Desde finales de los años 60 hasta los 90, varias bandas cargaron con una etiqueta tan pesada como inevitable: ser "los nuevos Beatles". El título, a menudo usado por sellos discográficos y medios de comunicación, buscaba capitalizar el magnetismo de la banda de Liverpool para impulsar a otros grupos. Sin embargo, la comparación pocas veces resultó justa.
A lo largo de las décadas, ninguna banda pudo realmente ocupar el lugar que dejaron John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. La etiqueta de "los nuevos Beatles" funcionó como estrategia de marketing, pero también dejó en claro que el fenómeno cultural generado por los de Liverpool era y es irrepetible.
A continuación, recordamos tres grandes bandas que fueron catalogadas como los herederos naturales de los Fab Four.
Los Bee Gees
Antes de convertirse en los reyes de la música disco con Saturday Night Fever (1977), los hermanos Barry, Robin y Maurice Gibb fueron presentados como herederos de los Beatles. En 1967, su mánager Robert Stigwood los promocionó en Estados Unidos como “los próximos Beatles”, especialmente tras el lanzamiento de su sencillo "New York Mining Disaster 1941".
Atco Records incluso envió copias del single a radios con etiquetas en blanco, para que los DJ creyeran que se trataba de un tema inédito de los Fab Four. Aunque la banda logró éxito con su pop barroco y baladas, la comparación nunca se sostuvo. Curiosamente, en 1978 volvieron a cruzar caminos con los Beatles al protagonizar la fallida película Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, junto a Peter Frampton.
The Knack
En 1979, la prensa estadounidense bautizó a The Knack como "los nuevos Fab Four". Su contrato con Capitol Records -el mismo sello que lanzó a los Beatles en EE.UU.- y el arte gráfico de su disco Get the Knack (1979) reforzaron esa asociación. Con el éxito mundial de "My Sharona", la industria vio en ellos un revival de la beatlemanía.
Sin embargo, la banda de Doug Fieger pronto sufrió el efecto contrario. La crítica los acusó de ser un producto prefabricado y una campaña llamada “Knuke the Knack” reflejó el rechazo hacia el grupo. Su éxito fue tan meteórico como efímero, y en 1982 ya se habían disuelto.
Oasis
En los años 90, los hermanos Liam y Noel Gallagher encabezaron a Oasis, el grupo que marcó el apogeo del britpop. Con canciones plagadas de guiños a clásicos de los Beatles y riffs tomados de otras bandas como T. Rex o The Stone Roses, ellos mismos alimentaron la comparación. Liam llegó a declarar en 1996: "Somos mejores que los Beatles. Ellos no son la mejor banda del mundo, lo somos nosotros".
La arrogancia funcionó como combustible en su éxito global, pero también los convirtió en blanco de críticas. Paul McCartney reconoció sentirse halagado por las referencias, aunque advirtió que proclamarse como los "nuevos Beatles" podía ser "el beso de la muerte".