En una sociedad donde los abrazos se dan con el codo y la mejor manera de cuidar a tus seres queridos es aislándote a través de la pantalla, los jóvenes poetas y curadores artísticos argentinos encontraron -al parecer- nuevas herramientas para seguir compartiendo sus invaluables actividades.
A pesar de lo que podría pensarse, muchas de las acciones artísticas que solíamos disfrutar no se vieron heridas de muerte, sino que simplemente modificaron sus características principales y florecieron imprudentes, antes de la llegada de la primavera. Uno de los casos es el de “Todos los días son como domingos” en el Instagram @todoslosdiassoncomodomingos, ciclo poético curado por el poeta y artista plástico Emiliano Campos Medina con una idea que surgió originalmente del Centro Cultural Buena Estrella pero que se vio modificada por la emergencia sanitaria. A este respecto Campos Medina reflexiona: “Seguir con el Ciclo de poesía en este contexto significa resistir. Aceptar quedarnos en casa para cuidarnos, pero no aislados, no entregados a una especie de letargo o pausa hasta que nos avisen que podemos volver a las calles”. Y agrega citando a Giorgio Agamben: “Que la excusa del distanciamiento social preventivo, que su necesidad inmediata, no sea una excusa para naturalizar la atomización de los cuerpos, de las subjetividades”. Su ciclo se proyecta a través de la plataforma Jitsi Meet. “Elegimos esa plataforma porque al ser de software libre nos pareció que se acercaba más al espíritu del proyecto que las otras plataformas que “‘explotaron’ en su utilización a partir de la pandemia” dice el creador y curador del ciclo que lleva el nombre de una de las canciones más emocionantes de Morrissey.
Lo que podría sonar al tweet de algún alucinado o a una idea post-apocalíptica se hace realidad en el ciclo “Poesía por WhatsApp”, sí, un ciclo realizado enteramente a través de la conocida aplicación de los teléfonos celulares en la original idea del periodista y escritor Daniel Mecca. “La herramienta del WhatsApp busca ser un puente para devolverle ese punto de ‘cotidianidad’ que está en la naturaleza histórica de la poesía”. Como cualquiera podría pensar, este tipo de ciclo modifica la lectura de los poemas, en este sentido Mecca agrega “en el celular la lectura de poesía convive con otros estímulos (el push de una noticia, el alerta de otros mensajes de WhatsApp, notificaciones de IG o TW, música de Spotify, etc.) por lo que se genera otro tipo de experiencia. Esto no quiere decir que necesariamente sea mejor leer poesía a la medianoche sentado en tu casa con un velador a media luz, un whisky y sonando los nocturnos de Chopin (algo, en rigor, hermosísimo), sino que también se da un efecto estético leyendo desde el celular en hora pico en el colectivo, porque lleva al lector a otros lugares en medio del caos”.
Su audiencia comienza en las redes sociales y actualmente existen ocho grupos de WhatsApp listos para escucharse entre sí, no a través de la función comentario, sino solo con el poder de los audios y la poesía. Daniel Mecca es entusiasta, y cree que en un contexto de post pandemia, en una nueva normalidad, su ciclo y aquellos que se le parezcan pueden tener gran afluencia: “Hoy, junto al libro de papel, conviven los ebooks, los audiolibros, las lecturas de poesía por podcast o los recitales de poesía. Creo que la poesía, en cualquiera de sus modos, es necesaria en todos los tiempos. Vivir tiene un carácter misterioso. Y la poesía se mete en ese misterio”.
A través de Instagram y con el objetivo de ampliar la franja etaria que consumía sus productos artísticos fue que Federico Baeza, el actual director del Palais De Glace, creo FUTURA, un ciclo de performance que partió de la idea de vincular artistas, activistas y curadores. “En algunos casos gente que tiene una trayectoria vinculada al ejercicio de la palabra, ya sea oral o escrita, como Naty Menstrual o Nancy Rojas, pero también perfiles orientados a la performance como El pelele, Mabel o Diego de Aduriz”, cuenta Baeza. La modificación en la interacción que se produce en este ciclo se da en los comentarios de Instagram. Pero FUTURA es además una fuerte apuesta por entender este presente de emergencia sanitaria y futura nueva normalidad: “El ciclo se inspira en la frase de la artista y activista travesti Susy Shock, ‘Ya no queremos ser más esta humanidad’”, dice el director del Palais De Glace.
Esta primera iniciativa de Baeza también se asocia con el objetivo general de atravesar las fronteras de las disciplinas en la agenda general de la institución. Frente al cambio cultural “la performance posibilita un lugar de intercambio con lxs espectadores bastante inmediato y apuesta, aún a la distancia, a establecer un lazo, a canalizar interrogantes que flotan en el ambiente”. La clasificación entre las disciplinas que genera FUTURA es complejo, pero no por eso poco fascinante. Podrán asistir aquellos que deseen, sin inscripción previa, a través del IG del Palais de Glace y ver a Naty Menstrual el 2 de julio 19 h; y a Mabel el 8 de julio también a las 19 h.
Otro de los ciclos que tomó a las redes sociales como apuesta es “Quiero tomar una coca contigo”, en el Instagram @quierotomarunacocacontigo de la escritora y librera Melina Alexia Varnavoglou y la escritora y periodista Flor Minici. Su ciclo se impone como transfronterizo, y en este sentido “permite invitar poetas de otras partes del mundo, conectar audiencias de diferentes territorios”. Y agrega: “También la interacción en vivo permite otro intercambio. Hay cosas que se pierden y se ganan por supuesto con la imposibilidad de reunirnos presencialmente, pero también se acortan distancias”. “Quiero tomar una coca contigo” lleva el nombre de un poema de Frank O’Hara, en palabras de Varnavoglou “por el deseo que este suscita”. El ciclo, que podrá verse nuevamente en julio por su plataforma de Instagram, no es puramente de lectura en vivo de poesía, sino que también se producen entrevistas, reflexiones y charlas. En su última edición, que tuvo espectadores de lugares tan disímiles como la ciudad de Córdoba, Costa Rica, Chile, México y Estados Unidos, contó con reflexiones acerca de “el toque de queda en NY, del nuevo sistema de cuarentena -a través de alertas de semáforos- en México, de lo que está pasando con la comunidad QOM en Chaco, etc.” y a este respecto su creadora reflexiona: “Creo que los temas más que cambiar, se politizaron, de forma más urgente”. “¿No es acaso urgente comunicar, generar sentidos para mantenernos despiertos y conectados durante este momento?”, finaliza Varnavoglou.