Hablar de Led Zeppelin es hablar de riffs demoledores, solos inolvidables y la voz explosiva de Robert Plant. Sin embargo, detrás de esa fachada de banda fundacional del hard rock, siempre hubo una raíz profunda, casi sagrada, anclada en el blues.
Jimmy Page lo dijo sin vueltas: "Quería que Zeppelin fuera un matrimonio entre blues, hard rock y música acústica”. Y lo lograron. A lo largo de sus nueve discos de estudio, el grupo británico volvió una y otra vez a las fuentes afroamericanas del blues y lo hizo a su manera: con respeto, con vuelo propio y con una energía imposible de replicar.
A continuación recopilamos cinco de las mejores canciones de Led Zeppelin en las que se metieron de lleno al blues.
5. "Since I’ve Been Loving You" – Led Zeppelin III (1970)
Es el blues llevado al límite emocional. Una balada lenta y devastadora donde Plant canta con el alma en la garganta. Page, por su parte, se despacha con uno de los solos más sentidos de su carrera y con una sensibilidad que eriza la piel.
4. "When the Levee Breaks" – Led Zeppelin IV (1971)
Zeppelin agarró esta vieja canción sobre la gran inundación del Mississippi y la convirtió en una pieza imposible de olvidar. El bombo de Bonham parece latir en el pecho, la armónica suena como un lamento distorsionado y la guitarra parece salida de una película postapocalíptica.
3. "In My Time of Dying" – Physical Graffiti (1975)
Acá se meten con un clásico del góspel del delta y lo transforman en un viaje místico de 11 minutos. Slide guitar que chilla a más no poder, la voz de Plant que sube y baja como un rezo desesperado, y una banda que suena como si estuviera tocando desde el más allá.
2. "I Can’t Quit You Baby" – Led Zeppelin I (1969)
Otro guiño al gran Willie Dixon, con un tema que había hecho famoso Otis Rush en los años 50. Zeppelin lo hace suyo sin romper demasiado el molde, pero con un swing bien marcado y una ejecución impecable.
1. "You Shook Me" – Led Zeppelin I (1969)
También basada en una canción de Dixon, esta versión llegó casi al mismo tiempo que la de Jeff Beck, lo que generó algún que otro comentario entre amigos. Pero Zeppelin la saca adelante con estilo propio: un duelo entre la guitarra de Page y la voz de Plant que suena como una batalla.