En medio de un fuerte consumo de drogas por parte de sus miembros, peleas internas y una gran depresión de Robert Smith, The Cure lanzó su disco Pornography el 4 de mayo de 1982 para cerrar así la fase musical oscura y sombría de sus primeros años. Tras la salida del LP, el bajista Simon Gallup dejó la banda, Smith se fue a tocar con el grupo Siouxsie and the Banshees y The Cure estuvo cerca de separarse de manera definitiva, algo que no ocurrió.
En diálogo con Rolling Stone en 2004, Smith reveló: “Nos sumergimos en el lado más sórdido de la vida, y tuvo un efecto muy perjudicial en todos los miembros del grupo. Conseguimos algunas películas e imágenes muy perturbadoras para ponernos de humor. Después, pensé: ‘¿Realmente valió la pena?’. Solo teníamos veintipocos años y nos sorprendió más de lo que pensaba: lo vil y malvada que puede ser la gente”.
The Cure volvió formalmente al ruedo a mediados de los 80, pero entre Pornography y The Top (1984) publicó su álbum recopilatorio titulado Japanese Whispers, para el que grabó “Let’s Go To Bed”. Smith presentó esta pista ante los directivos del sello Fiction Records, quienes pensaron que publicarla no era buena idea debido a su cambio en el sonido del grupo.
“Me miraron como diciendo: ‘Esto es todo. Realmente se volvió loco’”, recordó. “Dijeron: ‘No puedes estar hablando en serio. Tus fans la van a odiar’. Lo entendí, pero quería deshacerme de todo eso. Ya no quería ese lado de la vida; quería hacer algo que fuera realmente alegre. Pensé: ‘Esto no va a funcionar. Nadie se lo va a creer nunca. Es tan ridículo que voy a pasar de ídolo gótico a estrella del pop en tres fáciles lecciones’”, agregó.
A pesar de las opiniones, el track se publicó, y eso lo enojó. En el Rock ‘n’ Roll Alternative Show en 1983 dijo:
“No fue tan tonta como quería. En realidad, era una reacción mía contra la imagen de The Cure, las situaciones por las que pasamos. Así que quería hacer algo que fuera realmente tonto y pop. Las palabras no significan nada. Una vez que lo grabé, pensé: ‘Tal vez esto no esté del todo bien’. Pero lo tomaron, lo llevaron a su conclusión lógica y lo publicaron… Mirando hacia atrás, tal vez no fue algo tan malo. Pero en ese momento, estaba muy, muy enojado porque no quería que se publicara”.