Al hablar sobre Brian May, inevitablemente surge su imagen como el guitarrista de Queen, el creador de algunos de los riffs más emblemáticos del rock o, simplemente, la de uno de los músicos más respetados de las últimas décadas. Sin embargo, reducir al inglés solo a esa faceta de artista sería pasar por alto un sinfín de curiosidades que hacen de él un personaje aún más fascinante.
La obra de May está llena de colaboraciones inesperadas, proyectos paralelos y hasta alter egos que lo muestran como un músico inquieto y curioso, de esos que siempre están en la eterna búsqueda de nuevas formas de expresión, por lo que su legado artístico esconde algún que otro dato curioso, al igual que, por supuesto, su vida privada.
En esta nota repasamos cinco datos poco conocidos de Brian May que muestran su costado más sorprendente: un alter ego misterioso, colaboraciones con íconos del metal y del grunge, cruces con bandas de otra generación y hasta la sinceridad con la que habla de su propia historia junto a Freddie Mercury.
1. Tuvo un misterioso alter ego: T.E. Conway
En los años 90 apareció un supuesto primo de Conway Twitty llamado T.E. Conway, cuyo parecido con May era más que evidente. Este enigmático personaje lanzó un álbum titulado Retro Rock, con versiones de clásicos como “It’s Only Make Believe” y “Maybe Baby”. El disco, producido por el propio May, se regalaba como bonus en las primeras copias de su álbum solista Another World (1998).
2. Colaboró con Black Sabbath
En 1989, May dejó su huella en el disco Headless Cross de Black Sabbath, un álbum que no contó con Ozzy Osbourne ni Dio en la voz. Ahí participó con un solo de guitarra en la canción “When Death Calls”. En ese mismo proyecto estaba su gran amigo Cozy Powell en la batería, lo que le dio un motivo extra para sumarse a la grabación.
3. De Queen al grunge: su conexión con Soundgarden
Brian May también se cruzó con el grunge. En 1993 colaboró con Soundgarden en la canción “New Damage”, incluida en el compilado benéfico Alternative NRG. Más adelante volvió a coincidir con Chris Cornell en “Someone To Die For”, tema interpretado por Jimmy Gnecco para la banda sonora de Spider-Man 2 del 2004.
4. Versionó a Pink Floyd con Foo Fighters
Otro momento inesperado en la trayectoria del violero fue su unión con Foo Fighters. May participó en una nueva versión del clásico de Pink Floyd, “Have a Cigar”, grabada por Dave Grohl y compañía para el soundtrack de Misión Imposible 2 (2000).
5. Se cansó de hablar siempre de Freddie
Aunque May siempre honra la memoria de Freddie Mercury, en una oportunidad admitió sentirse algo agotado de que cada entrevista gire en torno a la misma pregunta: “¿Cómo era trabajar con Freddie?”. Según él, esto responde más a la magnitud de la marca que juntos dejaron en el cuarto arte: “Queen proyecta una sombra muy larga”, explicó en una entrevista.