la misma canción “Fuegos en las naves” dice: “Volveré a las naves, quemaré las fuentes”. Es como una especie de anagrama de volver a las fuentes y quemar las naves… si lo das vuelta es más fácil de explicar.
¿La tapa del disco, entonces, tiene que ver con eso?
M: La tapa es un diseño de un amigo nuestro y es una reminiscencia a algo como si fuera una nave. La verdad que calzó justa y es hermosa.
F: De hecho nos llegó un mail hace un rato de un chico que se acaba de tatuar la tapa… bastante extraño, pero bien.
En el segundo EP está la imagen de Poe. ¿Por qué él y qué tiene que ver con la juventud?
F: Eso fue una idea que se me ocurrió de en un principio imitar la tapa de Artaud de Spinetta, de hecho la primer opción estaba la imagen puesta igual, en el mismo lugar, arriba. Estaba bueno, pero después lo discutimos y no daba. Me parece que en Artaud, lo que hace Spinetta es tratar de mostrar todo lo contrario a lo que pensaba Artaud, diciendo “Mañana es mejor”. Para Artaud siempre estuvo todo mal, de hecho es bastante crítico, incluso con su propia vida estaba siempre en cuestionamiento. Y en “Juventud” es lo mismo. Edgar Allan Poe, un tipo que se murió muy joven, en la mierda básicamente, tirado en la calle y que hoy en día si viviera sería millonario y capaz estaría contento, tendría hijos, no sé.
Hubo un cierto cambio en la estética, del lo-fi de sus discos anteriores a este nuevo sonido. ¿Cómo fue el proceso de grabación de Fuego en las naves?
M: El disco lo grabamos en poquito más de un año. Fue extendido porque no hubo un apuro, no es que entramos en un estudio para meter nueve temas al palo. Tuvimos la suerte de poder laburarlo con tiempo; en general grabábamos de noche y entonces nos dimos ese lujo de grabar con cierta tranquilidad.
F: También se fue componiendo a medida que lo íbamos grabando, antes de entrar en el estudio hubo una etapa de composición, pero que no estaba del todo finalizada. Después nos dimos cuenta que teníamos la posibilidad de este estudio y poder trabajar cosas sobre la canción ahí, que eso antes no lo podíamos hacer; esa también fue la diferencia con los discos anteriores. En los otros discos ya teníamos las canciones hechas.
M: Hubo también una cosa más técnica. Estaba muy bueno porque la cuestión era que teníamos que grabar de noche, entonces hacíamos jornadas de 20 a 3 un martes. Eran varias seguidas y se convertía en un experimento.
F: También es un estudio que mas allá de tener la libertad de horario, teníamos varios instrumentos y amplificadores. Por ejemplo había un chabón, que no sé quién es, pero es alguien que tiene muchas guitarras y que al parecer no les importó tanto y las dejó en el estudio. Hablamos como de quince guitarras una cosa así, guitarras de los ’70, distintos tipos, y estaban ahí, entonces las usábamos a todas. Había también bastantes opciones de amplificadores, estábamos muy bien en ese sentido, en los discos anteriores sólo teníamos lo nuestro o lo que nos prestaban.
En la segunda canción hay una especie de homenaje a La Polla Records con el “dos semanas, tres semanas o cuarenta mil mañanas”. ¿Cómo se dio esto?
F: Particularmente a nosotros dos nos gusta mucho el punk y escuchamos toda esa música. Mi banda favorita son los Clash y quedó ese mensaje también. Lo veo algo así como que estamos tocando eso: 2 semanas, 3 semanas, que a su vez tenía el nombre de la gira que hicimos. Es como mostrar lo que estamos viviendo.
¿Cómo se plantea “Lágrima Plateada” en el marco del feminismo actual?
F: No sé si llamarlo un tema feminista. En un diario pasó que sacaron de contexto el tema, tiene sentido pero me parece que no es un tema para politizarlo. Me parece que es un tema que habla de un caso en particular, que me inspiró a mí, pero yo sabiendo que hay un montón de casos de mujeres presas injustamente por defenderse. El juego de la letra es que arranca diciendo “Brilla en su cara golpeada”, una cuestión poética, re linda y el tema se pone más rápido y empieza a ser todo como una marcha casi militar si te das cuenta. Con un ritmo que va creciendo. Y lo que dice es como que… todo bien con la poesía y con flashear una especie de activismo poético pero hay que hacer algo más tangible, algo más real. Y me parece que nosotros lo hicimos esta vez con una canción, pero al mismo tiempo le da la vuelta, no es eso conciso, eso contundente.
¿Qué podemos esperar de las fechas de presentación del disco?
F: Las fechas en La Tangente son dos funciones seguidas, la misma noche, una temprano y otra después de las doce. La idea es armar un show que sea fiel al sonido del disco. Tenemos un tecladista, también gente tocando percusión, coros. Nuestra idea es hacer este mismo show durante todo el año en todos lados donde podamos, tocando el disco entero y temas que tocamos siempre.