La música instrumental puede servirse de ciertas sutilezas que la música con letra no. Vivimos atravesados por palabras, conversaciones, lecturas; pero la música ambient y electrónica ofrece su propio lenguaje, uno que evita la literalidad para explorar las formas en las que el sonido puede comunicar algo más allá de lo explicable. Allí donde la palabra falta, estos discos dejan un espacio libre en donde depositar nuestras propias ideas, emociones o recuerdos. Un refugio de serenidad, por más momentáneo que sea.
Alan Courtis & David Grubbs – Braintrust of Fiends and Werewolves
Husky Pants Records
El guitarrista experimental Alan Courtis ha pasado su carrera viajando. Sea como integrante de Reynols o como explorador sonoro solista bajo el nombre de Anla Courtis, su discografía se nutre de la colaboración con otros artistas que cruza en sus giras por el circuito global de música experimental -Japón, Estados Unidos, Noruega, Ucrania, China-. Esta vez, presenta un disco de seis tracks grabado junto a David Grubbs, músico neoyorquino autor de una discografía tan sinuosa como la de Courtis, conocido por haber formado la banda Gastr del Sol en los 90.
“A David Grubbs lo conocí en Nueva York en una gira anterior en que compartimos una fecha -cuenta Courtis a Indie Hoy-. Él conocía a Reynols y trabajó con Pauline Oliveros, que también fue una gran amiga, así que el año pasado cuando fui quedamos en grabar algo juntos en un estudio y funcionó bien”.
Aunque ambos guitarristas vienen de escenas diferentes -Courtis como integrante de la célebre banda argentina de rock experimental y conceptual, y Grubbs como figura del hardcore punk estadounidense- ambos músicos comparten un interés por expandir las nociones de lo que se puede hacer con un instrumento que es símbolo de la música rock. En esta primera colaboración juntos, el dúo alterna entre texturas de distorsión y pasajes más melódicos con una paciencia propia de una conversación entre dos amigos.
“Habíamos compartido escenario antes, conocíamos el trabajo del otro desde siempre, pero nunca tuvimos la oportunidad de agarrar nuestros instrumentos y tocar -describe Grubbs en las notas del disco-. La pandemia me hizo tomar en serio el hecho de que vivimos a más de 5.000 millas de distancia, y no podés esperar que las oportunidades se vuelvan a repetir”.
En Braintrust, no siempre es fácil distinguir quién toca qué, y en eso también está la gracia de la colaboración: es un disco que no suena como la suma de dos estilos diferentes sino como una expresión en sí misma. “Alan siempre está listo para improvisar con lo que tiene a mano, eso es parte de su visión -concluye Grubbs-. Cada vez que parábamos y volvíamos a empezar era un show diferente, una situación diferente. Incluso después de grabar un par de horas, sentía que podríamos haber seguido y seguido”.
Escuchá Braintrust of Fiends and Werewolves en plataformas de streaming (Bandcamp).
Primeiro – Music for Horses
Lassi International
Primeiro es el segundo proyecto solista de Segundo Bercetche, quien lleva más de 20 años publicando canciones con su nombre de pila, Siro, y como integrante de la banda Lujo Asiático. Como cantautor, siempre estuvo cerca de la simpleza, la economía de recursos y la repetición. Music for Horses, su debut como Primeiro, lleva estos pilares al plano electrónico, con una obra conformada por cuatro piezas rítmicas creadas con un solo sintetizador, el Roland JDXI. “Un sinte digital muy básico, tan fácil de usar como limitado”, describe en conversación con Indie Hoy.
El hecho de limitarse a utilizar solo un instrumento hace que el disco se sienta como un diálogo entre el músico y su herramienta, un ida y vuelta de sonidos que se deforman en la repetición, hasta volverse una especie de reversión cada vez más distante de su idea original. “Siempre busco la repetición -admite Segundo-. Me gusta que algo cambie sin que me pueda dar cuenta, más como una transformación sutil. En ese sentido, me gusta pensar que no es música, es más como ir al gimnasio y repetir una rutina. Siento que el disco quizás pueda generar un eco cerebral, una repetición tal que anule otros patrones cerebrales. Como una especie de barrido frecuencial para desanidar los cuervos mentales y cansar al caballo mental”.
