La relación paternofilial ha sido el leitmotiv de muchos libros. Dentro de ellos, podemos nombrar Carta al padre de Franz Kafka, Una muerte muy dulce de Simone de Beauvoir, Infancia de J.M. Coetzee y La invención de la soledad de Paul Auster. Aquellos son, sin dudas, libros que ocupan un lugar especial en la trayectoria de sus autores porque, aunque algunos dicen que toda obra es autobiográfica; escribir sobre nuestros padres y la sombra que proyectan en nuestras vidas requiere coraje.
La médium (Mansalva, 2019) es el más reciente libro del poeta y filósofo argentino Lucas Soares. El texto se divide en dos partes. La primera de ellas se titula “Dandy” y está esbozada en prosa, en párrafos que sirven como cápsulas de información que contienen anécdotas de la infancia y adolescencia del propio Soares. Los personajes principales son él mismo, dos amigos de su infancia y su padre, el periodista cultural y escritor Norberto Soares.
La segunda se denomina “La médium” y está escrita en formato de poesía narrativa. En sus versos se dibujan escenas cotidianas en las que se trasluce la melancolía y el afán por comunicarse con un progenitor fallecido. La médium, más que un personaje en sí, es el nombre de ese ejercicio de evocación que, de algún modo, abre las puertas a la reconciliación con el legado paterno.
Quizá lo más valioso de este libro sea la manera en cómo las dos secciones del mismo dialogan entre sí. No se trata de una obra que permite una lectura lineal, sino que exige una revisión de todas sus páginas para armar su sentido. En cuanto a la naturaleza de sus versos, al igual que en obras anteriores como La sorda y el pudor (Mansalva, 2016), Soares propone una literatura fotográfica, que arma escenarios perfectamente reproducibles a nivel visual y con cierta carga de humor oscuro o emotividad, dependiendo del caso.
Las fantasías de mi padre
dichas al oído de las mujeres
a quienes llamaba de madrugada
a veces las escucho
cuando paso de noche
por la casa del electricista
y miro uno por uno
los duendes de su jardín
o mientras veo cómo los taxis
pasan de largo a una travesti
que baila haciendo señas
en una cuadra sin luz
Al respecto del proceso de creación de este libro, Soares nos comentó: “Me llevó aproximadamente dos años encontrar la estructura para este libro. De hecho, antes de dar con su estructura final, probé distintos formatos que no me terminaban de cerrar. Lo primero que escribí fueron los relatos de la primera parte sobre la relación de un preadolescente con su padre, un escritor alcohólico y bloqueado creativamente desde hace años, y con sus dos mejores amigos. Más tarde empecé a escribir poemas que volvían sobre algunas de esas escenas.”
Por otra parte, sobre el formato elegido para las dos partes del texto, él anotó: “El criterio que seguí para el armado del libro fue como el de un disco con dos caras. Como si los poemas de la segunda parte fueran el lado B, la otra versión (cover) de los relatos de la primera parte. Quería que las dos caras del libro-disco fueran complementarias y autónomas a la vez, como dos imanes que se atraen y repelen entre sí.”
Si bien la figura bohemia de su padre ha estado presente en su obra desde su debut literario El Río Ebrio (Paradiso, 2005), es en La médium donde Soares verdaderamente se anima a viajar al pasado, a revolver en el cajón de sus recuerdos más dolorosos y más preciados y a convertir esas historias en pasajes bien construidos, aptos para la lectura por parte de terceros.