La carrera de Joy Division llegó a su fin de manera inesperada en 1980 tras el suicidio de Ian Curtis, su emblemático vocalista. La banda pionera de post-punk tuvo apenas cuatro años de actividad que le alcanzaron para dejar un legado valioso lleno de himnos como “Love Will Tear Us Apart”, “She’s Lost control” y “Transmission”.
Es difícil imaginar qué rumbo sonoro hubiese tomado la formación oriunda de Salford en caso de haber continuado haciendo música si su líder no hubiese terminado con su propia vida. Recientemente, Stephen Morris, baterista del grupo, comentó ante NME lo que él cree que hubiese pasado con Joy Division en caso de no haberse disuelto hace 40 años.
El también miembro de New Order estaba hablando del disco Power, Corruption & Lies cuando le preguntaron sobre el posible destino de su antiguo grupo:
“Estábamos metidos con Kraftwerk y la música electrónica en general. Si Joy Division hubiera continuado, hubiéramos utilizado mucho más la música electrónica, me atrevo a decirlo, en la dirección de Radiohead en vez de ir hacia algo bailable. Habría sido atmosférico, pero rítmico, supongo”.
Más adelante, el periodista le preguntó al percusionista si imaginaba un sonido parecido al álbum Kid A de Radiohead, y Morris respondió: “¡Sí, algo parecido!”.
Quienes quieran escuchar algo similar a lo propuesto por Stephen, pueden escuchar a Thom Yorke y compañía tocando la icónica “Ceremony”, imprimiéndole su impronta experimental: