Sly Stone, líder de Sly and the Family Stone y una de las figuras más influyentes en la historia de la música popular, falleció este lunes a los 82 años. Su impacto fue tal que resulta difícil pensar el soul, el funk o incluso el pop contemporáneo sin su influencia. Con la banda estadounidense introdujo una fusión hasta entonces inédita de psicodelia, groove y letras cargadas de conciencia social en plena efervescencia de los años 60 y 70, una época de cambios tanto sociales como culturales que impactarían de forma escalonada en todo el mundo.
La propuesta musical de Sly and the Family Stone fue revolucionaria no sólo por su sonido sino también por su composición: un grupo multirracial y de género mixto, en tiempos donde eso era poco menos que impensado para la industria musical. El bajista Larry Graham fue pionero en el “slap bass”, la trompetista Cynthia Robinson se abrió camino en un terreno dominado estrictamente por varones, y el propio Sly ejerció como compositor, productor, multiinstrumentista y líder espiritual de una banda que hablaba de unidad, familia, resistencia, amor y transformación.
A modo de homenaje, repasamos cinco canciones esenciales de Sly and the Family Stone para entender el legado que dejó Sly Stone.
“Dance to the Music” (1967)
Esta canción fue el primer gran éxito de la banda y sirvió como carta de presentación ante la audiencia. Con un ritmo colmado de groove, una estructura coral y una consigna clara -“¡levántate y baila!”-, el tema consolidó la mezcla de instrumentos, voces y géneros que definiría al grupo. Influyó en artistas como Stevie Wonder y The Temptations, y marcó el rumbo para la expansión del soul psicodélico.
“Everyday People” (1968)
Una de las canciones más conocidas de la banda y, también, una de las más políticas en su mensaje. Con una melodía optimista y una estructura pop, el tema alcanzó el puesto número 1 en el Billboard Hot 100 y se transformó en un himno sobre la igualdad.
“Family Affair” (1971)
Con un tono más sombrío y una producción más contenida, esta canción se convirtió en el mayor éxito comercial del grupo. El bajo, los teclados y la atmósfera introspectiva reflejan tanto el clima social de la época como los conflictos internos del grupo. Según declaró el propio Sly, la canción habla de los vínculos familiares desde múltiples dimensiones: lo biológico, lo social, lo simbólico. Fue editada en el álbum There’s a Riot Goin’ On (1971), uno de los discos más influyentes del soul de los años 70.
“I Want to Take You Higher” (1969)
Esta canción, que formó parte del álbum Stand! (1969), es un despliegue instrumental donde cada integrante brilla sin perder la cohesión del grupo. Con solos de armónica, guitarra y fierros, y un ritmo que no para de crecer, la canción encapsula el espíritu festivo y combativo de la banda. Su versión en vivo en Woodstock 1969 es considerada una de las más memorables del festival.
“Stand!” (1969)
Esta canción sintetiza el costado más luminoso y optimista de Sly and the Family Stone. Alternando entre versos tensos y un estribillo explosivo, “Stand!” invita a levantarse, resistir y sostenerse ante la adversidad y el contexto hostil. Fue un éxito de ventas y sigue siendo una de las composiciones más completas de la banda, tanto en lo musical como en lo lírico.