“Vivimos en un situación de paréntesis. Un tiempo de excepción que dura infinitamente.”
Aboud Saeed nace físicamente en 1983. Actualmente trabaja de herrero y soldador en el pueblo de Manbedj, en Siria.
Después nace digitalmente en Facebook en 2011, en medio de la revuelta siria contra su presidente Bashar al-Asad. Mejor dicho: ni revuelta, ni guerra civil. Según el propio Saeed: revolución.
Desde allí, comienza a volcar en su muro la realidad siria. O por lo menos, su realidad, rodeada de bombas, tanques y guerra, la pringosa relación con su madre, el “compromiso político” con los cigarrillos y las mujeres, el trabajo, los supuestos grandes valores de la cultura, la religión y de nuevo la guerra.
Acorralado por la destrucción, planea cómo hacer para que su perfil de Facebook siga vivo si él llegara a morir, como un gran dictador que quisiera perpetuarse en el poder, aunque sea el virtual, más allá de su cuerpo.
Es cuando una de sus amigas (virtual o física, no lo sé, y poco importa), la alemana Sandra Hetzl, decide recopilar los posteos de Saeed y editar en Alemania –en formato e-book– lo que dio en llamar el primer libro escrito en Facebook.
Y es entonces cuando los ingeniosos desahogos de un ciudadano común y un tanto fanfarrón en una red social, se transformaron en una crónica feroz, ácida, cínica, salvaje, un poco insolente y vanidosamente solid(t)aria; en un relato espontáneo, directo, no deformado por ningún medio externo de comunicación, ni contaminado por la encantadora hipocresía de la ficción.
Un libro que solo podría existir a través de Facebook, porque “la verdadera existencia es estando on-line.”. El libro de un hombre arrogante y presuntuoso que, justamente por el hecho de que no le interesa ser aceptado por nadie, sea probable y finalmente, el más inteligente de Facebook.
En Argentina, lo publicó Mardulce Editora, en Octubre de 2013, con la traducción de Eduardo Vetere y decidieron complementarlo con un interesante texto de Gabriela Massuh que incluye algunos de los últimos posteos de Saeed que no habían entrado en la edición alemana y una entrevista que le hicieron en la cadena árabe de noticias 24.
Acá compartimos algunos fragmentos del libro:
-No valgo un centavo. Repítanlo conmigo:
No valgo un centavo, y por eso soy feliz.
-Igual que el régimen sirio: todo aquel que no me quiera tendrá que suicidarse.
-Mi padre jamás me regaló un auto de carreras cuando era chico… Lo único que hice fue jugar a los trencitos con los zapatos de mis hermanos.
-¿El dios que creó a Paris Hilton es el mismo que me creó a mí?
-Confesión número 42: En casa nunca nos reímos entre nosotros / Para reírnos esperamos a que lleguen visitas.
-Confesión número 52: Seguiré escribiendo hasta que un tanque de guerra llegue hasta el umbral de nuestra casa.
-Lo único que me interesa en este momento es / molestar a mis vecinos con cánticos revolucionarios.
-No tengo sueños, ni siquiera sueños tristes.
Lo único que deseo es que la tecnología llegue por fin a la casa de mi vecina para que pueda hacerle el amor por Facebook.
-Todos duermen con un arma debajo del perfil.
-Por teléfono / justo en el momento en el que ella decidió revelarme lo que tenía puesto / el avión lanzó el misil.
-La revolución solamente funciona contra aquellos gobiernos que tienen por sus pueblos al menos un poco de respeto.
-Todas las noches sueño que soy Hannibal Lecter y tengo delante de mí sobre la mesa el cerebro de la chica que amo.
-Aquí en Manbedj soy libre pero estoy en una prisión. No puedo ver la novela de la tarde ni tomar el autobús. Estoy atrapado. Mi pequeña casa es un gran infierno.
Yo, el más inteligente de Facebook
Aboud Saaed
2013 – Mardulce