La carrera de Billy Joel estuvo plagada de éxitos, pero también tuvo algún que otro percance. Entre ellos, su pelea con su representante (y ex cuñado) Frank Weber. La grabación de Storm Front, el decimoprimer disco de Joel que comenzó en 1988, coincidió con grandes cambios en su carrera y dio inicio a un tiempo de graves trastornos en sus asuntos empresariales.
En agosto de 1989, unos meses antes de la salida del álbum, Joel despidió a su representante después de que una auditoría revelara importantes discrepancias en su contabilidad. Por eso, el artista lo demandó por 90 millones de dólares, alegando fraude e incumplimiento del deber fiduciario. En ese contexto nació Storm Front, un LP cargado de sentimientos y emociones al que su propio creador definió como “una pesadilla”.
“Fue una pesadilla, pero fue un buen material”, declaró el músico. “Esto fue un trauma, esto fue un drama, por eso el álbum terminó llamándose Storm Front“. Para sumar a la idea del caos que se avecina, Joel incluyó en la portada una foto que muestra la bandera de advertencia de tormenta marítima que indica vientos de fuerza 10-12, la intensidad más alta en la escala de Beaufort. A pesar de todo, le valió cinco nominaciones al Grammy.