Miguel Zeballos
1- El descubrimiento de Cornell genera, al menos para mí, cierta ruptura, lo que me llama la atención no es tanto que sus trabajos más increíbles sean de la década del ´30, sino que son obras que hizo prácticamente solo, a veces recolectando negativos de películas clase B, o encargándole a cineastas que filmen para él, pero solo, en su casa, con su madre y con su hermano paralítico, no quiero exagerar pero es evidente que fue una especie de pionero del cine independiente.
María Negroni
Si, absolutamente. Creo que su obra en general, a pesar de que ha sido exhibida muchas veces, sigue teniendo ese carácter de obra “oculta”. En un sentido, al negarse a los encasillamientos y a todo tipo de pertenencia generica, se yergue como una producción esencialmente díscola.
M.Z
2 –Hay una entrevista en la que decís que “la belleza tiene que ver con la ruptura”. Me gustaría una reflexión sobre esa frase, y de qué manera la conectás con Cornell. Me hizo acordar a otra frase, una de Godard, que dice: “La cultura es la regla, y el arte la excepción”.
M. N
Si, es la misma idea. Cuando dije que la belleza tiene que ver con la ruptura, estaba citando a George Steiner, el crítico inglés que dijo que la belleza surge solo con la ruptura de una regla. Estoy totalmente de acuerdo: debe haber una especie de asombro, de sorpresa, de cosa inesperada para que se produzca el efecto estético. Eso inesperado puede darse de distintos modos: desde la ruptura sintáctica o lingüística más “simple” hasta la ruptura en el plano conceptual o filosófico. La poesia es experta en ambos tipos de ruptura. Siendo, como es, el género donde se manifiesta de modo más exacerbado la conciencia de las limitaciones del lenguaje, experimenta simultaneamente en los dos planos: el del lenguaje y el de las ideas que, por otro lado, no se diferencian. Ya lo dijo Wittgenstein: los límites de mi mundo son los límites de mi lenguaje.
M.Z
3- Releyendo Elegía encontré un párrafo de A chorus line que dice: “Si pudiera reducir la visión a cero, captar la emoción que produce la experiencia en ruinas, sería feliz como un gran artista fracasado”, supongo que estás hablando desde Cornell. Lo conecté de inmediato con una definición de poesía donde decís que “La poesía es la epistemología del no saber”. ¿Cómo funciona esa identificación? ¿Podés relacionar la idea de No saber con la otra idea primitiva de reducir la visión a cero?
M.N
No saber es dificilísimo. Es como perderse. Uno cree que es facil pero no. Todo más bien nos lleva a la repeticion, a volver a lo consabido, a lo pensado o sentido con anterioridad. Por eso, digo que la poesia es una forma de conocimiento, una epistemologia, que parte del no saber y se dirige al no saber, esa zona donde hay que convivir con lo innombrable, e incluso lo impensable. Reducir la vision a cero es otra formulacion de lo mismo. Como si dijeramos, habitar (y tolerar) el silencio. Beckett expreso esto mismo con una claridad impresionante cuando dijo que todo lo que puede pretender un artista es fracasar mejor.
M.Z
4- En este momento, ¿estás “usando” a otros artistas para crearles un mundo alrededor, o para hablar de su mundo desde el tuyo?
M.N
Uno siempre esta rodeando el enigma del propio ser (que, dicho sea de paso, es comun a todos). Por eso, no importa cual sea el motivo del dibujo, ni siquiera importa si hay un dibujo. La excusa es lo de menos. Lo demás está siempre más allá.
M. Z
5 – ¿Cuáles fueron tus primeras lecturas?
M. N
Los libros de la Colección Robin Hood y los libros que leía de chica en la Alianza Francesa (Camus, Beckett, Sartre, Ionesco)
M.Z
6 – ¿Qué libros recomendás?
M.N
Pascal Quignard (cualquiera), La Folie Baudelaire (Calasso), Clarice Lispector (La pasión según G.H), Djuna Barnes (El bosque de la noche), Bruno Schulz (La calle de los cocodrilos), los poemas de Emily Dickinson. De América Latina: Felisberto Hernández, Marosa di Giorgio, Borges, Guimarães Rosa.
M.Z
7 – Si se te diera por hacer CAJAS, a la manera de Cornell, ¿qué cosas le pondrías? ¿Cuáles serían los temas?
M.N
Mementos, ¿no? pequeños resabios de mundos perdidos, conchas marinas, miniaturas, fósiles, juguetes, dedales…
M.Z
8 – Una última, ¿la infancia de la muerte o la muerte de la infancia?
M.N
Es interesante esa aparente disyuntiva. Solemos lamentar la muerte/la pérdida de la infancia pero la muerte, como se sabe, nace con nosotros y madura con nosotros. Esto significa que también ella tiene una infancia. Me gustaría imaginármela.
Elegía Joseph Cornell
María Negroni
2013 – Caja Negra Editora