Acru redobló la apuesta y presentó la segunda parte de su proyecto de cuarentena titulado Throw Up, del cual conocimos el primer volumen dos meses atrás.
Con estas sesiones, Agustín Cruz encuentra un mecanismo propio para exteriorizar sus inquietudes ya que prometió nuevas entregas antes de la salida de su tan esperado disco El Don. Las dos primeras sesiones cuentan con la rebeldía punk y verborragia demoledora que caracteriza al rapero de 23 años.
La idea de los “throw ups” se vincula con la voluntad original de los grafiteros, quienes en sus orígenes buscaban dejar una marca considerable en un breve lapso de tiempo. Sin artificios grandilocuentes ni técnicas barrocas, los “throw ups” se basan en la espontaneidad, la urgencia y el dinamismo de ejecución.
A través de historias de Instagram, Acru dejó en claro la analogía: “Throw Up es un espacio creativo más allá del género. Tiene distintos ritmos, distintos colores, distintas habilidades, distintas formas, distinto formato; pero sí una línea estética que va variando. Es decir son mis propias sesiones… Una fusión entre freestyle y escritura. Una vez que me siento a componerla tengo tres horas para cerrar al cien por ciento este proyecto. No puedo tardar más de un día en resolver estas sesiones”.
Acru lleva editados dos discos –El Origen (2017) y Anonimato (2018)-, que presentó en múltiples lugares de Argentina, Paraguay, Colombia, Uruguay y España. En cuanto a las producciones de este año, antes de las sesiones sacó “Crudo”, un single incendiario grabado en su paso por Madrid junto a grandes referentes de la zona, como Fernandocosta y Haze.
Mirá el volumen 2 de las Throw Up Sessions a continuación: