Los recitales en formato MTV Unplugged se han convertido en momentos icónicos de la cultura pop. En esas sesiones se terminaron de consagrar muchos artistas, al demostrar su versatilidad y capacidad de emocionar a su audiencia con la cantidad mínima de instrumentación.
La primera entrega de esta propuesta del popular canal de videos musicales llegó en en noviembre de 1989, con un show bastante íntimo de la banda Squeeze en el set del National Television Center en Nueva York. Más adelante, infinidad de figuras importantes se han animado a “desenchufarse” con gran éxito.
A continuación, repasamos tres de los actos más míticos que se sumaron a ese formato.
R.E.M. en 1991
La agrupación de Michael Stipe ya estaba en su apogeo cuando decidió hacer su set unplugged: fue grabado pocas semanas después del lanzamiento de Out Of Time, su aclamado séptimo disco que contiene canciones como “Losing My Religion” y “Shiny Happy People”. La melancolía de esos temas calzó a la perfección con la simpleza que requería esa presentación.
En una entrevista con The Guardian en 2014, el bajista Mike Mills recordó lo nerviosos que estaban él y sus demás compañeros en esa oportunidad: “La última vez que tocamos antes de eso fue en la gira 89, que estuvo llena, con grandes amplificadores. Además MTV ya era realmente grande en ese momento. Sabíamos que había una enorme audiencia. Así que sentarse allí y exponerse, con nuestras verrugas y todo, fue muy abrumador. Realmente tenés que levantarte para eso”.
Nirvana en 1993
La de Nirvana fue la puesta en escena definitiva del formato MTV Unplugged. Más allá de la impecable calidad del concierto brindado por el grupo de Seattle, se trató de una de las últimas veces que Kurt Cobain tocó en vivo antes de su fatídico final ocurrido en abril de 1994.
Fueron precisamente las vulnerabilidades del cantante y sus colegas lo que cautivaron a la audiencia e inclusive al mismísimo David Bowie. El Duque Blanco fue uno de los más sorprendidos cuando ellos versionaron su tema “The Man Who Sold The World”. Al respecto, el británico comentó ante la prensa: “Me quedé muy impresionado cuando descubrí que a Kurt le gustaba mi trabajo, y siempre había querido hablar con él sobre sus razones para tocar ‘The Man Who Sold the World’. Fue una buena interpretación y de alguna manera sonó muy honesta. Hubiera sido bueno haber trabajado con él, pero hablar con él también hubiera sido genial”.
Lauryn Hill en 2001
La nacida en Nueva Jersey se animó a grabar su set en julio de 2001, mientras estaba embarazada de su tercer hijo. La rapera y productora aprovechó la oportunidad para reinventarse, pues lo que entregó esa noche poco tenía que ver con el legado hiphopero de los noventa que la llevó a la fama. La exintegrante de The Fugees subió con una guitarra acústica y se abocó a un repertorio bastante orientado hacia el soul.
Como era de esperarse, semejante decisión dividió a sus fans: algunos se rehusaron a aceptar su abrupto cambio de dirección. Con el tiempo, muchos supieron darle el crédito que merecía por ese paso tan valiente y hasta Solange Knowles ha reconocido cuánto la inspiró esa sesión de Lauryn Hill.