Peces Raros es una de las bandas que se presentará en el Festival Indie Hoy 10 Años. Hablamos con tres de sus integrantes, Lucio, Benjamín y Marco, a la salida de una de las últimas jornadas de estudio preparando su próximo disco, Anestesia. La banda platense nos contó sobre aquella línea que se puede trazar entre el rock y la electrónica, sobre su experiencia sumergidos en lo profundo de este río, nadando contra distintas mareas con el paso del tiempo y cómo aquellas aguas empezaron a abrirse para conjugarse en un nuevo océano.
El primer adelanto se llama “No van a parar”. ¿Cómo surge esta canción?
Marco: Es un tema que elegimos para usar de corte de difusión de Anestesia, nuestro tercer disco que estamos terminando. Lo elegimos porque tiene una carga muy rockera, somos una banda y nos gusta que se siga escuchando eso. Estuvimos coqueteando mucho con la electrónica y queremos que quede en claro que siempre seremos una banda que toca. Pero al mismo tiempo tiene un desarrollo y una sonoridad muy asociada a lo que estamos proponiendo con el disco, de mezclarnos con la música electrónica. Es un tema que sintetiza las dos cosas: una electrónica que proponemos mezclada con el rock, y un pulso muy de banda.
¿Se puede pensar como un intermedio entre esas dos aristas distintas que son sus discos?
Lucio: No nos metimos a grabar el disco pensando en sintetizar los dos discos anteriores, pero lo que se terminó dando podría decirse que es eso. Hay muchos elementos que tienen que ver con la electrónica y con vincularnos de otras maneras con las guitarras.
¿Cómo se fue dando este cambio de estética?
Benja: Tiene que ver con la edad que teníamos cuando empezamos con la banda, éramos muy jóvenes y la música con la que teníamos un vínculo era el rock. Desde la casa de cada uno con Sui Generis, Serú Girán, Luis Alberto, Manal; pasando por la adolescencia con The Strokes y Arctic Monkeys; hasta música más independiente como El Mató y otras bandas de la escena under que nos tocaba transitar. Luego crecimos, y en ese crecer una mente curiosa se vincula con todas las escenas a las que tiene acceso. Fuimos a ver sinfonías al Teatro Colón, folclore a las peñas más escondidas y también nos encontramos con las fiestas electrónicas. Algo de todo eso se permeó y quedó en nosotros. Esa cosa ritualística e hipnótica.
En sus recitales la gente no suele estar en situación de mirar al escenario, típica de un recital de rock, sino que la experiencia pasa más por el baile. ¿Creen que se está cambiando el foco de atención?
M: Eso fue algo que queríamos que suceda. Antes de pensar en grabar un segundo disco, lo que primero hicimos fue empezar a enganchar los temas, o a tocar una parte del set. Al principio esto era solo una parte del show y después fue creciendo hasta volverse el show entero. Nos gustaba la idea de lograr que la gente se diera vuelta, cambiar la dinámica entre el público y la banda. Veíamos que en las fiestas electrónicas no se mira al DJ, porque no hay mucho que ver tampoco, pero por ahí estás con tus amigos cagándote de risa, bailando de espaldas, mirando el show de luces. Algo no tan contemplativo.
L: Lo primero que hicimos fue empezar a enganchar los temas en las salas. En las fiestas electrónicas ves que no para nunca la música, y entendimos que nosotros tampoco teníamos que parar.
M: En el estudio el desafío fue construir una forma para las canciones que habían nacido en el vivo. Muchas no tenían un comienzo ni un final definido porque estaban siempre enganchadas con otras. Había temas con una introducción de 1 minuto y medio y con un final incierto.
B: Una anécdota graciosa sobre eso fue que cuando queríamos grabar Parte de un mal sueño, el primero de nuestros discos que incluye el lenguaje electrónico, hablamos con el productor Juan Stewart y le mandamos un show grabado. Nos dijo que era una zapada y que no sabía de donde agarrarse, no existía principio ni final, y nos pidió que fuéramos con las canciones.
¿Qué nos pueden adelantar de Anestesia?
L: El título lo tuvimos antes de todo, porque es de una canción que al final no terminó en el disco. Nos pareció una palabra que tenía muchas lecturas posibles: por un lado la droga, lo farmacológico, y después esa cosa de no sentir dolor.
