El último libro de Ignacio Molina, el prolífico hacedor de Los modos de ganarse la vida (2010), El idioma que usan todos (2012) y En los márgenes (2013), por solo nombrar algunos se inmiscuye, con su novela El cuarto deseo, en la vida de una pareja consolidada y con hijos: la de Norma y Alberto. Un año después saldría en la editorial Rangún de Caleta Olivia Chaumonogamia de Denise Nenezian, la primera nouvelle llena de historias de una mujer que decidió, como muchas otras en la actualidad, dejarse llevar por el deseo.
Cuando el deseo llega a cuatro
Es curioso que la mujer de Alberto, el protagonista y relator omnisciente de la novela El Cuarto Deseo se llame Norma ya que desde la mirada de su esposo, quien relata los hechos en primera persona, su mujer se le ha vuelto un peso, una sombra. Una ley a la que es difícil escapar. Y una pareja vecina, con la que compartirán algunos días en Pinamar serán quienes se constituirán en la pata voyeurista necesaria para que este deseo distinto comience a emerger como volcán en ebullición; o como tormenta de playa en pleno día de sol. Como bien lo declara la contratapa del libro publicado en septiembre del 2018 por Falso Trébol, El Cuarto Deseo es una obra, una nouvelle repleta de interiores y exteriores. Tanto como veremos en Chaumonogamia, cuando la protagonista busca sinónimos para escribir una nota periodística y se encuentra ondeando en los desvanes de la palabra “apertura”.
Volviendo a El Cuarto Deseo, fácil es identificarse con Alberto, un tipo común, con deseos comunes viviendo la vida común que le vendieron los medios de comunicación. Pero que ahora, por culpa de la observación cotidiana de una pareja moderna, podrá escapar de su prisión sofocada del marido perfecto. La novela además es de lectura rápida, atrapante desde el primer diálogo, con personajes que son comunes y corrientes a la fauna porteña y por eso claros y transparentes a cualquier lector sea lego o experto en novelas cortas de amor.
Las medusas
En Chaumonogamia se desarrollan otras cosas, otras ideas, sin perder el hilo de la búsqueda distinta del amor. Esta primera novela de Denise Nenezian podría denominarse como los “diarios íntimos de una femme fatale”, aunque también como un versátil diario de viaje. Lo que ocurre es que la protagonista es una simple periodista, sin ánimos de experimentar el sexo más que como una cosa más en su vida. Como anotarse a un deporte de riesgo o jugar ajedrez en la plaza. El sexo constituye pero no es constituyente de su vida. Masturbación, tríos, desamor y todo este nuevo glosario de una forma de amar anti heteronormativa, se desnudan en forma de diario, haciendo referencia no obviada también a la profesión de la protagonista principal. Una de las maravillas que tiene esta novela es el trazo de metáforas marítimas con el sexo, lo que nos permite descubrir, tras el título, una verdadera sutilidad de vinculación entre el deseo y el mar.
Chaumonogamia, en otras palabras, se divide en todas las historias poligámicas que la hicieron a ella. Una novela donde aparece remarcado, aunque soslayado, el peso de la culpa. ¿Será porque es mujer? ¿Será por su relación algo dependiente con su padre?.
Las medusas son hermosas, pero peligrosas. Otra característica de esta novela es la variedad de géneros existentes en ella. No es una novela solo de imágenes o diálogos, dentro de ella hay cartas y miles de deseos encontrados.
En la narrativa que proponen estas dos little nouvelles, los protagonistas, Alberto y Desireé se preguntan: ¿Está mal este deseo? ¿Nos podremos habilitar nuevas formas para amar que no sean las impuestas por un sistema heteronormativo de ideas?
Deseo masculino y deseo femenino en la era de las redes sociales y la modernidad líquida donde no hace falta ser Zygmunt Bauman para describir a la perfección un hecho que ya es factible en la cama de todos los jóvenes. Donde sea que se lean, Chaumonogamia y El Cuarto Deseo plantearán más interrogantes que aquellos que se hacen los propios neuróticos personajes, ambos narradores omniscientes de la historia.
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Denise Nenezian recomienda: El disco Fuerza Natural, de Gustavo Cerati. Tema que se relaciona con el libro: “Deja Vu”.
Ignacio Molina recomienda: El cuarto deseo sucede en Pinamar porque su primer capítulo y su trama me fueron reveladas en Pinamar, en el verano del 2018. Durante esos días inolvidables que pasé con Eugenia y con Julia al borde del mar cantamos y escuchamos muchas veces “Pinamar”, de Francisco Bochatón. Por eso la elijo, y porque ahora me doy cuenta de que la lírica de la canción sintoniza bien con la novela.