Rod Stewart es conocido por su gran maestría vocal, especialmente en el rock y el pop. A lo largo de décadas de carrera, el músico se mantiene vigente por su talento, sus canciones populares y también por su soltura en el escenario. Sin embargo, el artista no se limitó a estos géneros. En 2002 estrenó el álbum It Had to Be You... The Great American Songbook, en el que se puso el traje de cantante de jazz para interpretar grandes standards clásicos del género de Cole Porter, George Gershwin, Haven Gillespie, entre otros.
En diálogo con United Press International en el momento del estreno del álbum, reveló cuál fue su intención al abordar este estilo: “Fue un acto de amor. Quería cantar estas canciones, desahogarme”, explicó, destacando que fueron parte de su formación y su infancia. Además, señaló que correrse del pop y el rock hacia el jazz significó un gran desafío vocal: “Estas canciones no son fáciles de cantar. Las han interpretado algunos de los mejores cantantes de la historia, así que si quieres hacerlo, más te vale saber que estás compitiendo con Billie Holiday, Ella Fitzgerald y Louis Armstrong”.
A través de canciones como "They Can’t Take That Away from Me" —tema que fue interpretado por Fitzgerald, Armstrong y también Frank Sinatra—, "That’s All" y "These Foolish Things", Stewart demostró que está más que a la altura del género y que su voz, conocida por su tono ronco, no solo es ideal para el rock, sino que se adapta perfectamente al jazz. Tanto fue así que el cantante continuó lanzando una serie de discos dedicados al jazz, que se convirtieron en clásicos dentro de su carrera.