De esa idea de ejercicio musical surgió el título del disco, que apareció después de terminar de mezclarlo cuando Segundo sintió que su mente estaba “muy en loop y necesitaba un nuevo alimento balanceado para cambiar de pensamientos”. Sin embargo, el título también tuvo algo de profético. A los pocos meses, durante un viaje en Salta para un proyecto documental junto al cantante y bandoneonista Tomi Lebrero, sufrió un accidente con un potro. Segundo caminaba tomando al caballo de una soga cuando de repente el animal se disparó y lo llevó arrastrado por el suelo en un río de piedras.
“Al poco tiempo entendí que si no soltaba la rienda me iba a matar -recuerda-. Y en ese mismísimo momento me di cuenta de que me había atado la soga a la mano, y me tomó algunos segundos más zafarme mientras ese fantástico animal me arrastraba por el suelo. Cuestión que la saqué bastante barata: solo me quebré la clavícula y me tuve que operar. Quizá la moraleja es que inclusive cuando nos tatuemos ‘soltar’ en el antebrazo, o grabemos un disco ad hoc, ahí tampoco estamos soltando”.
Escuchá Music for Horses en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).
Maeri – El bosque se despierta
Independiente
“Fue un día hermoso”, recuerda María Avellina sobre la noche en que grabó su segundo EP como Maeri, El bosque se despierta. La joven productora y música del Conurbano oeste había preparado un show en vivo para tocar en la quinta de la banda Verano en el Oeste, con la intención de grabarlo y capturar algo de esa sensación de estar tocando para amigxs.
“Durante la grabación y todo el evento en general hubo un ambiente y una mística increíble -cuenta-. A mí siempre me emociona mucho trabajar con mis amigues, porque más allá del vínculo los admiro mucho como artistas y es muy valioso para mí compartir estas cosas juntes. Los temas los elegí un poco pensando en cuáles eran los que les gustaban a mis amigues, como para que estén publicados y los tengan a mano para escuchar. Nos quedó un recuerdo súper especial”.
El bosque se despierta es un disco amable. El primer track, “Poema”, es una oda de sintetizadores como cajitas de música y cantos de pájaros; el track dos, “Paisaje”, insinúa un beat pero suena enterrado en un pantano, como un latido ancestral. Con el pasar, Maeri va dejando atrás el imaginario fairycore y profundiza en momentos más introspectivos y oscuros.
“El tema de la fantasía y las hadas es más un chiste que hacían mis amigues y fue quedando -admite María-. Igualmente me gustó la idea. Me gusta cuando escucho algo y no tiene conexión con la realidad externa, sino que motiva la imaginación o introspección. Es un lindo estado de escucha y me alegra que mis temas puedan significar eso para elles”.
“Para mí, es en realidad una búsqueda más personal -concluye María-. Musicalmente, hay un paralelo entre los sonidos orgánicos y los sintes y teclas abstractas. Conceptualmente se trata más de una conexión con el mundo interior y emocional, como si quisiera traducir mi mundo emocional a un paisaje sonoro. El bosque se despierta sugiere esta narrativa de un despertar emocional, y el proceso de reconocerlo y amigarse con unx mismx en todo su espectro. Todo esto a través de la metáfora fantasiosa del bosque y lo que sugiera la imaginación de quien escuche”.
Escuchá El bosque se despierta en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).
Koiwa – Post ambient
Puddle Label
Koiwa es el alias de Cristián García Laborde, quien durante los últimos siete años fue percusionista de la banda Lujo Asiático. En la cuarentena de 2020 tuvo su debut solista con el homónimo Koiwa, un disco de electrónica de salón con beats lo-fi para estudiar y relajarse en tiempos pandémicos. Su segundo álbum lo encuentra más alejado de la pista de baile y colaborando con músicxs de la escena local de ambient, así como lo sugiere su título, Post ambient.
