¿Por qué no decirlo? Hay ecos lejanos de David Lynch en las novelas de Sergio Bizzio: esa mezcla misteriosa y hasta inquietante de fusionar atmósferas tan disímiles como lo cotidiano, con lo soñado. Sus libros –llenos de fabulación poética y fantasía- conjugan un escandaloso modo, donde sus personajes tejen y destejen los episodios de sus aventuras desafiando la comprensión exhaustiva del lector. Esa audacia donde la extravagante imaginación se encuentra siempre escapando de los registros convencionales, le ha ganado un lugar entre los mejores narradores de su generación.
El suyo es un estilo trabajosamente cristalino que pone en jaque las operatorias de los géneros. Su propuesta, como todo verdadero disidente de la aparatosa tradición literaria, las supera al apostar por la construcción de sus propios códigos. Allí el núcleo de su licencioso poder creador, donde por momentos, la narración es un torrente que salta de un registro a otro, moviéndose con total libertad. No en vano además de novelista, Bizzio es poeta, guionista, dramaturgo, músico y director de cine. En él nada es previsible. Todo cambia, fluctúa como la vida misma. Pero concentrémonos –si es posible- en el Bizzio de su última y esperada novela.
En Borgestein (Mondadori), un psiquiatra abandona la ciudad y se recluye en una pequeña casa en la montaña. Lo hace a causa de uno de sus pacientes: el peligroso Borgestein, quien piensa asesinarlo. Asimismo el protagonista atraviesa una etapa amorosa complicada, su matrimonio parece desmoronarse. Allí, una de las múltiples líneas narrativas, porque la novela es un flexible fresco de tramas cruzadas entre el lirismo descarnado y el relato de suspense, ofreciendo imágenes de una plasticidad lisérgica casi palpable. Como consecuencia, hablar del “argumento” es incurrir en un escabroso reduccionismo. En Bizzio no hay “temas” per sé. Sí, en cambio –como ocurre en sus libros Aiwa, Planet y En esa época, para citar tres ejemplos decisivos-, brota la desbordante fantasía y la lúcida insolencia que otorga a personajes e historias desopilantes; esa mágica y contagiosa vitalidad que atrapa a sus incondicionales lectores, del principio al fin.
Borgestein
Sergio Bizzio
2012 – Mondadori