Andrew Watt es uno de los productores musicales más demandados de los últimos años y en su historial ya se incluyen trabajos junto a The Rolling Stones, Ozzy Osbourne, Pearl Jam, Post Malone, Lady Gaga y Elton John, entre otros. Sin embargo, recientemente el estadounidense se convirtió en noticia gracias a una conversación que tuvo con Paul McCartney.
Luego de años de idolatrar a los Beatles, el oriundo de Nueva York logró concretar un encuentro para conocer a Macca, uno de sus héroes musicales. La idea era que la leyenda de Liverpool se acercara a la casa de Watt para tomar el té, pero este último detectó un problema: no tenía ninguna guitarra para zurdos.

En una entrevista con The Howard Stern Show, Watt contó: “Así que pensé: ‘Paul McCartney va a venir’. No pude dormir la noche anterior y, literalmente, empiezo a dormitar. Me levanto en mitad de la noche y digo: ‘Mierda, no tengo guitarras para zurdos. Sólo tengo para diestros’. Soy zurdo, pero toco con la derecha”.
“Se supone que vamos a tomar el té, pero ¿qué pasa si quiere tocar un acorde o enseñarme algo?”, agregó. “Podría tenerlo tocando la guitarra delante de mí y no, ahora no va a poder ser. Así que empezamos a buscar en Google y encontramos una empresa que las alquilaba, así que trajimos unas cuantas a casa”.

Finalmente, Watt y McCartney se encontraron y Paul comenzó a tocar “Blackbird”, uno de los tracks más aclamados de The Beatles -más conocido como The White Album-, el noveno disco de los Fab Four. Es más, le enseñó un truco a la hora de interpretarlo:
“Empezamos a hablar de ‘Blackbird’ porque es una de mis pistas favoritas y es muy interesante de tocar. Tiene una mano derecha muy particular. Así que le preguntaba si lo había entendido bien y él me enseñaba cosas. Me dijo: ‘Lo más importante de esa canción es que golpees el pie mientras la tocas’. Yo le respondí: ‘Creía que eso era un metrónomo’, a lo que me contestó: ‘No teníamos metrónomos. Ese es el golpeteo de mi pie, así que le pusieron un micrófono en el pie en el estudio’. Obtener esos pequeños fragmentos de conocimiento de la fuente es la razón de mi existencia. Me da vida”.