Luego de los escraches y acusaciones de abusos sexuales, Pez procedió con una actitud defensiva a través de comunicados erráticos que devinieron en el cierre de su cuenta de Facebook.
Por supuesto que muchos fans bancaron las palabras de sus ídolos, apoyándolos y sosteniéndolos para que sigan tocando; pero la gran mayoría de los comentarios repudiaron todas las actitudes de la banda y la forma de manejarse en las redes sociales: poco empática y que sigue repitiendo esquemas del poder patriarcal.
En vistas a los nuevos shows que la banda anunció, el cantante Ariel Sanzo, más conocido como Ariel Minimal, se dirigió a su público por medio de la página de Facebook de Pez.
Allí, el cantante y guitarrista cuenta que la banda se encuentra realizando terapia grupal para intentar entender la situación que han vivido:
“Sé lo patético y poco rockero que va a sonar esto, pero estamos haciendo una terapia grupal con una especialista en el tema. Y ella nos explicó que esto no es una denuncia sino un escrache. ‘Un llamado de atención, les tiraron un piedrazo.’ Ok”.
El músico continúa:
“Nos la pusieron en el medio de la cara y con los dientes rotos y la sangre chorreando nuestra sonrisa quedó bastante fulera. Pero no podemos desaparecer. Feos así como estamos, acá estamos. Y si decidimos salir a tocar, no lo hacemos como un acto de soberbia. Sino porque no sabemos hacer otra cosa”.
La carta de Minimal generó en su mayoría rechazo de los usuarios en las redes:
Pez dará un show hoy viernes 14/09 en Floyd, Rosario, y mañana sábado 15/09 en Refugio Guernica, Córdoba, y la respuesta del público, incluso de sus antiguos seguidores no es favorable. Leé la carta completa:
“Hola, soy Ariel.
Necesito expresarme.
Y me cuesta.
Y me da terror.
Porque cada vez que lo hicimos, lo hicimos mal.
Y me siento muy mal cada vez que leo alguna cosa de las que nos escriben por acá.
No piensen que no las leo o que no me importa.
Es muy doloroso ver como se rompió el vínculo que teníamos entre banda y público.
Y si desaparecimos de las redes no es por hacernos los boludos.
Es porque no sabemos cómo comunicarnos con ustedes.
Aún no sé cómo pero de todos modos lo intento…
Hace cinco meses que estoy aprendiendo a entender lo que pasó.
Creo que ustedes saben que nunca me sentí una “estrella de rock”.
Es más, siempre me definí como obrero del rock.
Músico.
Esa es mi vida.
Hacer canciones, ensayarlas, grabarlas y salir a tocarlas.
Nunca me sentí arriba de un pedestal y quizás por eso mismo nunca fui capaz de entender la desigualdad entre artista y audiencia.
Nunca fui consciente de ese privilegio, de esa diferencia…
Me equivoqué en el modo de establecer vínculos con el público.
Femenino y masculino.
Desde habilitar situaciones que nunca tendrían que haber ocurrido hasta el modo de interactuar a través de las redes sociales.
Pido disculpas por eso.
Fue un error.
Sé también, y quiero dejar bien claro, que jamás forcé a nadie a hacer algo que no quiera en ningún ámbito de la vida.
Yo también me arrepiento de cosas que hice años atrás, pero me hago responsable de mis decisiones.
El concepto de abuso de privilegio es algo nuevo que tenemos que entender y aprender no sólo los músicos, sino también el público.
Nos han hecho dos escraches anónimos y este es un momento en el cual no existe modo de defenderse ni contradecir una acusación de este tipo.
Pero tampoco es justo que nos hagamos cargo de cosas que no hicimos.
Sabemos que cometimos errores pero también qué clase de gente somos.
Y si salimos a hablar como banda de modo grupal es porque estábamos todos juntos y hay cosas en las acusaciones que no se condicen con lo que nosotros vimos y vivimos.
No es porque tengamos un “pacto de machos”.
Sé lo patético y poco rockero que va a sonar esto, pero estamos haciendo una terapia grupal con una especialista en el tema.
Y ella nos explicó que esto no es una denuncia sino un escrache.
“Un llamado de atención, les tiraron un piedrazo.”
Ok.
Nos la pusieron en el medio de la cara y con los dientes rotos y la sangre chorreando nuestra sonrisa quedó bastante fulera.
Pero no podemos desaparecer.
Feos así como estamos, acá estamos.
Y si decidimos salir a tocar, no lo hacemos como un acto de soberbia.
Sino porque no sabemos hacer otra cosa.
Y no hablo de trabajo.
Estos shows que tenemos por delante sólo nos van a ocasionar unas cuantiosas pérdidas y bastantes dolores de cabeza.
No sé hacer otra cosa para seguir vivo.
No es lo que hago, es lo que soy.
Muchas personas, incluso la terapeuta, nos dijeron que ya no escribamos más nada.
Que nos retiremos por el momento de las redes.
Pero alguien que nos quiere bien y nos conoce, sabe de nuestra necesidad de expresarnos y de lo mal que lo estamos pasando en silencio.
Y me dijo “No le hables a los que sabés que te van a prender fuego de una. Hablales a aquellos que te escucharon durante todos estos años y necesitan una palabra de parte de la banda.”
Bueno.
Acá estoy.
Disculpas otra vez.
No puedo volver el tiempo atrás, pero sí puedo intentar ser mejor de acá en adelante.
Y muchas gracias a todos los que se acercaron y nos acompañaron en estos momentos de dolor”.