Los artistas musicales se deben a sus fanáticos. Es por eso que, en cada presentación en vivo, los setlist son armados cuidadosamente para complacer a los presentes con los mejores tracks. Sin embargo, a lo largo de la historia hubo veces en las que los propios autores de un éxito se hartaron, como fue el caso de Mick Jagger con “Loving Cup”.
Después de formar parte del exitoso disco Exile on Main St. (1972), la pista comenzó a aparecer en los setlist de sus majestades satánicas. “En la gira del disco Forty Licks, cuando estábamos preparando el setlist para un espectáculo en Yokohama, el músico Chuck Leavell sugirió que tocáramos ‘Loving Cup’, la balada de Exile on Main St”, recordó Jagger en 2003.
“No quería tocar la melodía”, continuó el artista de 81 años. “Dije, ‘Chuck, esto va a morir en Yokohama. Ni siquiera puedo recordar la maldita canción, y a nadie le gusta. La hice muchas veces en Estados Unidos, no cae tan bien. Es un tema muy difícil de cantar. ¡Estoy harto de ella!”.
“Chuck me contestó: ‘¡Anímate!’. Cedí y la puse en la lista, así que salimos, empezamos la pista y todos empezaron a aplaudir. Esto demuestra cómo, con el tiempo, algunas de estas canciones adquieren una cierta existencia o valor que nunca tuvieron cuando salieron por primera vez”, sentenció Jagger.