Un día como hoy, pero 30 años atrás se lanzaba el segundo disco de New Order, Power Corruption & Lies. Épicos discos, si los hay, este es claramente uno que se englobaría en esa categoría. Sólo basta pensar que pasaron tres décadas y seguimos hablando de él como para sentir escalofríos y ganas de darle play.
Imaginemos por un segundo que somos jóvenes en 1983. Joy Division nos voló la cabeza hace un par de años pero Ian se murió y todo se nos vino abajo. Después nos enteramos que los demás componentes de esa gran banda, Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris se negaron a aceptar el fin de su carrera musical y se juntaron con un tal Gillian Gilber para formar: “New Order”. Tuvieron su debut en 1981 con Movement , un disco que nos reconfortó, respetando ese camino que Joy Division estaba marcando, desviándose de alguna u otra manera pero muy tímido como para hacer un statement por sí mismo. Además nos hizo un favor que hasta el día de hoy nos es imposible terminar de agradecer: la inmensa “Ceremony”.
Sigamos en el juego, ahora es 1983, no podemos bajar el torrent o esperar el leak, y sabemos que va a llegar un nuevo disco de New Order. Estamos un poco desorbitados porque antes del release escuchamos singles como “Blue Monday” o “The Beach” y no supimos cómo responder ante semejante propuesta. Ese sonido no era nada Joy Division, no era nada que pudieramos encontrar en Movement tampoco, pero de alguna manera nos llamaba la atención lo suficiente como para ir y comprar ese disco. Disco que en su tapa no expresa nada en particular. Sólo flores, ni siquiera el nombre de la banda o el disco. Aceptamos el desafío, el misterio que lo envuelve es demasiado seductor, y retornamos a nuestros hogares con un LP floreado y mucha incertidumbre. Prendemos el Ken Brown, le damos play y escuchamos los primeros acordes de “Age of Consent”.
Es imposible imaginar dicha escena sin sentir una abrumadora sensación de tranquilidad. Y es que “Age of Consent” es hermosa. Comienza de la manera más simple: una pegadiza base de bajo, una movida percusión y la apacible voz de Bernard Sumner demostrándote que no hay nada que temer en este disco, que está todo bien y la vamos a pasar genial. Me encanta describir esta canción como: “esperanzadora”. Más allá de eso creo fue también una sabia decisión dejar que abra el disco, ya que es la canción más Joydivisionera de todas, y bueno, todos le tenemos miedo a los cambios si son bruscos. Con “Age of Consent“, New Order te agarra la mano y lentamente te anima a descubrir todo aquello que Power Corruption & Lies tiene para ofrecer.
Seguimos con “We All Stand”, una canción que vuelve a meternos en esos ambientes oscuros de introspección que con tanta facilidad propiciaban estos chicos en sus discos anteriores. Con un imponente Peter Hook luciendo sus característicos dotes en el bajo, “We All Stand” parece más una base donde dejar que los instrumentos muestren sus diferentes matices antes de pasar a otro de los puntos más sobresalientes del disco: “The Village”. Aquí es donde de a poco se van metiendo todos esos componentes que le va a dar a PC&L su unicidad. Ya se fue la oscuridad, tenemos la alegría, los sintetizadores, los ritmos bailables y sin embargo el infaltable sesgo melancólico. Y es que New Order puede mezclar a la melancolía con la felicidad de una manera en que nadie más puede hacerlo. Y puede darnos ganas de bailar o de estar tirados en un sillón al mismo tiempo. Y eso es lo que lo hace único, ese “post-punk bailable” como a muchos les gusta caracterizarlo. “The Village” es la canción propicia para poner todo esto en evidencia.
Con “586” todo lo antes mencionado se va a acentuar en una sorprendente muestra de virtuosismo musical. Una canción super viajera que seguramente sirva como algún tipo de éxtasis, pero el más puro y natural. Y así se terminó la primer parte del disco, y quedamos completamente atónitos. Ahora tenemos que darlo vuelta, pero esta vez lo hacemos con mucha más seguridad, despreocupados y hasta entusiasmados en este descubrimiento.
La encargada de abrir esta segunda parte es la enorme “Your Silent Face”. Y por si a este disco le faltaba un momento emotivo, uno de esos que te dejan las sensaciones a flor de piel, con este tema se completa. Se vuelve épico, se hace así de inmenso. Porque “Your Silent Face” es apabullante en su complejidad musical y sin embargo completamente etérea en la sencillez en la que Sumner recita sus versos.
“Ultraviolence” y “Ecstasy” van a ser de esas canciones como “The Village” o los singles antes mencionados (que no forman parte de este disco, por lo menos hasta el 2008) “Blue Monday” y “The Beach” que marcan esta nueva dirección en el sonido de New Order, separándose de todo lo que antes pudo haberlos definido y mostrándose sólidos en su nueva propuesta.
Para cerrar el disco con un broche de oro, “Leave Me Alone” es esa canción también medio joydivisionera que nos dice, sí chicos, cambiamos, pero seguimos siendo los de siempre. Nos reconforta un poco, nos hace sentirnos un poco en casa, e irónicamente es esa la manera en que se despide, dejándonos con una sonrisa en la cara y completamente asombrados ante lo que acabamos de vivir. Y eso es lo que hace un disco épico. Te vuela la cabeza con cada canción, con cada acorde y estribillo. Cada parte es insoslayable porque hace a un todo que es mucho más grande. Y en este caso, la trascendencia de Power Corruption & Lies es mucho más significativa, porque es éste el disco que viene a separarlos del fantasma de Ian Curtis, es éste el disco que los hace “renacer” seguros en su propio sonido y en la posibilidad de repercutir con él. Por eso me encanta que en la tapa sólo podamos ver las más lindas flores, porque ésta es su manera de “florecer” de las cenizas de Joy Division, sin nada que lamentar y con una gran riqueza musical para ofrecer al mundo y hasta cambiarlo. Hoy, 30 años después lo recordamos y celebramos de esta humilde manera.
New Order – Power Corruption & Lies
1983 – Factory
01. Age of Consent
02. We All Stand
03. The Village
04. 586
05. Your Silent Face
06. Ultraviolence
07. Ecstasy
08. Leave Me Alone