Luego de alcanzar la cima de la fama y gloria con sus primeros dos éxitos, “Kids” y “Time to Pretend”, MGMT no respondió con la alegría de una banda satisfecha con sus logros. Para Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden, el brillo de la fama era opaco y la gloria de plástico. El teclado de “Kids” se volvió el cántico del público en cada show, y “Time to Pretend” funcionó como el sendero hacia el grupo para los televidentes de la serie inglesa Skins (2007). Pero MGMT, en parte defraudado del escrutinio, quiso hacerse a un costado de todo lo que tenía que ver con los hits y hacer un segundo disco completamente distinto. En Congratulations, el dúo se sumergió en la experimentación de su sonido a expensas de dejar conforme a la escucha popular. Por eso Congratulations es un disco más complejo que su antecesor, porque consolidó la figura que MGMT estaba buscando ser, evitando quedar hecho polvo que rápidamente se lleva el viento.
Su primer disco, Oracular Spectacular, no era solo esos dos hits, pero sí tenía un sonido de fácil degustación. Era difícil que canciones como “Weekend Wars” no se conviertan en favoritas de muchos. En Congratulations fueron conscientes de eso y buscaron burlarse del casillero en donde se los quería encerrar. El título del álbum hace referencia a lo que alimenta el ego, un gesto de ironía que se volvió típico en MGMT (sino vean el video de “Me and Michael”, en donde se siguen burlando de esto). La idea del hit implica la idea del residuo y por eso en Congratulations buscaron un mensaje profundo y reinventaron su universo psicodélico.
El videoclip de “Flash Delirium”, que funcionó como adelanto del álbum, planteaba esto con el sentido del humor que caracteriza a la banda, un recibimiento absurdo de personajes artificiales. Congratulations es un disco lleno de referencias, y el video de “Flash Delirium” recuerda al cine de David Cronenberg, películas como Existenz y Videodrome. Los títulos de las canciones nombran a varias figuras artísticas, como si fuesen dedicatorias. La primera referencia aparece en la segunda canción, la bailable y frenética “Song for Dan Tracy”, haciendo alusión al líder de Television Personalities, la banda de post punk de finales de los 70. Más adelante se menciona a la eminencia de la música experimental, Brian Eno, en una especie de grito político por parte de MGMT de celebrar la existencia del gurú inglés. Y seguido a esto, se dan el lujo de presentar una pieza instrumental escalofriante con el nombre de “Lady Dada’s Nightmare”.
A diferencia del primer disco, Congratulations es un disco conceptual de principio a fin, sus canciones dialogan entre sí. “It’s Working” es la apertura ideal, con un sonido electrizante y galáctico que demuestra un estado de pureza absoluta en el grupo. “Está funcionando en tu sangre / Lo que sabés que no es lo mismo que el amor / El amor está solo en tu cabeza / Y no en tu corazón,” canta Andrew con su voz teñida de efectos. Una lírica críptica que va acelerando su melodía, se enaltece con los coros, sus sintetizadores y el estruendo de la batería. Es un pop psicodélico al estilo Syd Barrett pero con una vuelta de tuerca moderna. En el abanico de Congratulations aparecen otras canciones como “Someone’s Missing”, con su atmósfera rarificada y cadenciosa, y la celebración casi celestial de la inefable “I Found a Whistle”.
Una mención aparte para “Siberian Breaks”, una canción invendible desde el vamos por sus más de doce minutos de duración. Como si fuese una mamushka, “Siberian Breaks” va de parte en parte, atravesando diversos paisajes sonoros, tonalidades opuestas y recursos distintos con los que otra banda hubiese hecho cuatro canciones individuales. Esta ópera lisérgica comienza como una balada cálida, luego se pone densa y surrealista, y en su clímax es uno de los momentos más altos del disco. “Siberian Breaks” le sirvió a la banda para poder exponer todo lo que tenían ganas en un solo tema, con sus matices espaciales y sus cambios de temperamento. Es un tema de psicodelia barroca que se brinda del aglutinamiento para explorar la catarsis.
El disco cierra con la canción que le da el nombre al álbum, una balada soft brillante con la que terminan dejando en claro sus intereses: “Prefiero disolverme que tenerte ignorándome,” ironizando sobre la realidad de un álbum que no fue bien recibido por la prensa en su momento, pero que con el tiempo fue comprendido como la obra de madurez artística que es. En Congratulations, MGMT se rejuveneció y apostó a un camino sinuoso con menos respuestas. En esa incertidumbre, encontraron su lenguaje.