La última edición de “Musicians on Musicians”, la serie de entrevistas entre músicos presentada por la revista Rolling Stone, unió a Kevin Parker de Tame Impala en diálogo con Billy Corgan de Smashing Pumpkins.
El australiano recordó que su hermano mayor le presentó por primera vez a los míticos Pumpkins cuando era joven y la describió como: “Una mezcla indescriptible entre música optimista y triste” y señaló que sus amigos escuchaban mayormente a Rage Against the Machine en aquel entonces. El clásico (y segundo) álbum del conjunto norteamericano, Siamese Dream, publicado en 1993, lo inspiró a escribir las canciones de su primer EP titulado Tame Impala.
Por su parte, Corgan expresó su propia teoría: “Cada generación tiene su propio álbum de entrada” y adhiere la idea de que para Gerard y Mikey Way (de My Chemical Romance), su álbum favorito de los Pumpkins era Machina porque estaban angustiados, y la era de internet se encontraba en pleno auge.
Para el músico estadounidense, Siamese Dream fue una especie de declaración idealizada y concluye: “Después de eso, exploramos cada variación: la realidad de la fuerza bruta, la verdadera oscuridad. Pero la gente se siente realmente atraída por el idealismo. Lo extraño es que casi nos matamos para hacerlo”.
Kevin describe los años noventa como la “era dorada del rock and roll”. Su verdadero deseo era hacer música, meterse dentro del seno de aquella escena romántica y sucia. A eso Billy le contestó que en aquel entonces no cree haber dado cuenta de la relevancia que habían tenido, adhiere a esta idea que anteriormente ha habido bandas relevantes para la escena del rock alternativo como The Cure, Depeche Mode, U2. El momento de ruptura se dio con la aparición de Nevermind (de Nirvana) que le abrió camino a las “bandas raras”.
Según sus propias palabras:
“La época dorada fue del 91 al 96. Luego se acabó”.
En la entrevista también se hizo un abordaje del estado actual del rock. Según el líder de Tame Impala, lo mejor de la música ahora es que (desde su punto de vista) no tiene reglas, además de que existen muchas maneras de hacerla, sin limitaciones lineales a como antes se solía hacer tradicionalmente, incluso no encuentra desmesuradas brechas entre el mainstream y la música alternativa, de la misma manera que sucede entre el pop, el rock o el hip-hop. Incluso sucede que hoy en día ya no define a nadie el tipo de música que uno escuche; encuentra al panorama más disperso, con una idea más variado respecto al público.
“En términos de enfoque y estilo, creo que lo más parecido al rock & roll es el hip-hop. Desafortunadamente, no ha habido una evolución allí en términos de cómo tocar, para hacer que la guitarra sea tan valiosa como un sintetizador o algo así”, manifiesta Billy.
Por último, el líder de los Smashing Pumpkins expresa que el rock debe estar dispuesto a ser peligroso, a ser “violento” mediante la búsqueda de nuevos sonidos, a sobrepasar las líneas que traza el sistema. Según sus propias palabras:
“El rock debe ser aquello que se presenta contrahegemónico, como cuando Bob Dylan cantaba de pie en los escalones cerca de Martin Luther King tocando ‘Blowin’ in the Wind’ o los Beatles cantando ‘Revolution’. Hay momentos en los que los músicos deben estar dispuestos a ir en contra de lo que todos piensan en ese momento y decir: ‘No, esto es una mierda'”.
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