La santafesina Rosina Lozeco nos responde algunas preguntas a propósito de “Moluscos”, su primer libro de poemas publicado este año por la editorial rosarina Ivan Rosado dentro de su Colección Brillo de Poesía Joven.
Lozeco construye un relato conjunto poderosamente amalgamado. Un paisaje llano y sensible, a veces melancólico, y otras, furioso.
Con un modo que parece puro impulso, mantiene la disciplina de señalar las cosas directa, pura, concretamente, sin abstracciones ni explicaciones, apelando con certeza a las asociaciones que las palabras producen en su propia memoria. Como resultado obtiene poemas sin vueltas que transmiten, con muy poco, un clima enorme y perfecto. Casi pluscuamperfecto.
1- Buscando la definición de la palabra “molusco”, me encuentro con frases sueltas como, por ejemplo, “son de cuerpo blando, desnudo o protegido por una concha” o “El interés del hombre en los moluscos es enorme. Los moluscos son una importante fuente de alimentación para la especie humana. Además, numerosas enfermedades parasitarias son transmitidas por los moluscos”. Y también “La variedad de formas, tamaños, tipos de vida y ciclos vitales de los moluscos es extraordinaria.”
¿Te parece razonable traspolar algunas de estas frases sueltas a tus poemas?
Puede ser, la verdad es que al principio era nada más que el título de uno de los poemas. Después pensando y buscando la forma de decir lo que era el libro en una, dos, tres palabras me di cuenta de que la poesía funciona para mí como ese caparazón de algunos moluscos, y que éste, al ser mi primer libro, por ahí era como salir a la cancha a diciendo qué es lo que me pasa cuando escribo.
2- ¿Cuán auto-referenciales son tus poemas?
Todos son auto-referenciales, lo que va variando es la escena a través de la que se presenta lo que me está pasando en un momento. Hay algunas que son inventadas, pero el correlato es siempre verdadero.
3- ¿Cómo y cuánto influye lo que te rodea a la hora de escribir?
Influye mucho. Los ambientes, los amigos, siempre hablo de eso. No es algo que piense mucho, influye como viene, como lo percibo y como puedo.
4- ¿Qué opinás del término “poesía antilírica” que se le puede atribuir a tus poemas?
A mi modo de ver, la poesía nunca es “antilírica”. Creo que sí hay algo que es propio de los poetas de mi generación, que puede ser que tengamos en común porque venimos del mismo palo, de la misma influencia de los noventa, del litoral quizás también, que sé yo. Mis poemas por ahí van relatando situaciones, trato de construir o re-construir a partir de uno, dos, cinco versos que anoté en algún momento. Puede ser que se tiña de narración en ocasiones, si eso hace que mis poemas sean “antilíricos”, que lo sean, todo bien. Yo me siento muy cómoda en este espectro, más allá de que no creo en esos términos.
5- Según vos, ¿qué es lo que hace inevitable que éstos poemas estén juntos en un libro?
Era algo más íntimo lo que los unía, algo que me pasaba o que me había pasado, un chico que no me quería, mudanzas, lugares nuevos, experimenté mucho con la continuidad en Moluscos, con ser siempre la misma, que el pibe siempre sea el mismo, que los lugares físicos sean reales, los olores, las sensaciones, todo se unía a través de lo que a mí me venía pasando, de buscar respuestas a través de la poesía para lo que venía funcionando a destiempo en mi vida. Después, cuando lo cerramos con Fernando Callero en el taller para dejar de corregir y eso, noté que eso que pensaba que era íntimo y sólo yo sabía estaba impregnando al libro, era visible por todos, y eso estuvo bueno.
6- El libro está dividido en dos partes “Tirá una moneda” y “Moluscos”. La primera, llena de recuerdos o destellos de algo parecido y la segunda, abordando el desencanto de la vida adulta. ¿Por qué elegiste estructurarlo así?
La verdad es que están ordenados al revés. Tirá una moneda es posterior a Moluscos. El libro iba a ser sólo la segunda parte, después Ana (Wandzik) me propuso agregar otros poemas y yo venía tratando de cerrar esa otra serie. Se la pasé, le gustó, yo estaba contenta porque le estaba dando otro rumbo a mi poesía, con el mismo estilo pero ya no tan intimista, un correlato objetivo, menos directo, apenas sugerente, pero sin dejar de ser yo. Nos pareció una buena manera de arrancar para después pasar a Moluscos que tiene mucha tripa, mucho corazón roto y sufrimiento, esas cosas a flor de piel y sin vueltas que nos pasan por ahí cuando vamos haciéndonos más grandes.
7- Hay una inquietud o fascinación por transmitir una percepción directa de las cosas pero atravesadas visceralmente por quien las escribe. ¿A qué lo atribuís?
Eso me pasa naturalmente, me resulta muy difícil decir algo en un poema y no decirlo desde mi lugar. A veces me cansa porque cuando me estanco un toque me cuesta mucho salir y termino hablando todo el tiempo desde mi perspectiva de una misma cosa. Es parte de lo que uno es como poeta, hay que crear desde donde estamos y desde lo que podemos hacer también.
8- La naturaleza atraviesa gran parte del libro, pero predominan imágenes como cabezas de gallinas cortadas, sangre de corderos sacrificados, barro, gatos que cazan palomas, ranas y perros muertos. ¿Tenés una relación “conflictiva” con la naturaleza?
No, ni a palos. No me banco mucho el campo y eso, pero es lo único. Eso quedó así sin querer, me di cuenta de que había muchos animales muertos después de que el libro salió, no fue a propósito.
Hablar de la muerte de unos animales no creo que haga conflictiva mi relación, al contrario creo que por ahí el simbolismo de la naturaleza como lo vivo y la muerte como contracara es mucho más conflictivo que aceptarla y hablar sin mucha vuelta sobre algo que pasa inevitablemente todo el tiempo en todos lados.
9- Moluscos asume, de alguna manera, un estilo austero, sencillo, libre de conceptos abstractos. ¿Es algo buscado o encontrado?
Es algo encontrado al principio, cuando empecé a escribir, y buscado después. Una vez que uno encuentra un camino, se va dejando llevar y a la vez trata de construir una voz propia, un estilo desde el punto de partida, que en mi caso fue esa sencillez.
10- ¿Por qué poesía y no otra cosa?
Porque es la manera más hermosa de conectarme con las cosas, estaba latente ahí esperando que la descubra. Lo demás no me sale y si me sale es forzado, si uno se queda en el lugar que más le sienta es genuino y eso es re importante.
“Moluscos”de Rosina Lozeco
Editorial Ivan Rosado – Colección Brillo de Poesía Joven
2014
Páginas: 64