La década de los 80 fue un punto de inflexión para la música, con artistas que se atrevieron a explorar nuevas texturas sonoras a través de la incorporación de sintetizadores y ritmos electrónicos. Fue una era en la que la experimentación y la producción en estudio a menudo tuvieron más peso que la destreza instrumental o vocal.
Lo que muchos desconocen es que varios de los mayores éxitos de la década no fueron originales, sino reinterpretaciones de canciones que pasaron desapercibidas en su momento. A continuación te presentamos tres versiones que eclipsaron a las originales y se convirtieron en himnos definitivos de los años 80.
Soft Cell – “Tainted Love“
Esta canción fracasó dos décadas antes de triunfar en los 80. Gloria Jones originalmente la grabó en 1965 como lado B y la reeditó en 1976 sin éxito. Sin embargo, su popularidad en clubes londinenses llamó la atención de Marc Almond, líder de Soft Cell, cuyo arriesgado arreglo y emotiva interpretación le dieron fama mundial.
Paul Young – “Everytime You Go Away”
El disco Voices (1980) de Hall & Oates tuvo varios éxitos, dejando a “Everytime You Go Away” fuera como single. En 1985, Paul Young buscaba triunfar en los Estados Unidos y reimaginó la canción en clave soul-pop. Con el bajo de Pino Palladino, la cítara eléctrica de John Turnbull y su potente voz, logró llevarla al número uno.
Kim Carnes – “Bette Davis Eyes“
“Bette Davis Eyes” definió el sonido de los primeros años 80, pero pocos saben que es una versión de una canción de Jackie DeShannon publicada en 1974. Kim Carnes y su productor, Val Garay, la reinventaron con un potente riff de sintetizador y percusión con ruido blanco, creando un modelo para futuros éxitos de la década.