Pasar de una banda icónica a ser solista es un desafío que pocos artistas logran superar con éxito. Sin embargo, hay quienes no solo se destacaron en sus proyectos personales sino que lograron trascender tanto o incluso más que con sus grupos. Gracias a grandes discos, no solo se consolidaron sino que también ampliaron los horizontes artísticos y musicales que habían explorado en sus bandas originales.
En la mayoría de los casos, este tipo de proyectos representan una oportunidad para que los artistas y músicos exploren nuevos territorios musicales que podrían no haber encajado dentro de la estética y el universo de sus bandas, y que son el resultado de una necesidad creativa de experimentar, arriesgar y expresar otras facetas.
A continuación recopilamos 5 excelentes discos solistas de exmiembros de grandes bandas.
Jack White – Lazaretto (2014)
Tras el éxito masivo con The White Stripes, Jack White se embarcó en una carrera solista que lo llevó a crear obras como Lazaretto (2014). Este disco mezcla rock, blues y elementos experimentales, mostrando su maestría como multiinstrumentista y su pasión por la innovación constante.
Freddie Mercury – Mr. Bad Guy (1985)
Freddie Mercury, conocido por ser la voz y el alma de Queen, también brilló en solitario con Mr. Bad Guy, su primer disco publicado en 1985. Este álbum refleja su eclecticismo musical, donde explora el pop, el disco y la música clásica, todo impregnado de su característica teatralidad y emotividad.
Iggy Pop – Lust For Life (1977)
Iggy Pop, quien cimentó su legado junto a The Stooges, redefinió su sonido con el ya clásico Lust for Life (1977). Este LP, que además contó con la producción de David Bowie, combina la crudeza del artista con una instrumentación sofisticada, marcando un momento clave en su carrera.
Lou Reed – Transformer (1972)
Lou Reed, tras su paso por The Velvet Underground, lanzó Transformer en 1972, un álbum que se convertiría en un clásico del glam rock. También con la colaboración de Bowie en producción, Reed exploró nuevos temas como la identidad, la decadencia y los vínculos afectivos, consolidándose como una figura fundamental del rock y el underground neoyorkino.
George Harrison – All Things Must Pass (1970)
George Harrison pasó de ser “el Beatle silencioso” a un artista completo y marcó un antes y un después con All Things Must Pass (1970). Este triple álbum es una obra maestra que combina la espiritualidad contagiosa del músico, una melancolía palpable en cada canción y una producción monumental, marcando uno de los grandes hitos de su carrera.