Björk publicó ayer en su Facebook una carta abierta dirigida a los medios sobre el sexismo que las artistas mujeres afrontan y cómo su arte y presentaciones son recibidas. Recientemente, la islandesa estuvo en el Day For Night Festival de Houston, donde dio un DJ set que algunos medios criticaron diciendo que “no estaba ‘tocando’ sino que se estaba ‘escondiendo’ detrás de bandejas”, una crítica que ella encontró sexista porque otros DJs no recibieron la misma observación.
“Soy conciente de que hace menos de un año que empecé a tocar como DJ públicamente así que esto es algo a lo que algunas personas todavía se están acostumbrando, mis fans han sido increíblemente acogedores a la hora de compartir mi viaje musical y permitirme ser yo misma. Las mujeres en la música tienen permitido ser compositoras y cantar sobre sus novios. Si cambian el sujeto de estudio a átomos, galaxias, activismo, matemática nerd o cualquier otra cosa que no sea cantar sobre sus seres queridos, son criticadas; los periodistas sienten que hay algo mal ahí”.
En la misma carta explicó que sus discos Volta y Biophilia fueron escritos “concientemente de que no eran temas que mujeres usualmente escriban” pero recién con Vulnicura, donde todo se pone más emocional (es un disco de ruptura per se), la crítica la apoyó.
“Los hombres tienen permitido ir de tema a tema, hacer sci-fi, hacer bromas, ser nerds musicales que se pierden en la construcción de paisajes sonoros… pero no las mujeres. Si no cortamos nuestro pecho y sangramos por los hombres y niños de nuestras vidas, estamos engañando a nuestra audiencia”.
Cierra su carta adelantando que para su próximo trabajo espera “cambiar de disfraz y salirse del rol” que creó en Vulnicura, al hablar de “un tema clásicamente femenino: un corazón roto”. Y se despide diciendo: “¡Hagamos del 2017 el año en el que hagamos completamente la transformación! ¡El derecho a la variedad para todas las chicas!”