Vamos a tratar de explicarlo de la manera más simple posible, aunque quizá sea jodido: el disco que edito la banda escocesa lidera por Bobby Gillespie, Primal Scream, en un viejo y olvidado 1991, fue como si a los Rolling Stones se les hubiera ocurrido agarrar su obra psicodélica Their Satanic Majesties Request y pegarle una vuelta de rosca dentro de un laboratorio. Scremadelica tuvo de todo en 11 temas: house, rock, dub, pista, y sobre todo mucha, pero mucha psicodelia.
“Movin’ On Up” abre el disco con guitarras acústicas bien al frente, una base cargada de percusión y esos coros típicos de negras que parecen sacadas de alguna iglesia de pueblo yanqui. Pero bueno, entiendo que uno puede llegar a confundirse y preguntarse qué puede tener de psicodélico un disco que arranca de una forma tan tradicional. Es lógico, pero no hay que ser impaciente, y menos con una banda como Primal Scream. El principio de Scremadelica engaña, y sí, engaña como también lo viene haciendo Primal Scream desde que arrancó su carrera –del rock and roll furioso a la experimentación-. Cuando caemos en el segundo tema, “Slip Inside This House”, y ya nos vamos dando cuenta que la química empieza a trabajar sobre el sistema nervioso central de estos muchachos, la influencia evidente de bandas como Happy Mondays empapa todo el ambiente y le da color a la fiesta: la cosa empieza a quedar más clara, y ahí sí que tenemos presente de cuerpo y alma a la querida psicodelia proveniente del legado “Madmanchester”. Desde Inspiral Carpets, pasando por los Stone Roses hasta los Charlatans, porque Primal es de esa psicodelia más modernosa, no de la psicodelia hippona de la costa Oeste de EE.UU. –que no estaba nada mal, pero siempre es bueno renovar la locura con cosas nuevas-.
Para volver a Scremadelica, hay que decir que el disco solito va caminando y muestra de qué madera está hecho a medida que los temas van pasando, manteniendo el trance a fuerza de sonidos licuados y bien depurados. Los muchachos de Escocia hacen auto-stop de vez en cuando para descansar, como en la canción “Come Together”, plagada de teclados pop que van acompañados de la clásica y efectiva estructura de canción tradicional –si hay algo que Primal hace bien es manejar los climas, y acá lo demuestra una vez más-.
A medida que el disco sigue girando, aparecen algunas baladas con la cálida voz de Bobby en primera plana, pero esto Primal lo hace solo para engañar el oído del escucha, una vez más, para seguir jugando y cambiando de estilos. Ojo que también se ponen un poquito melosos, como en “Damaged”, pero esto dura poco: la esquizofrenia musical de estos chicos, después de unos minutos, les recuerda para que había hecho Scremadelica. Primal deja pasar unos minutos y hace mutis por el foro sin importarle nada, y sigilosos vuelven rápido al laboratorio a darle rosca a las perillas y traicionar –para bien- una vez más los sonidos hasta el final del disco.
Dentro del híbrido que fue Scremadelica, convivió el gospel, el dub, y hasta los DJ Andrew Weatherall y Terry Farley se hicieron presentes en la cena. Los ’90 quedaron lejos, eso es verdad, pero el disco que Primal Scream publicó en 1991 sigue sonando actual, y lo seguirá haciendo durante muchos años más.
Primal Scream – Screamadelica
1991 – Creation
01. Movin’ On Up
02. Slip inside this House
03. Don’t Fight it, Feel it
04. Higher than the Sun
05. Inner Flight
06. Come together
07. Loaded
08. Damaged
09. I’m Coming down
10. Higher than the Sun [a Dub Symphony in two Parts]
11. Shine like Stars