Desde su salto del punk inglés como líder de Generation X hasta convertirse en ícono del rock de la década de los 80, Billy Idol construyó una exitosa carrera que lo llevó a la cima del cuarto arte gracias a su imagen explosiva, su estilo visual y su relación con el guitarrista Steve Stevens y el productor Keith Forsey.
A lo largo de los años, la música de William Michael Albert Broad (nombre real del artista) capturó la energía de géneros como el new wave y el hard rock con grandes resultados comerciales, fusionando riffs pegadizos con actitud rebelde.
En su discografía, tres álbumes destacan por su impacto cultural y ventas, mientras que reflejan distintas etapas de su recorrido musical. Por eso, hoy elegimos los 3 mejores discos del multipremiado cantautor británico.
3. Billy Idol (1982)
El álbum debut como solista de Idol estableció el sonido que iba a definir su carrera. Aunque vendió unas 615 mil copias según estimaciones, fue clave para posicionar su arte al otro lado del Atlántico, con temas emblemáticos como “White Wedding”, que alcanzó el top 40 en Billboard Rock, y “Hot in the City”, que fue número 23 en Hot 100.
2. Charmed Life (1990)
Este cuarto LP mostró un Billy más emocional y orgánico que en sus obras anteriores. Su tema destacado, “Cradle of Love”, le valió un premio MTV. Charmed Life fue certificado platino en EE.UU., llegó al puesto 11 en Billboard 200, y también tuvo buena performance en Canadá, Europa y Australia con su mezcla de géneros tan variados como el jazz o el electro-blues.
1. Rebel Yell (1983)
El segundo álbum de estudio fue el que catapultó al oriundo de la ciudad inglesa de Stanmore al estrellato. Contiene cuatro singles que se convirtieron en exitos: “Rebel Yell”, “Eyes Without a Face”, “Flesh for Fantasy” y “Catch My Fall”, los cuales recibieron una fuerte promoción en MTV.