Noel Gallagher no solo es reconocido como uno de los mejores y más grandes cantautores de las últimas décadas, sino que también es recordado por propios y extraños por su actitud deslumbrante y sus excesos. De hecho, en diferentes oportunidades, el líder de Oasis ha hablado sobre su relación con las drogas, el alcohol y demás. En una de esas tantas charlas sobre sus vicios, contó un episodio que vivió junto a unos colegas que lo sorprendieron por lo mucho que fumaban: The Black Crowes.
Todo ocurrió el 25 de julio de 1999, tras un concierto en Shepherd’s Bush Empire, donde el artista inglés asistió como espectador al cierre del tour de la banda alt-rock originaria de Atlanta, que pasaba por su mejor momento creativo. Noel recordó que, ya en el backstage, un miembro del entorno de The Black Crowes comenzó a pasar “un porro enorme como un bate de béisbol”, el cual terminó en sus manos.
Gallagher no quiso mostrarse como "inferior" a sus colegas, por lo que consumió. “Para no parecer un amateur, le di un par de pitadas”, contó en una entrevista con Uncut, aunque no tenía ni la más mínima idea de lo que venía después: según su crónica, empezó a vomitar, se quedó temblando contra una pared y luego “bajó por la pared” para llegar hasta el suelo.

Una experiencia que no va a olvidar jamás
“Se lo devolví, me agarré a la pared y luego bajé en rappel hasta el inodoro, poniéndome verde y vomitando por todas partes”, relató. “Me encerré ahí y mi amigo, al parecer unos cinco minutos después, empezó a golpear la puerta preguntando: ‘¿Estás ahí?’. Yo le dije: ‘Sí’, y él me respondió: ‘Vamos, tenemos que irnos. El edificio está vacío, son las dos de la mañana, tienen que cerrar’”.
El oriundo de Mánchester continuó: “No podía encontrar la puerta del cubículo, así que tuvo que subirse, abrirla desde adentro y bajarme por las escaleras. Al salir del Shepherd's Bush Empire, abrimos la puerta y había un montón de chicos con cámaras. Y cuando se dispararon los flashes, vomité por todas partes. Por supuesto, a todos les pareció un comportamiento maravilloso, propio del rock and roll, pero fue horrible”, sentenció Gallagher.