Hoy, 1 de octubre, es el cumpleaños de la gran e inigualable Juana Molina. Considerada por muchos como una de las artistas más influyentes e innovadoras de la escena musical argentina e internacional, Juana es conocida por una carrera impoluta anclada en la experimentación y el inconformismo. Un ejemplo de reinvención constante y evolución artística.
Una actriz cuya verdadera pasión era la música
Hija del cantante de tango Horacio Molina y la actriz Chunchuna Villafañe, Juana estuvo expuesta desde pequeña al mundo artístico, aunque no fue hasta los años 90 que comenzó su carrera musical de manera seria, después de una primera etapa como actriz cómica en televisión. Su popularidad en la pantalla chica, especialmente con el programa Juana y sus hermanas, le dio gran visibilidad en Argentina, pero no reflejaba su verdadera pasión: la música.
Su debut discográfico, Rara (1996), marcó un punto de inflexión, aunque fue su segundo álbum, Segundo (2000), el que consolidó su estilo único, alejándose del folk más tradicional para adentrarse en sonidos más abstractos y texturas electrónicas. A partir de allí comenzó a ser reconocida como una pionera en la música experimental y reconocida por artistas como David Byrne y St. Vincent. Álbumes como Tres cosas (2002) y Son (2006) capturaron la atención de la crítica internacional y su música fue elogiada en medios como The New York Times y Pitchfork.
Un estilo con sello inconfundible
A lo largo de su carrera, Molina supo construir un universo sonoro propio, en el que lo repetitivo, lo hipnótico y lo atmosférico juegan un papel fundamental. Utilizando loops y capas de sonidos electrónicos, creó y crea paisajes sonoros que oscilan entre lo onírico y lo inquietante. Su capacidad para mezclar elementos orgánicos y digitales, utilizando su voz como un instrumento más, ha dado lugar a un estilo con un sello inconfundible.
Uno de sus trabajos más destacados fue Halo (2017), donde refinó su iniciativa, profundizando en un sonido más oscuro y minimalista, consolidando su estatus como artista de culto. En su trayectoria, Juana colaboró con músicos de renombre y se presentó en escenarios importantes de todo el mundo, desde festivales de música masivos (Coachella, Glastonbury, Lollapalooza) hasta eventos de vanguardia.
En su cumpleaños, recopilamos 10 frases reflexivas de la artista sobre su carrera, la industria y su vida personal a partir de las entrevistas que le realizó Indie Hoy a lo largo de los años.
10. “Voy entrando en mundos por inercia”
En 2017 hablamos con la artista en el marco de la salida de Halo y cómo entraba en estado de “trance” cada vez que encaraba un nuevo proyecto. Allí, Juana describió cada obra como un mundo y sobre el proceso de composición declaró: “Yo voy entrando en mundos por inercia. Yo no soy uno de esos músicos que están todo el día tocando el instrumento y componiendo. Cuando hace mucho que no estoy componiendo, tocando o escribiendo, siento que no tengo nada. Ni para dar ni para recibir ni nada”.
9. “Las letras le quitan esa pureza abstracta a la canción que la hace pertenecer solamente al mundo de la música”
Durante la misma entrevista, la artista se refirió a la declaración que en “Un día” hizo sobre “dejar de cantar canciones con letra”. Aunque admitió que le hubiera gustado “cumplir más con esa profecía”, admitió que cree que las letras son un limitante.
“Si bien me cuesta muchísimo escribir letras, me cuesta más que no tengan letras las canciones, a pesar de lo que yo detesto lo que pasa con las letras porque siento que las letras bajan a tierra la canción. Le quitan esa pureza abstracta que la hace pertenecer solamente al mundo de la música. Cuando le ponés una letra, medio que ya la encuadrás en algo”, dijo.
8. “La libertad y el hecho de no ser libre dependen del miedo”
Otra de las reflexiones que Molina dejó en nuestra entrevista del 2017 fue esta. Hablando sobre los limitantes y las ataduras a la hora de tomar riesgos en los procesos creativos, la artista se refirió al hecho de romper con el miedo y cómo eso aflora la sensación de libertad:
“Creo que la libertad y el hecho de no ser libre dependen del miedo. Muchas veces uno tiene miedo de hacer algo: o por el qué dirán, o porque te da vergüenza –bueno, si te da vergüenza es porque te importa el qué dirán–, o porque no querés y tenés como ataduras y compromisos predeterminados con cierta gente. Son todas cosas que a mucha gente como yo nos cuesta: salir de eso realmente sin tener en cuenta a los demás. Porque lo único que no te hace libre es tu relación con los demás. Y nada más. Uno lo que tiene que hacer es romper con ciertas ataduras que se tiene con los demás y darse cuenta de que la vida pasa y que un día te vas a morir y no hiciste realmente lo que querías hacer”.
7. “Somos todos muy machistas”
En 2019, y a raíz de su presentación en el Festival Nuestro, volvimos a entrevistar a Molina y la artista se refirió al machismo, no solo en la industria musical sino como algo que todos tienen naturalizado, utilizando una experiencia propia como ejemplo. Molina contó que conoció un proyecto que llamó bastante su atención, llamado Fohen, que ella pensó que era un hombre pero con el tiempo se dio cuenta de que en realidad era una chica.