Como si dos viejas amistades se reencontraran, Post ambient se siente como la intersección de dos experiencias fundacionales para Cristián. Por un lado, sus años trabajando para una compañía aérea y volando por todo el mundo; por otro, su previos años como maestro de yoga y su conexión con la espiritualidad. Estas vidas pasadas parecen traducirse en tracks de largos sintetizadores y capas de sonido como zumbidos de turbinas de avión, drones que se sienten como un profundo estado de meditación.
“Mi música no surge de un proceso mental ni premeditado sino más bien de un lugar intuitivo y contemplativo donde la espontaneidad está muy presente -reflexiona Cristián en conversación con Indie Hoy-. Comenzaba conectando los aparatos y de manera espontánea grababa las piezas en una sola toma sin mezcla ni post producción. En estás atmósferas ‘no mentales’ es en donde se generan las condiciones para conectar con la espiritualidad y otras funciones humanas que dejamos de cultivar por falta de percepción, o por dar demasiado protagonismo al raciocinio”.
Luego de un tiempo, Cristián volvió a escuchar esas grabaciones, hizo una selección y se las compartió al productor Ariel Schlichter, quien lo invitó a ser el primer lanzamiento de su sello Puddle Label. “Mi respuesta con mucha felicidad fue automáticamente un sí. En ese momento, comenzó un nuevo y fluido vínculo muy hermoso con Ari, el cual fortaleció nuestra amistad y además contribuyó a nuestro crecimiento mutuo”.
Como también lo demuestra Unexpected, el excelente disco en vivo en colaboración con el músico electrónico SKSSS que publicó un mes después, el diálogo sigue siendo importante para Koiwa a la hora de hacer música, incluso en su proyecto como solista.
Escuchá Post ambient en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).
Nesoika – Forgotten
Independiente
Hay música que se siente como un secreto. Incluso en una época en la que la norma es la promoción a través de todos los medios posibles, existen artistas que eligen formas más sutiles de hacerse escuchar, con discos que aguardan con paciencia a sus oyentes en vez de salir a buscarlos.
Aldu, ilustradora y productora musical de 19 años del Conurbano, había comenzado a hacer música bajo el alias de Interlude Dream a comienzos de 2022, con el que comenzó a subir experimentos lo-fi de melodías frágiles al borde de desaparecer y algunos momentos de drone contenido. Algunas de esas tímidas primeras canciones llegarían a su primer EP como Nesoika, Interlude Dream Machine, publicado en mayo de ese año. Entonces, lo que había comenzado como un juego se volvió un proyecto personal y hasta terapéutico para Aldu.
“La música para mí es un idioma completamente distinto que no mucha gente puede entender o sentir -cuenta en conversación con Indie Hoy-. Me considero bastante nostálgica, o mejor dicho más melancólica. A los 17 pasé por una situación que me cambió la forma de ver la vida y las cosas, y lo más sano y puro que podía hacer era pasarlo a música. Por eso nació Forgotten”.
Publicado en agosto, Forgotten es el primer LP de Nesoika, un disco que describe como “una oda al recuerdo y al olvido, y al fantasma que queda de ese recuerdo”. Sus diez tracks crean una espacialidad detenida en el tiempo, como una ciudad abandonada o una civilización enterrada bajo tierra. Sus texturas y loops de sintetizadores orquestas cargados de reverb remiten tanto a la nostalgia de artistas longevos como William Basinski y Oneohtrix Point Never, como a los experimentos más oníricos de artistas vaporwave como Infinity Frequencies y Desert Sand Feels Warm at Night. “Originalmente iba a ser un álbum con una energía más uncanny, o como si fuera música sacada de un liminal space, pero terminó deformándose en algo muy personal”, admite Aldu.