M: Va a salir a finales de octubre. Es un disco que lo hicimos en un período acotado de tiempo. En nuestros otros discos tuvimos un gran espacio entre el proceso de composición, el de grabación y el de mezcla. Cada uno tenía espacio en el medio y podíamos ir dirigiendo todo de a poco. Pero el armado de los nuevos temas fue más conciso, lo cual ya de por sí le da una identidad compositiva a la música, y lo mismo con la cuestión del estudio. Tal vez reducir el lapso de tiempo en el cual sucede el armado de un disco ayuda a construir la cuestión de la identidad, porque hay una fotografía más concisa de un período de la banda. En “No van a parar” la idea original surgió en febrero. Yo estaba en Mar del Plata cuando ellos dos me mandaron un audio de WhatsApp zapándolo en casa, riffs de guitarra y la bata. Y de febrero a agosto ya estaba la versión de estudio sonando, esa fue la condensación de tiempo en la cual sucedió el disco. La falta de tiempo ayuda, el tiempo confunde.
L: El aire sigue siendo el mismo, entonces nunca te alejás demasiado de los primeros impulsos y ayuda a que todo esté dentro de una misma atmósfera. Hay temas que armamos en un día.
Su primer disco salió en 2014 y desde entonces La Plata se volvió uno de los puntos fundamentales de la escena independiente. ¿Cómo recuerdan sus inicios?
L: Cuando arrancamos existía una movida grande, estaba Argonauticks, El Mató, Capitán América, Monstruo, Sálvese Quien Quiera, Chaleco de Fuerza, Señor Tomate, Pérez, NormA…
B: Y otras bandas de nuestra generación como Un Planeta que también estaban arrancando con nosotros. La Plata tiene una escena muy heterogénea y muy grande por la cantidad de juventud en la ciudad.
L: Te estimula que haya tanta música y que muchas de las salidas en La Plata sean ir a ver bandas. Saber que hay un circuito donde hay receptores te va tirando para adelante. Hoy sigue habiendo un montón de bandas nuevas, pero lo que faltan son espacios que estimulen. Hay más gorra, por decirlo de algún modo.
B: Nosotros mismos, había fin de semanas que tocábamos cuatro o cinco veces, solo en La Plata, y antes de que nos conozcan o de que tengamos algo grabado. Eso hoy la veo mucho más difícil. No estoy diciendo que las condiciones hayan sido las mejores pero por lo menos estaba la posibilidad de poner el amplificador, armar la bata y tocar. Hoy no es tan así.
M: Había muchos lugares para tocar y cerraron más de la mitad. Había una cuestión muy under de emergencia constante. Recuerdo que salías una noche a ver bandas y tenías mucho para elegir. También hay algo que va más allá de lo político y que repercute en las posibilidades del under en la ciudad. Hubo un cambio estético en el que la música electrónica se empezó a meter en las fechas de rock. Antes había fechas de bandas con un DJ set cerrando pero con protagonismo en el escenario y la gente se quedaba bailando. De ahí empezaron a salir formatos más híbridos y se empezó a configurar un formato muy electrónico en la ciudad de La Plata.
¿Qué otras bandas pueden nombrar que hagan esto?
L: Hoy en día hay bocha de bandas que curten ese híbrido, está B Sides, Trazante, Canoa…
M: Distintas maneras de jugar con la electrónica. Trazante es una banda nueva que sacó el disco este año, hacen boleros, canciones muy viejas, pero con un beat y una sonoridad bien moderna y electrónica. Los Canoa son como folclore electrónico y B Sides son pura electrónica, tech-house en formato banda.
¿Como surgió el disco de remixes Desconfiguración?
B: El disco de remix como formato es una institución, es algo que sucede. En nuestro caso elegimos que sean remixes para pistas. Teníamos a los Soulkeys que son de La Plata, les hicimos la propuesta y nos dijeron que sí.
M: Eso va de la mano con que nos fuimos volviendo DJs. Nos empezó a divertir la idea de armar sets y de entender la electrónica ejecutándola como agentes de la electrónica, mezclando y produciendo. Yo no sabía quien era Paul Deep y me voló la cabeza, buscando un poco de información vi que era argentino y le escribí para decirle que estaba muy bueno su lanzamiento. Pegamos buena onda y cuando pensamos en el disco de remixes inmediatamente pensé en él porque es un gran productor y tenía ese acceso.
Peces Raros se presentará el domingo 7 de octubre en el Festival Indie Hoy 10 Años junto a Louta, Gativideo, El Príncipe Idiota, Tani y más bandas. Entradas disponibles a través del sistema online de CC Konex. Más información.