En los últimos días de mayo, el sello Polyvynl publicó la reedición del primer y único disco que American Football lanzó 15 años atrás a través del mismo sello. Y eso es motivo suficiente para volver a escucharlo, volver a conectarse con las emociones que este disco de los chicos de Urbana (una pequeña ciudad del estado de Illinois) logra transmitir. No digo emociones nomás porque estemos ante la presencia de una banda catalogada como emo: el trío supo hacer canciones universales, moviendo varios nervios sensibles en su corto período de vida: 1997 – 2000.
La banda se formó en 1997 por Mike Kinsella (bajo y voz), Steve Lamos (batería) y Steve Holmes (en guitarras). La historia de ellos fue muy breve: cuando se juntaron para hacer música (Kinsella, Lamos y otros dos miembros) comenzaron a hacerlo bajo el nombre The One Up Downstairs, nombre con el que tenían planeado editar un primer 7”. Grabaron tres canciones y se separaron, pero Kinsella y Lamos siguieron, sumaron a Holmes y rápidamente ve la luz el primer EP homónimo en 1998.
Sorprende la confianza que el sello tenía en el grupo: ya antes de siquiera tener el line-up definitivo, Polyvynl iba a editar el primer simple en 7”. Finalmente, el sello que tiene base en Champaign-Urbana, Illinois (y que edita a nombres como of Montreal, Japandroids, etc.) editó el primer EP homónimo, el LP también homónimo en 1999, y quince años después, su respectiva reedición.
Es que con un paso tan fugaz, la banda recibió los elogios merecidos pero no todos. Separados de común acuerdo, este año volvieron para alimentar el mito (tienen un par de presentaciones en vivo agendadas) que supieron cultivar a base de las profundas pero a la vez universales letras: American Football es considerado el disco más influyente del género emo.
Cuando Kinsella compuso las canciones de American Football tenía apenas 21 años, edad de crisis para muchos (como si hubiese alguna edad que esté libre de tener crisis…). En este disco hay claras referencias a los períodos escolares norteamericanos, y el anhelo por un verano (y amor) perdido pero que sin embargo se adaptan a la vida de cualquiera (y eso es lo hermoso de la música). Líneas como “I’m thinking about leaving and how I should say goodbye. with a handshake, or an embrace, or a kiss on the cheek, or possibly all three” de “The Summer Ends” nos hace recordar a innumerables momentos incómodos, mientras que la dramática “Never Meant” (para la que estrenaron un video hace poco) retrata los momentos más funestos de la existencia humana en cuanto a las relaciones: darse cuenta de que uno no es para el otro y viceversa, de que todo tiene su fin.
Luego de varios hightlights (“Honestly?”, “I’ll See You When We’re Both Not So Emotional” – el título lo resume todo), “Stay Home” anuncia que vamos llegando al final de esta obra y resume el espíritu del disco: una introducción larguísima (la canción en total dura 8 minutos) para luego llegar a una única estrofa que termina con un loop infinito de “that’s life: so social”. Una canción que, justo al final del disco, habla sobre lo que significa crecer, sobre cómo se inserta uno en la sociedad: involucrándose o no, no se puede negar que uno es parte de ella. American Football describe los tres pilares de una crisis personal (lo social, lo físico y lo emocional) en una sola canción, que da lugar a la instrumental “The One with the Wurlitzer” que le pone el punto final al disco.
El álbum está protagonizado por un minimalismo que, sumado al poder que tienen las melodías en conjugación con la voz de Kinsella (suena tan veinteañero que hasta da ternura), hoy, 15 años después, suena a la nostalgia después de la nostalgia.
American Football – American Football
1999 – Polyvynl
01. Never Meant
02. The Summer Ends
03. Honestly?
04. For Sure
05. You Know I Should Be Leaving Soon
06. But The Regrets Are Killing Me
07. I’ll See You When We’re Both Not So Emotional
08. Stay Home
09. The One With The Wurlitzer