El camino a la fama es largo y está repleto de contratiempos. Por lo menos, así lo fue para muchos artistas consagrados que se hicieron desde abajo y, como la mayor parte de la gente, tuvieron empleos momentáneos y comunes, lejos de las excentricidades y el mundo de la música. Así fue el caso de Freddie Mercury, el mítico vocalista de Queen.
Aunque pasaría a la historia por su increíble voz y sus históricas interpretaciones en vivo, Freddie no se volvió una estrella de rock de un día para el otro. Antes de triunfar con Queen, el vocalista tuvo una vida ordinaria, lejos de los lujos y la fama, mientras la escena musical crecía sin límites en el corazón de Inglaterra.
La realidad es que antes de que su banda se vuelva conocida, Mercury se ganaba la vida como maletero en el aeropuerto de Heathrow en Londres. En esa época, Farrokh Bulsara (su nombre real, por el cual era conocido en ese entonces) se encargaba de distribuir y transportar las valijas de los pasajeros.
En el año 2018, el difunto músico fue homenajeado por los trabajadores de British Airways con un videoclip donde se visten como él y bailan y cantan por el aeropuerto al ritmo de “I Want to Break Free”.