Los músicos saben bien que componer una canción muchas veces no resulta una tarea simple. El proceso creativo es tan impredecible como fascinante, y eso es lo que lo vuelve aun más entretenido. Una canción puede llevar dos minutos o quizás años, pero eso depende de muchos factores diferentes, como por ejemplo la inspiración. De hecho, lo mismo ocurre con la guitarra: mientras algunos de los riffs más famosos de la historia se han compuesto en cuestión de minutos, otros han surgido como error o mera casualidad.
Según menciona Far Out, a lo largo de los años, algunos de los mejores y más reconocidos guitarristas del mundo lograron completar algunas de sus composiciones más icónicas por mero acto del azar, o por accidente, mientras intentaban crear algo nuevo. Esto ha ocurrido en incontables ocasiones y los ejemplos sobran, es por ese motivo que a continuación te enumeramos 5 riffs de guitarra que surgieron por accidente.
Guns N’ Roses – “Sweet Child O’ Mine”
Cuando uno piensa en Guns N’ Roses piensa también en “Sweet Child O’ Mine”. La canción proveniente de su disco debut, Appetite for Destruction, contiene uno de los riffs e intros de guitarra más reconocibles de la historia, obra del talentoso Slash. Aun así, lo que no muchos saben es que surgió mientras el excéntrico guitarrista jugaba con una progresión de notas tratando de emular la música circense.
Foo Fighters – “Everlong”
Mientras atravesaba una dolorosa ruptura amorosa y se adentraba en la grabación de lo que sería el segundo disco de Foo Fighters, The Colour and the Shape, Dave Grohl había empezado a experimentar con la guitarra -algo inusual para él ya que siempre había sido baterista- y a probar nuevas afinaciones.
Es por eso que un día, mientras probaba acordes con su guitarra afinada en drop D, el músico empezó a tocar las cuerdas como si fueran el cuerpo de una batería: las cuerdas más graves en el lugar del bombo y las más agudas en el de platillos y redoblante. De esta forma, el músico logró dar con un sonido que le recordaba a Sonic Youth y decidió completar la canción siguiendo ese patrón. El resto es historia.
Black Sabbath – “Paranoid”
Durante el periodo donde Black Sabbath se encontraba finalizando las canciones para su segundo álbum de estudio, recibieron una notificación por parte de su sello discográfico avisándoles que no tenían suficientes para completar la duración del LP y que necesitaban solo unos minutos más de material. El guitarrista de la banda, Tony Iommi, improvisó lo primero que le salió en el momento para convertirlo en canción y así surgió uno de los temas más icónicos de Sabbath: en cuestión de minutos y gracias a un apuro.
Rage Against The Machine – “Killing in the Name”
Rabia, compromiso y explosión: esas tres palabras sintetizaron el disco debut y homónimo de Rage Against the Machine y su canción más popular “Killing in the Name”. De alguna manera, esa identidad iracunda e irreverente se plasmaba con exactitud en la forma de tocar e interpretar de Tom Morello, quien compuso el riff principal de la canción mientras daba clases de guitarra e intentaba explicarle la mecánica de la afinación drop D a sus alumnos antes de que la banda se volviera famosa.
The Beatles – “And I Love Her”
Cuando los Beatles se metieron al estudio a grabar A Hard Day’s Night no contaban con el tiempo necesario para arreglar errores y debían sacar canciones lo más rápido posible ya que por ese entonces también se encontraban filmando su primera película. Un día Paul McCartney llegó con una balada poco convencional que funcionaba por su potente melodía: “And I Love Her”. Sin embargo, al tema le faltaba algo, un golpe de efecto que llegaría gracias a George Harrison y el clásico y diminuto riff que tanto distingue a la composición. El músico lo hizo sin pensar y basándose en la progresión de acordes que tenía. A pesar de su aporte, George nunca fue acreditado como coautor de la canción.