Esta influencia por la liminalidad también acompaña las fotografías propias que eligió para las portadas de sus discos, que parecen seguir una progresión desde la oscuridad hacia la luz, desde el cielo estrellado del primer EP hasta las luces de la ciudad y los atardeceres de sus últimos lanzamientos. “Todo está minuciosamente calculado en mis discos y en los proyectos que hago porque todo es como un simbolismo -cuenta la artista-. Los samples que uso, algunas portadas, los nombres de los temas, el canvas de Spotify, todo tiene un significado oculto”. Como tesoros que esperan ser descubiertos.
Escuchá Forgotten en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).
Marté – Mirruña
Independiente
Marté es unx artista de alma inquieta nacido en Mariano Acosta que se instaló en Ciudad de Buenos Aires para estudiar bellas artes. Con el tiempo se alejó de la pintura para acercarse a la música electrónica, usando una tablet y algunos pedales de efectos para crear su primer set up. “Supongo que el enlace que tengo con la música electrónica es que todo lo que suena en ella es inventado -reflexiona en conversación con Indie Hoy-. Es música que puedo abstraer y fácilmente imaginarles una morfología o un color a los sonidos, algo parecido a lo que sucede con la sinestesia”.
Mirruña, su primer disco publicado este año, se siente como una oda al soñar despierto, una obra inspirada en el potencial de la música para evocar historias y paisajes de fantasía. Marté también creó el arte de tapa y las visuales en vivo de su proyecto, un estilo de collage digital influenciado por el arte pop de Edgardo Giménez, el cruce entre la mecánica y el arte de los autómatas, y la escenografía teatral de los 60. “Siento que la manera en la que genero y ordeno los timbres del sintetizador se parece mucho a la idea que tengo de dibujar o pintar -cuenta-. La música tiene su propia dimensión plástica”.
Si Mirruña fuese un lienzo, estaría atravesado por pinceladas luminosas y oscuras en partes iguales. Gran parte del disco se siente como si hubiese sido interpretado por cajitas musicales –“mirruña” significa algo pequeño-, aunque también hay lugar para momentos de tensión y sombra. Lejos de un tipo de minimalismo ambient, en las canciones de Marté brilla su talento intuitivo como tecladista, y su oído curioso por la disonancia y la abstracción. Muchos de los experimentos del disco -como el que se escucha hacia el final del primer track, “Mirruña”- fueron el resultado de jugar con las distintas frecuencias y armónicos generados por procesos de síntesis de sonido por FM.
“Es un tipo de síntesis muy usada en los 80, tipo ese sonido de radio Aspen -cuenta Marté-. Al principio no sabía muy bien cómo funcionaba, así que la intuición fue progresando hasta poder operarlo a conciencia. El proceso del disco fue en gran parte la experimentación que me permitía el sintetizador, luego busqué traducir todo ese material sonoro a material sensible, y encontrar las formas de poder transmitir emociones y alguna que otra intención dentro de las composiciones con sonidos, ruidos y micromelodías”.
Acompañando a Marté, Mirruña cuenta con la participación de dos cantantes, Espejo Rayado -proyecto de la artista visual Nina Kovenski– y Dani Umpi -el artista, escritor y cantautor pop de Uruguay-. La colaboración con otrxs artistas ha sido una constante en la carrera de Marté desde que comenzó a interesarse en la electrónica, algo que también explora como integrante de la banda de La Piba Berreta aka La Rusa, además de haber participado en su excelente segundo disco, Un dios nuevo, publicado este año.
“Cruzarme con la Rusa me valió de poder seguir generando alternativas en la praxis de la realidad -concluye Marté-. Para las personas que habitamos los bordes de la sociedad como disidencias, es crucial articularse y agenciarse en todo momento. Entiendo que las cosas que estamos produciendo con mis amigxs y afectos ocupan una dimensión que hay que proteger, y que están en riesgo por la oferta algorítmica instagrammer y por el gobierno de turno, con la violencia que genera alrededor de ciertas expresiones y modos de existir. Pienso que en este contexto, donde estamos gobernadxs por la extrema ultraderecha, es vital generar trincheras en los afectos y potenciar nuestras expresiones colectivamente”.
Escuchá Mirruña en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).