Hoy en día es totalmente normal escuchar una canción grabada con Auto-Tune. Sin embargo, hace algunos años la utilización del mencionado procesador de audio creado por Antares Audio Technologies para voces e instrumentales no era usual. Todo cambió cuando Cher lanzó “Believe”, la primera pista en la que se usó el efecto.
Producido por Brian Rawling y Mark Taylor, el tema no solo le dio nombre al vigésimo tercer álbum de estudio de la artista estadounidense, editado el 22 de octubre de 1998, sino que también se volvió un éxito a nivel mundial, alcanzando el puesto número 1 en Estados Unidos y muchos otros países, incluidos Italia, Alemania y España.
Tras grabar el track, a los productores les preocupaba que la voz de la cantante sonara demasiado robótica por el Auto-Tune, por lo que quisieron modificarla. Sin embargo, la también actriz se negó, tal y como ella lo recordó en un diálogo con el New York Times: “A todos les encanta esa canción pero quieren cambiar esa parte. Le dije: ‘¡Van a cambiar esa parte sobre mi cadáver!’”.
Sin lugar a dudas, la artista hizo bien en defender su producto, ya que “Believe” -además de ser la primera canción en usar Auto-Tune- vendió más de 11 millones de copias a nivel global, lo que lo convierte en uno de los sencillos más vendidos de todos los tiempos y lo que, en su momento, se tradujo en que el Auto-Tune fuera conocido como el “efecto Cher”.