Islandia, un país con poco más de 370 mil habitantes, con el tiempo logró consolidarse como un epicentro de innovación musical. El país supo ser cuna de artistas de renombre mundial con una carrera marcada por la vanguardia. Por ejemplo, Björk y Sigur Rós se convirtieron en símbolos mundiales de la música alternativa.
La influencia de estos músicos trascendió las fronteras del propio país para moldear el rumbo de la música experimental, electrónica, pop y post-rock en las últimas tres décadas. Sus obras no solo fueron aclamadas por la crítica internacional y medios especializados, sino también por los melómanos del mundo.
A continuación, recopilamos los 10 mejores discos islandeses según especialistas, en base a reseñas, ubicaciones en los rankings y listas del mundo. ¿La coincidencia? Todos son de Björk y Sigur Rós. Cada álbum destaca por su calidad artística y por el impacto que tuvo en su contexto, la innovación que propuso y la manera en que definió la proyección internacional de Islandia en el mapa musical.
10. Björk – Medúlla (2004)
Con Medúlla, Björk llevó la experimentación al extremo al basar casi toda la obra en sonidos vocales, desde coros hasta beatboxing y guturales. Fue un proyecto audaz que rompió con los esquemas del pop convencional, investigando la voz humana como único instrumento principal.
9. Sigur Rós – Með Suð Í Eyrum Við Spilum Endalaust (2008)
Með Suð Í Eyrum Við Spilum Endalaust representó un cambio de dirección en el sonido de Sigur Rós. Más accesible y luminoso que sus trabajos anteriores, incorporó melodías directas y un enfoque más optimista, incluyendo un tema grabado en vivo junto a la London Sinfonietta y el London Oratory Boys’ Choir.
8. Björk – Vulnicura (2015)
Vulnicura es un disco profundamente personal en el que Björk retrató su separación del artista Matthew Barney. Con la colaboración de Arca y The Haxan Cloax, creó un sonido cargado de cuerdas y texturas electrónicas que transmiten vulnerabilidad.
7. Sigur Rós – () (2002)
() es una obra desafiante en la que Sigur Rós llevó la abstracción a un nuevo nivel. Todas las canciones carecen de títulos oficiales y están cantadas en vonlenska, un idioma inventado por la propia banda donde la sonoridad está por encima del significado. El disco consolidó a Sigur Rós como referentes del post-rock atmosférico y experimental.
6. Sigur Rós – Takk… (2005)
Considerado uno de los discos más accesibles de Sigur Rós, Takk… contiene algunas de sus canciones más reconocidas, como "Hoppípolla". Su propuesta equilibra la melancolía característica de la banda con momentos de luminosidad y épica. Fue clave para ampliar su audiencia internacional.
5. Björk – Debut (1993)
Con Debut, Björk lanzó oficialmente su carrera como solista después de su etapa con The Sugarcubes. El disco combinó elementos del house, el jazz y la electrónica, destacándose por su audacia. Incluyó singles icónicos como "Human Behaviour" y "Venus as a Boy", que la posicionaron como una figura clave en la música alternativa de los 90.
4. Björk – Post (1995)
Post expandió aún más las posibilidades de Björk como artista. El disco exploró terrenos sonoros diversos que iban desde el trip hop hasta la electrónica experimental, reflejando una actitud innovadora y sin fronteras de la artista islandesa. Canciones como "Army of Me" y "It’s Oh So Quiet" demostraron su versatilidad y consolidaron su influencia en la escena global.
3. Björk – Vespertine (2001)
Vespertine es un disco introspectivo, delicado y cargado de intimidad. La producción, caracterizada por sonidos electrónicos microtexturales y coros celestiales, buscó capturar la sensación de refugio. Temas como "Hidden Place" y "Pagan Poetry" reflejan esa búsqueda de lo etéreo y lo personal.
2. Björk – Homogenic (1997)
Homogenic singificó uno de los momentos más grandes en la carrera de Björk. El disco fusionó música electrónica con arreglos de cuerdas, creando un sonido innovador que influyó en gran parte de la música experimental posterior. Temas como "Jóga" y "Bachelorette" se convirtieron en clásicos de su repertorio.
1. Sigur Rós – Ágætis Byrjun (1999)
Coronado como el mejor disco islandés, Ágætis Byrjun es considerado un hito del post-rock mundial. Con canciones como "Svefn-g-englar" y "Starálfur", el álbum cautivó a la crítica internacional por su atmósfera hipnótica y expansiva. Fue el trabajo que dio a conocer a Sigur Rós fuera de Islandia y consolidó al país como un referente en la música alternativa global.