“Me sorprendí a mí misma y aprendí la lección, y me ví, me tuve que ver, porque todos pensamos que estamos recontra deconstruidos y ese pensamiento mío era un reflejo de lo que culturalmente todos somos”, declaro. Y agregó: “Es un delirio, lo arraigado que está culturalmente ese pensamiento, nadie se da cuenta de que piensa así. Somos todos muy machistas. Hay que empezar a darse cuenta de las cosas que uno tiene inculcadas muy dentro”.
6. “Me manejo más con imágenes que con emociones”
En la misma entrevista, Molina habló sobre cómo encara cada nueva composición y la importancia que le da a las imágenes y los colores, más que a las emociones a la hora de escribir una nueva canción:
“Me manejo más con imágenes que con emociones, que en general son abstractas. Y medio que entro en una especie de túnel musical que me va llevando (…) Hay músicos que no tienen imágenes, que cuando le hablás de ‘paisaje musical’ no saben de lo que les estás hablando. Un jazzero re groso dijo: la gente ve imágenes, yo veo música. Para mí es lo mismo, es como una sinergia, la música con la imagen se produce sola. Y son imágenes imposibles de explicar, es como una especie de sueño donde la explicación es interna. Donde todo cobra sentido y es coherente, pero no sé si se puede explicar”.
5. “A mí con la música me alcanza, después está el show business”
Juana explicó que lo único que le importa de la industria son las canciones y también confesó cómo la conflictúa todo lo relacionado a la promoción de su arte, que muchas veces poco tiene que ver con la música en sí.
“A mí con la música me alcanza, y después sé que está el show business y eso hace que tengas que dar un poco más de lo que a vos te alcanza, más de lo que a vos te basta. Es ahí donde colaboran otras personas (…) Por eso me cuesta tanto hacer videos, porque yo creo que está todo en la canción y los videos hacen que la música se ponga por debajo de la imagen”, expresó.
4. “David Byrne es una masa, tiene una generosidad única”
En 2002 Molina publicó Tres cosas, un disco más melódico, de timbres puros y arpegios cristalinos. El disco llamó la atención de varios colegas, sobre todo del exvocalista de los Talking Heads, David Byrne, que la descubrió buscando recomendaciones por Amazon y la invitó de gira por Estados Unidos. “Es una masa ese pibe, tiene una generosidad única“, dijo Juana sobre sus primeras impresiones del músico, quien además le presentó a Annie Clark, más conocida como St. Vincent.
3. “Segundo es como la masa madre de todos mis discos”
Como su título indica, Segundo (2000) fue el disco que Molina publicó después de su debut con Rara y fue la obra donde consolidó su estilo. Este álbum marcó la aparición de la repetición como recurso estético, donde Juana induce trances, superponiendo capas de sonido, pero siempre al servicio de avanzar sus canciones. Sobre él, fue clara: “Para mí es el mejor. No porque sea mejor, sino porque es como la masa madre de todos los discos. Yo creo que todo lo que hice después, de algún modo está en Segundo“.
2. “Bailar me parece el objetivo ulterior de la música”
Hablando sobre lo que influyó su propia música, la cantautora y multiinstrumentista declaró que “todos somos productos de lo que mamamos”, argumentando que el click artístico en su carrera se dio muy tarde. Sin embargo, admitió que ya no escucha tanta música porque se siente saturada: “A veces necesito que no haya”.
Y agregó : “Antes hacíamos reuniones con unos amigos y uno de ellos era siempre el que traía la música… era un momento espectacular porque bailábamos mucho. Y bailar me parece el objetivo ulterior de la música. Por eso me hubiera gustado ser baterista, porque tocás y bailás al mismo tiempo“.
1. “Hubo un gran rechazo completamente prejuicioso contra mí”
Antes de dedicarse plenamente a la música, Molina se desempeñó como actriz. Entre 1991 y 1993, protagonizó el show Juana y sus hermanas, el cual le brindó una exposición inusitada. Es por eso que cuando quiso dedicarse definitivamente a lo artístico arriba de un escenario, la recepción del público local fue lapidaria. Ella quería tocar canciones, pero debió hacerlo ante un público cerrado y prejuicioso, cuyo feedback fue cruel.
Molina recordó esos días: “Para empezar, y para ser francos y hablar honestamente, creo que en principio hubo un gran rechazo completamente prejuicioso. Porque yo era actriz y entonces de plano toda la prensa y la gente que tenía que moverme rechazó mi propuesta de música y muy contundentemente (…) Después eso con el tiempo se me fue pasando. Y de las pocas personas que iban a verme, que les gustaba lo que hacía, se fue formando muy lentamente un público cada vez más grande. No fue nunca un boom, pero sí un público sólido que fue creciendo, como una especie de bola de nieve que va cayendo por una pendiente muy suave, se va agrandando”.